—¿A qué viene esa repentina urgencia por ir a los bolos? —pregunto Ho BongJun desde el asiento trasero de la furgoneta de Taehyung—. Creía que íbamos a ir al Emie.
—Podemos ir más tarde —dijo Taehyung. BongJun no era fácil de convencer.
—Pensaba que no te gustaba jugar a los bolos.
—Sólo quiero ver a alguien. Luego nos iremos — dijo Taehyung, tratando de dar un mínimo de explicaciones—. No esperaba que esta noche vinieras con nosotros, Han.
—TaeHee ha tenido que sustituir a una amiga enferma. Ha volado a Londres. De todos modos, su semana de vacaciones ya ha terminado —dijo, con evidente pesar.
—Anímate, tronco —BongJun alargó una mano y apretó amistosamente el hombro de JeongHan—. Un hombre casado necesita un poco de tiempo libre, pero me sorprendió que TaeHee te dejara llamarme.
—Ella no me dice lo que tengo que hacer o dejar de hacer. Lo único que me dijo antes de irse fue: «Mantente alejado del liante de mi hermano».
—Que encanto —murmuró Taehyung—. Yo te lo advertí.
—A un hombre enamorado no se le puede decir cualquier cosa —bromeó BongJun—. Tae, seguro que los marcianos pueden ver estos bolos desde el espacio.
Las luces del enorme cartel de la bolera iluminaron el interior de la furgoneta mientras entraban en el aparcamiento.
—No me avergoncéis ahí dentro, amigos —rogó JeongHan—. Nada de bromas sobre la luna de miel, ni de tratar de encasquetarme algún pimpollo.
—Somos demasiado maduros para eso —aseguró BongJun con burlona seriedad.
Taehyung guió la marcha y encontró justo lo que esperaba; un montón de chicas simulando estar allí para jugar a los bolos y más o menos el mismo número de chicos sin simular nada. Era un buen lugar para ver si Yerin ponía en práctica algunas de las tácticas de «chica mala». Eso, contando con que estuviera allí. ¿Quién podía predecir lo que haría una mujer? Y menos aún, un grupo de ellas.
Yerin era dulce e inocente, pero tan sexy que algún miserable acabaría aprovechándose de ella algún día. Ella no sabía hasta qué punto era deseable, y precisamente en eso radicaba su atractivo. Si llegara a saber manejar aquella cualidad, tendría a los hombres cayendo a sus pies como moscas. ¿Pero estaba preparada para ello? ¿Y lo estaba él?
—¡Mira eso! —BongJun silbó con suavidad y dio con el codo a Taehyung—. Menudo bombón.
—A ver si maduras de una vez -dijo JeongHan.
Taehyung asintió, pero había llamado a BongJun porque sabía que estaba dispuesto a ir a cualquier sitio a intentar lo que fuera. De todos sus amigos, BongJun era el que más se había resistido a crecer.
—Voy a apuntar nuestros nombres en la lista para reservar una pista —dijo JeongHan.
—Id vosotros. Yo voy a echar un vistazo —dijo Taehyung, y dejó a sus amigos junto al mostrador.
No había estado allí antes, pero se trataba de la típica bolera, con las pistas en la parte delantera y el bar con mesas y asientos en la parte trasera.
Sintiendo cómo se aceleraban los latidos de su corazón, recorrió con la vista pista por pista, empezando a pensar que aquello era una pérdida de tiempo. Entonces la vio.
BongJun y JeongHan se reunieron con él y fueron hasta la parte trasera de las pistas.
—Tendremos que esperar una media hora —dijo JeongHan.
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Vestido de Novia - TAERIN
FanfictionEl traje de novia de Jung Yerin era una maravilla. Pero era una pena que su ex prometido hubiera llegado a la conclusión de que ella era demasiado "agradable" para ser su futura esposa. De manera que ahora el traje estaba en venta... y Yerin se habí...