- Capítulo 40 -

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Encontrarán relatos de lo sucedido, así que me disculpo por el lenguaje utilizado.
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Nos habíamos quedado solo dos días más en NY, le avise necesitaba volver por trabajo, me dijo que estaba bien y prácticamente fue la última vez que hablamos, regresamos a París y cada una se metió de lleno en algo, yo en mi trabajo y ella estudiando como siempre al mismo tiempo que a distancia trabajaba, compartimos habitación y es todo; sé que come y está activa por Sarah, entendí no tenía sentido discutir más el tema ya que está claro que si ella quisiera hablar lo haría, solo que no quiere o tiene razón no sabe cómo, el presionarla a discutir las cosas no es la solución.

Debo admitir que yo no estuve bien en mí actuar, el día del lanzamiento había sido buen día y en su ánimo se reflejaba, al volver a casa debí morderme la lengua y no provocarla, ya habíamos discutido el tema y ella no cedió así que presionarla no iba a ser el medio, aun no sé cómo termino en casa de Alex; preferí mejor no preguntar ya que si ella quiere contarme repito lo hará, además sé que él es muy prudente y aunque le pregunte no me dirá nada, desde luego que no me llamo para avisar deja claro estaba siguiendo quizás los deseos de Amy. Yo en ningún momento me arrepiento de hacerle saber estaba harta, porque si no se lo decía explotaría de alguna forma más adelante, porque es verdad estoy cansada de que nos sigan pasando cosas y esto la afecte directamente a ella, no la justificó en su actuar pero soy una persona muy empática, así que trato de ponerme en su lugar por un momento, hay que recordar Amelia tiene veintiún años, ha pasado por mucho desde la muerte de sus padres.

Además debo reconocer ella había estado avanzando con sus terapias y su humor, así que no puedo cegarme ante eso; su actitud es normal es su escudo de protección, en algún momento ella sola bajara los muros y estaré ahí para ella, pero igual creo es bueno sepa un poco mi sentir, solo es cuestión de tiempo; al inicio nuestro silencio lo puso ella y era incomodo, actualmente estas dos semanas el silencio ha sido decisión mía y ella lo ha respetado ¿Aguantare más tiempo así? No tengo la menor idea a decir verdad, pero debo darle espacio y confiar que en el fondo ella también quiere estemos juntas, así que ella misma encontraría el camino a mí.

Habíamos caído en una rutina, así no chocábamos en la ducha; bajaba a desayunar sola con Sarah, me iba al trabajo y almorzaba allá, en ocasiones por trabajo me quedaba un poco tarde, así tratar temas de fuera de París porque hay que recordar la diferencia horaria, era más practico quedarme ahí para comunicarme con los encargados de los otros hoteles, discutir con el contador un poco sobre las finanzas y Angie ponerme al tanto de cosas, ella era mi mano derecha así que sabe todo lo que ocurre, igual hablaba con Stephanie sobre temas de la tienda, los perfumes les va muy bien y la joyería marcha sobre ruedas igualmente, en días debemos tener reunión para hablar un poco sobre la nueva colección, debo sentarme a pensar ideas y nuevamente con el que me ayudo a diseñar los dibujos ya que yo no puedo hacer ni un circulo.

Ayer sábado había trabajado hasta medio día, regrese a casa temprano para almorzar y trabajar por la tarde en unas llamadas desde mi oficina, me fui a la sala del anexo porque quería distraerme, inicie viendo una película y al final termine jugando, como les dije me ayudaba a canalizar las emociones, aparte de apagar mi cerebro un rato; Amelia sabia estaba en la parte de arriba, Sarah dijo que luego de almorzar le aviso estaría ahí, cuando yo me aburrí me fui a la habitación, me lavo la cara y dientes; me cambio al pijama y me voy acostar ya que estoy cansada ha sido una semana agotadora con el cierre de mes.

Como suelo dormirme primero yo, no tengo idea a qué hora se acuesta ella, en ocasiones despierto primero yo o hay días que cuando me levanto ella salió a correr o está nadando, me sentía hoy en un sueño profundo asumo era el cansancio, hasta que de repente siento un peso sobre mí, pienso que estoy soñando y quiero moverme pero no puedo, cuando me despierto de golpe efectivamente no puedo moverme, tengo un peso encima; trato de entender que pasa hasta que veo a Amelia sentada ahorcajadas sobre mí, me ve y es cuando noto sus ojos llorosos "¿Qué te pasa? ¿Te ocurrió algo?" pregunto rápido, no está herida eso se puede notar, tiene una sudadera Tommy gris que la cubre y lógicamente no puedo verle las piernas en esta posición.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora