- Capítulo 32 -

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Amelia.

Hoy ha sido uno de esos días que solo quiero estar sola, me sirve estar en mi oficina encerrada pensando en otras cosas, quien diría yo un día dentro de una oficina y que fuese mía, creo que ni en mis mejores sueños me vi de esta manera, ayer fue una noche que obtuve demasiada información que aún no estoy lista para procesar, al mismo tiempo Cate tiene razón no puedo huir de los problemas, pero igual necesito un poco de espacio entre nosotras; así que desde que llegamos no le he visto. Cuando me avisa me espera en el coche, me tome mi momento de apagar el computador, ordenar unos papeles y me fui al elevador, justo llegando a la primera planta note no traía mi móvil, así que me toco subir de nuevo; lo busque en mi escritorio y había quedado debajo de un papel que moví de último momento, volví a bajar y me topé con el de seguridad, iba un momento al baño, así que le dije yo pondría la alarma; por suerte Cate me enseño hacerlo.

Caminando hacia el parqueo note algo en el suelo, cuando me acercaba más sabia era Cate, por su estatura y la ropa, corrí con dificultad por las sandalias altas "¡Cate! Oh Dios... Cate quédate conmigo no puedo perderte a ti también ¡Ayuda! Dios donde está mi móvil" me había puesto de rodillas a su lado, comencé a buscar donde metí el móvil, recordando estaba en mi bolsillo trasero del jeans, llame al 911 "No, ella tenía los ojos abiertos cuando me acerque, pero se ha desmayado y no sé qué hacer" le explicaba a la señorita, ella me daba instrucciones como por ejemplo hacer presión en la herida, pero ella seguía perdiendo cada vez más sangre; traía un traje completamente blanco y ahora estaba lleno de su sangre "¿Tendría usted una chaqueta o algo para hacer presión?" pregunta la mujer, la verdad no tenía nada conmigo, así que sin más me saque el top que traía y lo presione en la herida.

Me acomode a como pude a Cate en las piernas, estaba sentada en el suelo con la mujer que amo desangrándose, en sostén y esperando una ambulancia, de repente aparece él de seguridad "¡Oh Dios! ¿Qué ha pasado?" pregunta, con notable desesperación "No lo sé, la encontré así" él se ve preocupado, además pienso se ha de sentirse culpable, seguramente fue justo cuando él se levantó, no estaba pendiente de la cámara. Un momento después aparece la ambulancia y ella aún sigue inconsciente, la suben y subo con ella en la ambulancia, me entregaron una manta para medio cubrirme, llegamos al Hospital NewYork-Presbyterian súper rápido, abren las puertas y se bajan informando de inmediato el estado de Cate, yo no entendía nada de lo que decían.

Una mujer les dice la envíen a la cama tres de emergencia, yo me quedo ahí esperando; salen con Cate y la mujer se presenta conmigo "Soy la Dra. Audrey, el estado en que esta no nos permite examinarle bien, es mejor la llevemos de inmediato al quirófano, cuando terminemos de operar te buscare en la sala de espera, un interno te llevara ¿Qué es la paciente tuya?" me pregunta, quise hablar y no podía así que tome un respiro y ella me mira con cierta empatía "Mi novia, su nombre es Catherine Torres la asaltaron a la salida de su trabajo, mi nombre es Amelia" le contesto, me da una sonrisa imagino que para tranquilizarme "Bien, debo irme al quirófano con ella, tranquila Amelia haremos todo lo que podamos porque sobreviva, si puedes llamar algún familiar para que no estés sola esperando, yo te buscare luego; iré atender a Catherine que seguramente ya la estarán anestesiando" me explica y si más se retira.

Efectivamente aparece un interno y me indica donde sentarme a esperar, me tomo unos minutos relajarme y poder llamar a los padres de Cate, espero un momento y Lucia contesta "¡Hola querida!" suena tranquila, yo tomo valor para hablar "Hola, le llamo porque algo ocurrió, estamos en el Hospital NewYork-Presbyterian; alguien ataco a Cate" digo, sin hacer mucha pausa "¡Oh Dios! Salimos de inmediato para allá ¿Tu estas bien?" pregunta, ya suena más alterada y al mismo tiempo escucho a Carlos y Aria preguntando qué pasa "Si, yo la encontré cerca del coche; ella salió primero que yo al parqueo, podría molestarlos si me traen una camiseta o sudadera" les digo, no me siento cómoda estando así sin camisa, menos sabiendo ellos estarán junto a mí.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora