Un amor poco común (MephistoPheles por lectora) ~ Ao no exorcist

Tu pasado es mi pasado II

No sabías que responder a lo que dijo Samael, en el fondo tenías miedo de saber quién era en realidad.

Pero sabías que no ibas a estar tranquila si no lo hacías.

-Prometo analizar lo que vea para saber como permanecer más cerca de ti *mientras tomas la mano de Samael* estoy lista.

De nuevo todo volvió a ser negro... estabas en el mismo lugar pero de noche y entre los árboles.

En ese momento viste a Samael caminando hacia la casa, pero algo lo distrajo, entonces caminó hacia donde te encontrabas y se escondió.

Al cabo de un buen rato, viste salir de la casa a un hombre muy atractivo y de su brazo iba una mujer de cabello negro.

Ambos caminaban en la dirección contraria a la de Samael, e iban besándose y hablando animadamente... ver eso te confundió aún más.

-Él es Aki, el esposo de Irene (t/n), ya ha pasado un año desde su matrimonio... ese día iba a informarle que el nacimiento de su primer hijo había sido un éxito y que ambos estaban en perfecto estado. Síguelos por favor *escuchaste la tensión en su voz*

Como ya estaban lejos empezaste a correr.

-Yoriko creo que ya tomé una decisión *dijo el hombre mirándola*

-¿Cuál es Aki? *dijo tomando su brazo*

-Me voy a ir mañana contigo, Irene aún está en el pueblo y vendrá en unos días, es la ocasión perfecta para irme, ya tengo la herencia completa y no necesito seguir fingiendo que la amo *dijo besando a la mujer en el cuello*

Deseaste pegarle una patada a ese maldito, se iba a fugar con otra y robarle a esa hermosa mujer todo.

-Tranquila (t/n), sólo es un recuerdo no puedes hacer nada, pero imagina que es verlo todo con tus propios ojos y saber que la persona a la cual amas esta siendo traicionada por la persona que ella más ama. Irene tuvo un parto difícil, y aún así arriesgó su vida para complacer a Aki *dijo Samael con voz melancólica*

En ese momento viste a Samael revelar su verdadera forma... era aterrador ver sus orejas puntiagudas, colmillos mucho más largos, sus ojos brillaban en la oscuridad, de su espalda salió una gran cola de demonio negra y unas extrañas alas de murciélago, de sus manos salieron unas garras muy grandes y filosas.

Se acercó a Aki y le arrancó un trozo de su pecho, el hombre gritaba como loco. En ese momento Samael abrió la boca y le arrancó una parte de su rostro con los dientes.

Tiró el cuerpo al suelo y a la mujer le arrancó la cabeza del cuerpo con las manos.

Todo se volvió negro y cuando abriste los ojos tenías en frente a un Samael triste y alejado de ti.

-Comprendo lo que hiciste, yo también lo hubiera hecho *dijiste mientras te acercas a Samael*

Este sólo te envolvió en un abrazo cálido y suspiró pesadamente en tu cabeza.

-¿Qué pasó con Irene? *dices recordando a la mujer*

-Al saber de la noticia de la muerte de su esposo se deprimió mucho y al final se quitó la vida... yo cuidé a su hijo hasta que falleció *notaste que estaba llorando*

-¿Por eso no crees en el amor? porque viste lo triste que es amar, te comprendo y no creas que me iré de tu lado por eso *lo miras directo a los ojos*

En ese momento ambos tenían la cara muy cerca, Samael cerró los ojos y acortó lentamente la distancia entre ambos hasta tocar tus labios con los suyos.