Capítulo 9

227 36 6
                                    


    YERIN no podía creer que ya fuera jueves. Afortunadamente, los días se habían sucedido con fluidez, porque estaba deseando que llegara el fin de semana. MinHyuk acogió su aceptación con entusiasmo. La llamó el lunes y el miércoles para confirmar los detalles de su cita y no sólo eso. También había quedado para almorzar el domingo con otro hombre de los que conoció en la boda: Hong JiSoo. Sólo lo recordaba como un par de anchos hombros y aliento a menta, pero la aburrida vida social de Yerin se había convertido de repente en una aventura.

Ni siquiera le importaron los cuarenta y cinco minutos que se tomaron tres octogenarios para elegir una corona de flores y luego dividir el coste entre los tres.

Acababa de poner el cartel de cerrado en la puerta cuando un cliente de última hora golpeó insistentemente la ventana. Su jefa no quería que abriera cuando ya había cerrado, pero Yerin siempre se sentía incómoda al pensar que la observaban desde fuera cuando aún tenía todas las luces encendidas. Lo menos que podía hacer era señalar el cartel y decir sólo con los labios que estaba cerrado.

Pero cuando vio quién llamaba, rompió la norma y abrió la puerta.

—Taehyung.

—Hola —Taehyung trajo consigo el frío de febrero al interior de la tienda.

—Si necesitas otro ramo, tendrás que comprar uno que ya esté hecho. Se supone que no debo dejar pasar a los clientes cuando ya ha pasado la hora del cierre.

—¿Estás rompiendo la regla para dejarme pasar? — Taehyung sonrió ampliamente—. Eso está bien. Hace que me sienta especial.

—Haría la misma excepción por cualquier conocido.

—Eres demasiado sincera.

—Haces que eso parezca un defecto —Yerin dejó escapar una risita que más pareció un hipo—. Si no vas a comprar flores para tu ligue de turno, ¿qué haces aquí?

—¡Sincera y brutalmente directa! ¿Sabes lo letal que puede resultar esa combinación para la vida amorosa de una chica?

—Me hago una idea —dijo Yerin con ironía—. Pero supongo que tengo que darte las gracias por mi regreso a la tierra de las citas.

—¿Volvió a llamarte MinHyuk?

—Dos veces. El lunes y anoche.

—Está demasiado ansioso.

—Gracias a tu consejo. Nunca había dejado de estar disponible para una cita sólo porque la semana ya estuviera avanzada. Mi recompensa son dos citas para este fin de semana.

—¿Dos? ¿Has aceptado una segunda cita con MinHyuk antes de tener la primera? —preguntó Taehyung en tono quisquilloso.

—No, claro que no. El domingo voy a salir con otro de tus amigos, Hong JiSoo.

Taehyung frunció el ceño.

—Hong —repitió, y Yerin sintió un ligero escalofrío al mirarlo; no querría que nunca se enfadara de verdad con ella—. No es amigo mío.

—Pero estaba en la boda. No dejaba de comer caramelos de menta.

—Oh, sí. Trabaja con JeongHan, mi cuñado. Supongo que está bien.

—¿Se supone que sólo debo salir con los tipos que tienes en tu lista de candidatos? —Yerin no trató de ocultar su enfado—. ¿O tengo permiso para salirme de ella?

Taehyung no se molestó en contestar.

—¿Conoces a muchos tipos aquí? —preguntó, señalando a su alrededor.

Vestido de Novia - TAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora