- Capítulo 39 -

1K 68 35
                                    

Amelia y yo nos vimos por última vez esta mañana, se fue directo a la fábrica y asumo seguirá ahí, yo he pasado en el Hotel encargándome de la cena de esta noche con ayuda de Stephanie mi asistente, ella se comunicó con Jo por la tarde y se están ultimando detalles del lanzamiento de la fragancia, igual le comento Amelia vendrá a la cena con la mayoría de los empleados, yo enviaría un vehículo para que los recogiera; así que entiendo ella quiera esperar todos salgan para acá y venirse en su coche sola o con Jo.

Nosotras seguimos igual hablando en términos de nuestra relación, si está más activa pero en cuanto a trabajo se refiere, hemos cruzado palabras por trabajo y nada más, no sé por cuánto tiempo seguiremos en esta situación o al menos yo no sé cuánto más voy aguantar, trato de darle su espacio para no incomodarla; pero siento hay algo en ella que no logro entender aún, tengo ganas de tomar alguna terapia con ella para entenderla mejor, pero pienso sería invadir su espacio o que ella lo consideraría innecesario, aunque podría yo recibir alguna aparte.

La mañana y la tarde me concentre en que todo estuviera bien para esta noche, además de alguna que otra cosa de trabajo, acercándose la hora me fui de regreso a mi oficina, para cambiarme de ropa; no era un evento elegante solo era tener un gesto con mis colaboradores y una rica cena, así que escogí una blusa de tirantes celeste claro, pantalón blanco, saco blanco con puntos azul oscuro, stilettos del color de la blusa, cabello recogido en una coleta bien arreglada y pequeños retoques a mi maquillaje. Cuando mi asistente me notifico ya habían salido de la tienda, baje de mi oficina para dar la última revisada a todo y recibirles en la recepción, me apetecía ver a Amelia la echaba de menos.

Comenzaron a entrar y sonriente les daba la bienvenida, veo entrar a Jo con Teddy pero no veo a Amelia, ya casi hasta el final veo lo bonita que se ve, llevaba una blusa amarilla manga corta dentro de una falda azul larga, era de estampado floral y se abría un poco de la pierna izquierda, el tono de sus zapatos era amarillo pero mostaza a diferencia del amarillo de su blusa, pero combinaba; trae el cabello recogido y es cuando note no venía sola ya que había subido la mirada, una mujer de unos posible cincuenta la acompañaba.

Al entender Amelia aun no iba a despedirse de ella, camine hacia donde sería la cena, pero seguía con la idea de saber que hacia; así que me quede en la entrada y de lejos podía verla, percibí que su actitud cambiaba con esta persona y estaba más tranquila, esta señora de vez en cuando rozaba su brazo o alguna vez su mejilla, Amelia estaba de acuerdo con eso o no era consciente de que lo hacía, parecían viejas amigas; el problema no es si son amigas realmente, si no que estaba permitiendo de cierta manera un toque que si yo realizo en este momento con ella, su cuerpo se pondría rígido; hace un tiempo no mantengo una conversación con ella que no sea solo de trabajo, pero bien puede estar con esta señora hablando de todo o nada pero verse cómoda, al menos es lo que estoy notando pero no sé si estoy imaginando cosas o realmente está pasando algo.

La cena fue muy agradable me permitió hablar con mis trabajadores en un ambiente tranquilo, disfrutaron del vino y la comida; les agradecí por el trabajo realizado durante estos seis meses y que se siga manteniendo el mismo personal hasta la fecha, volvimos a casa para descansar. El fin de semana se trabajó normal, ya que la tienda abría y debíamos aprovechar estábamos aquí, mi madre nos visitaba por la noche y eso hizo más llevadero el silencio, durante la semana Amelia hizo revisión de producto, habíamos acordado se haría algo sencillo para el lanzamiento, que es en dos días; seria en la terraza con trabajadores, mis amigos, familia y unas amigas de mi madre que no querían perdérselo, destaparíamos champagne y tendríamos bocadillos, además una revista y un periódico cubrirían el lanzamiento.

Nos reunimos en mi oficina, para dar el visto bueno a las dos vallas publicitarias que amanecerán el día que sale, así como las nuevas imágenes que se colocaran en la tienda, cuando la reunión termino todos se levantan y le pido a Amelia quedarse un momento, me mira pero se vuelve a sentar y espero cierren la puerta para hablar "No sé cómo decirte esto, pero el día de la cena te vi con esa señora por un momento pero note más simpatía en tu actitud, que la que has tenido conmigo estos últimos días o semanas, quiero saber qué está pasando o si estoy loca, porque eso es algo que me ha robado el sueño por días y la verdad es que ya no quiero seguir con esa duda, respóndeme ¿Porque permites una extraña invada tu espacio personal? Y también ¿Por qué yo no puedo ni siquiera darte un beso en la mejilla? porque se es algo que te incomoda" digo directamente, no sabía cómo endulzarlo.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora