Capítulo 17

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    APENAS pudo concentrarse en el trabajo al día siguiente. El lunes era día de colada, de pagar los recibos, de limpiar el baño. Nadie tenía una auténtica cita el lunes, de manera que lo único que debía querer Taehyung era acabar con sus clases.

Para cuando llamó al portero automático de su apartamento, Yerin estaba decidida a demostrarle todo lo que había aprendido durante el mes pasado. Estaba decidida a no dejarle saber lo que sentía por él.

—Hola, soy Taehyung.

—Hola, soy Yerin, tu cita a ciegas —contestó ella, entregándose de lleno a su papel.

—Estás guapísima.

—Tú también.

Yerin nunca había visto a Taehyung con mejor aspecto.

Llevaba una elegante chaqueta marrón, pantalones marrones oscuros y una camisa de hilo a juego. Se había cortado un poco el pelo, y olía a una fragante loción para después del afeitado.

—Déjame arreglar esto —dijo Yerin. Interpretando a la perfección su papel de chica mala, se irguió y simuló ajustar el cuello de la camisa de Taehyung, rozándole levemente la barbilla con los dedos. —Así está mejor.

Entregó a Taehyung su abrigo y se dio la vuelta para que le ayudara a ponérselo. Cuando bajaban las escaleras, enlazó un brazo con el de él.

Taehyung la llevó a un asador que se hallaba a unos veinte minutos. Aquel tipo de restaurante no era precisamente la idea que Yerin tenía de un lugar romántico, pero, al menos, no estaría abarrotado un lunes por la noche.

—Su especialidad es la carne de buey, pero también hay otras cosas entre las que elegir —dijo Taehyung.

Yerin hizo un pícaro comentario sobre las hormonas de la carne. No sabía cuál era su puntuación hasta el momento, pero estaba echando toda la carne en el asador, riendo las bromas de Taehyung, fueran o no divertidas, pegándose a él lo más posible.

Una vez sentados a la mesa, recordó alisar su jersey mientras se sentaba frente a él. Habría preferido ponerse una camisa blanca con la falda plisada, pero el jersey rosa que llevaba era más sugerente y tenía tendencia a ceñirse en las curvas.

—¿Te gusta mucho comer chuletones? —preguntó, recordando que se suponía que no sabía nada sobre su cita a ciegas.

—Supongo que sí —Taehyung estaba estudiando el menú, sin ofrecerle ninguna clase de ayuda o ánimo. ¿Estaría probando su agresividad permaneciendo allí sentado con aquella impenetrable actitud?

Yerin se esforzó por mantener la conversación fluida sin contar con su ayuda.

Finalmente, desesperada por llamar su atención, buscó su pierna bajo la mesa y frotó su pantorrilla contra la de él. Si aquello no lo hacía reaccionar...

Se quitó un zapato y deslizó la punta de los dedos por la pierna de Taehyung.

—Ya es suficiente —dijo él—. Aquí está el camarero.

—Hola, soy ChangJo. ¿Habéis decidido ya qué vais a tomar?

Yerin dejó que Taehyung pidiera por ella, agradecida cuando sugirió escalopes en lugar de medio buey.

«¿Qué más puedo hacer?», se preguntó. Quería gritar, o saltar arriba y abajo; cualquier cosa que borrara la aburrida expresión del rostro de Taehyung.

El lugar estaba casi vacío; tenían una esquina en semi penumbra para ellos solos. Cuando el camarero les trajo las ensaladas, Yerin decidió que iba a hacer que desapareciera de una vez la pétrea expresión Taehyung.

Vestido de Novia - TAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora