- Capítulo 7 -

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Cuando regresó de la habitación, llevaba puesta una bata igual de corta que la de aquella ocasión, la diferencia es que ésta es de encaje y color crema; se sentó junto a mí en el sofá y me sonrió de forma bastante sensual, olía a algo distinto; una fragancia no muy fuerte pero si agradable "¿Qué es?" le pregunté. Mientras yo me acurrucaba un poco en ella, me pareció extraño que ella me lo permitiera "Es mi perfume, me lo preparan en Los Ángeles" contesto "¿En Los Ángeles?" pregunté, sentándome en una posición frente a ella.

"Así es, una señora muy amable se dedica hacer esto, a veces cojo un avión y me voy a Los Ángeles, cuando quiero estar sola; así que cuando estoy ahí y veo que necesitaré uno nuevo, le voy a buscar a ella, ven aquí" me susurro. Se inclinó sobre mí y las dos nos dejamos caer en el sofá "¿Qué lleva tu perfume?" pregunté, un poco atontada, "Es un secreto" no estaba dispuesta a dar más información "Si quieres seducirme, no necesitas de una fragancia como esta, estoy loca ya por ti" dije, aún aturdida "Ya lo sé, pero así es mucho mejor" me acariciaba muy despacio.

Sus manos recorrían todo mi cuerpo, su boca en mi cuello, me sentía muy excitada y esos movimientos me torturaban al mismo tiempo, el sofá de un momento a otro me parecía muy estrecho, de alguna manera ella notó mi incomodidad, entre beso y beso; me dio una sonrisa y se inclinó a un botón en la pared al lado del sofá, aquella cosa se inició a mover y sentía como se iba haciendo más ancho ¡Vaya! Es que es sofá cama, la verdad no me esperaba esto se fuera a estirar, ella siguió besándome donde podía "¡Cielos!" jadee, casi sin habla "Ajá, ahí es donde vas a llegar muy pronto, espero".

Sus manos vagaban por mi cuerpo, me retorcía del placer; menos mal que el sofá ahora si era lo bastante grande, me desnudó con tal habilidad; la rodeé con los brazos y la atraje hacia mí, esta cercanía y estos besos son distintos, no suele tener esta actitud siempre, al cabo de un rato soltó el nudo de su bata, iba totalmente desnuda debajo de ella; la verdad no me sorprende. Acaricie sus pechos y su piel, como si fueran los míos; sólo que con mucha más pasión "Es Maravilloso" dije, entre gemidos; ella seguía sobre mí y me tapaba con su adorable cuerpo, como si fuera una manta cálida y suave.

Siguió subiendo hasta llegar a la altura de mi boca y me beso, "Si, así debes de sentir, todo maravilloso hoy, quiero sea algo distinto" me beso, cada vez está más excitada, me costaba un gran esfuerzo respirar y sin embargo, lo único que quería era que me abrasara. Muy despacio y con mucho cuidado, se alejó de mi boca "¡Oh, no!" protesté, aunque débilmente, ella se acercó a mi oreja y me besó "Solo tengo una lengua, cariño" me susurro, en un tono muy sensual, después empezó a descender por mi cuerpo, tan despacio que me parecía una tortura, de repente algo me golpeó los sentidos, ella me ha llamado ¿Cariño? Será que se confundió o algo, porque antes de eso ella solo me llamaba Cielo, seguramente para ella esas palabras no son nada, se lo ha de decir a todas.

Me erguí un poco y gemí en voz alta, se adueñó completamente de mí y yo me sentí incapaz de aguatar más, "Por favor, no puedo más..." dije, ella siguió acariciándome y besándome en distintos sitios al mismo tiempo, ¿Cómo lo hace me preguntaba? Se llevó la boca directo a mi coño, movía esa lengua muy bien ¡Dios! Siento venirme, ella pega su boca a mi clítoris y chupa, sin más siento sus dedos; entró con tres dedos en mí, yo solté un gemido y la sentía moverse, su lengua en mi clítoris y sus dedos dentro, me harían explotar muy rápido, el placer invadía todo mi cuerpo, esa sensación tan fuerte se adueñaba de mí, no podía detenerme más; así que me corrí, mi cuerpo se agitaba y yo me entregaba completa a ella, mientras trataba de recuperar la respiración, con los ojos entrecerrados miré que me observaba y no podía en ese momento definir su mirada.

Me desperté con la mente llena de pensamientos agradables, me ardían los pechos y entre las piernas seguía notando palpitaciones, me di vuelta en el sofá y estiré un poco el cuerpo, estaba sola; desnuda obviamente, pero al parecer ella colocó una manta encima, de cierta manera sé que me hubiese gustado despertar con ella al lado, noté mi ropa estaba puesta a un lado, mis zapatos también. La ventana estaba abierta, pude notar estaba oscuro, así que asumo es de noche ya; un pequeño ruido llamó mi atención, ella estaba en la cocina de espalda, no ha notado que desperté, así que tomé mi ropa interior y me lo puse, luego el pantalón; pero no está mi camisa, al ponerme de pie y caminar hacia donde estaba, noté que lo que ella llevaba encima era mi camisa de botones.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora