Capítulo 13

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   YERIN se entregó de lleno a su papel de compañera encantadora. A pesar suyo, recordó el consejo de Taehyung; debía reírlas bromas de MinHyuk, pero sin excederse.

MinHyuk le facilitó las cosas, abriéndole las puertas, ayudándola con el abrigo, apartándole la silla de la mesa, incluso pidiendo por ella en el restaurante. Lo único que tuvo que hacer ella fue mostrarse seductora y misteriosa.

—Naturalmente, lo primero que hizo Kang cuando llegó a la oficina fue...

Yerin sintió que los ojos se le volvían vidriosos. Si había algo interesante en la larga y complicada historia que MinHyuk estaba contando sobre algo sucedido en la inmobiliaria en que trabajaba, esperaba estar lo suficientemente alerta para captarlo. Lo único peor que no reír una historia graciosa era reír en el momento equivocado.

El camarero que los atendió era alto y de anchos hombros. Probablemente conseguía grandes propinas, pero se tomaba su trabajo demasiado en serio. Llevaba el pelo sujeto en una coleta, y Yerin se preguntó si el de Taehyung sería lo suficientemente largo como para sujetárselo atrás.

«¡Maldito seas, Kim Taehyung!», pensó, enfadada. Era culpa suya que no estuviera disfrutando de una agradable cita con un tipo encantador al que no le asustaba mostrarse cortés con una mujer. No quería pensar en Taehyung mientras MinHyuk se esforzaba en hacer que pasara un buen rato.

Trató de seguir el hilo de la historia. Tal vez de eso se trataba el matrimonio: de saber escuchar y apoyar al marido. Desafortunadamente, ella quería algo más de la vida. Quería excitación, reto y romance. Completamente en contra de su voluntad, conjuró una imagen del torso de Taehyung desnudo de cintura para arriba con una espada de duelo en la mano. Estaba hecho de la materia de los héroes, excitante y sensual, pero más allá de la posibilidad de ser domesticado.

—De manera que todos reímos mucho —dijo MinHyuk, concluyendo su historia.

Yerin sonrió ampliamente, a pesar de que se había perdido la parte fundamental de la historia. Pero MinHyuk tampoco podía esperar que se partiera de risa por las bufonadas de personas a las que no conocía.

Se sintió obligada a mostrar su entusiasmo por la comida, aunque no le costó demasiado, pues el salmón con patatas y crema estaba delicioso.

Mientras tomaban el postre, MinHyuk condujo la conversación hacia sus pasadas novias.

—Supongo que sientes curiosidad respecto a mis pasados compromisos —dijo, un poco avergonzado.

Yerin lo animó a seguir, contándole que MinHo prácticamente la había dejado ante el altar. A Taehyung no le habría gustado que lo hiciera, pero tenía que ser ella misma, aunque eso significara olvidar sus tabúes.

Por otro lado, MinHyuk pareció ligeramente sorprendido. Al parecer, Yerin había perdido cierto prestigio ante sus ojos al admitir que una vez la dejaron, a pesar de que a él lo habían dejado tres veces y él se había retirado una.

—Algunas personas no son afortunadas en el amor—dijo, dando un sorbo a su descafeinado—. Y, por supuesto, otros no están dispuestos a comprometerse.

MinHyuk quiso dejarle claro a Yerin que él sí. Al parecer, había decidido olvidar que una vez la dejaron. ¡Qué detalle por su parte!

Después de comer siguieron charlando. Yerin sonrió y trató de mostrarse animada y divertida. Tal vez tuvo éxito. MinHyuk parecía estar pasándolo bien.

Era ella la que no había sabido comportarse en aquella cita. MinHyuk era un tipo dulce y atractivo, con un buen trabajo, y no temía a la idea de pasar por el altar. Era ella la que había fallado, dejando que Taehyung se entrometiera constantemente en sus pensamientos. Tenía que dejar de pensar en un hombre al que la mera palabra «matrimonio» le producía escalofríos. Quería conocer a un hombre agradable y asentarse; era lógico que una relación progresara hacia el matrimonio si dos personas se amaban. ¿Podía conformarse con menos? ¿Aceptaría mantener una relación con Taehyung en los términos que él planteara?

Vestido de Novia - TAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora