- Capítulo 4 -

2.4K 122 24
                                    

Pasó una semana luego de aquella noche, yo sabía dónde vivía, su nombre y su número, pero no quería usar esa información; aunque deseaba verla nuevamente, pero no estaba muy convencida de querer pasar por lo mismo, ya que sabía que ella no me iba a tratar de forma distinta a esa noche. Llegué a mi oficina un poco tarde, Angie ya me esperaba para ponerme al día de todo, yo vivía en un Penthouse a dos calles del hotel; durante los primeros dos años viví en el hotel, pero quería mi propio espacio y no a mis trabajadores entrando siempre en él, así que si yo vivo a dos calles y Amelia vive a cinco, significa ella vive a tres de mí.

Durante el día fui tratando de resolver algunos inconvenientes, pero cuando me quedaba pequeños tiempos libres comenzaba a pensar en ella, miraba una rubia andar por el hotel y asumía era ella, así todo el rato que estuve andando por el hotel; generalmente me gusta comer en el restaurante para no ver solo las cuatro paredes de mi oficina siempre, así que Angie me tenía todo listo.

"Has estado como distraída últimamente ¿Todo bien?" pregunta ella, "Todo está bien, hemos tenido algunas renovaciones aquí, tú sabes que igual debo viajar a ver los otros hoteles, al ser mi asistente creo vives cargada del mismo trabajo que yo", menciono "Tienes un encargado de confianza en cada hotel, pero siempre serás desconfiada en que solo tú sabes cómo resolver, por eso siempre estamos a tope; pero me gusta mi trabajo" al menos eso es positivo, si no le gustara hace mucho habría renunciado; "Cada persona de confianza que tengo en esos hoteles, fueron personas que trabajaron años conmigo, por ejemplo; una vez que logremos concretar en qué países será el nuevo, evaluaré a las personas con las que estamos trabajando y ver quién me resolvería, tú claro que no; necesito estés para ayudarme" le aclaró, no puedo dejarla de gerente aquí si prácticamente es mi mano derecha.

"¿Aun sigues indecisa con las dos posibles ubicaciones?" pregunta, dando bocados a su comida "Si, pero ya resolveré eso; pero bueno ya mucho trabajo, es nuestra hora de almuerzo, deberíamos de tener una hora relajada y disfrutar la comida" digo, siempre todo es negocios; "Hace mucho que no sales por ahí" dice, bastante directa "¿A qué te refieres?" me hago la loca "Desde que Matt y Addison no están en NY, tú pocas veces sales a relacionarte y divertirte, tampoco recuerdo hacerte reservas en algún lugar últimamente" menciona, sí ella sabe todo de mí; "Me he concentrado en el trabajo y en hacer cosas para mí, la verdad no estoy interesada ahorita en conocer personas" digo "Entiendo" me dice, seguimos comiendo tranquilas "Tampoco te he escuchado hablar de alguna cita o algo parecido" menciono ahora yo, porque es verdad "El último era un idiota, así que por ahora estoy como tú, dedicándome tiempo a mí y mi trabajo" da un sorbo a su bebida "Al parecer es una buena opción" concluyo.

Seguimos comiendo y conversando un poco, Angie tiene veintiséis años es menor tres años que yo, cuando me mudé a NY para el nuevo hotel, necesitaba alguien que me ayudara, tenía a la asistente de mi padre una mujer veinticinco años mayor que yo, ella era muy amable y la conocía de años, ya que ha trabajado con él por mucho tiempo; mi padre confía en ella ciegamente, pero yo necesitaba mi propio equipo de confianza, tener mi asistente, abogado, contador y chofer que yo quisiera, no uno que le rindiera cuentas ya a mi padre, quería como cierta independencia.

Faltaba pocos meses para aquella mudanza, el hotel estaba por concluir con su construcción y yo debía de estar para encargarme a partir de ahí, para entonces yo había estado trabajando en el hotel de Miami, teníamos algunos jóvenes como pasantes; mi madre al ser abogada en su bufete también recibían pasantes, mencione el hecho que quería un equipo nuevo de confianza y así me recomendó un abogado, era recién egresado; Alex no tuvo problema en mudarse a NY, era bastante solitario y aún es muy reservado en cuanto a su familia y su pasado, Angie salió de los pasantes que estaban en el área administrativa del hotel.

Así fue como Alex con veintidós años y Angie con veintiún años, pasaron de ser pasantes a tener un trabajo más fijo conmigo; actualmente son mi personal de confianza y muy buenos amigos, como la idea es que vaya rotando cada cierto tiempo en los hoteles, así mantener el control de todo; nuestro tiempo en NY era temporal, pero las cosas fueron cambiando y nos quedamos oficialmente viviendo ahora en NY, ambos viven en el mismo edificio que yo, tres plantas más abajo. Con el tiempo fui creando aquí mi pequeño equipo de trabajo, cuando debo viajar sola, ellos dos me acompañan; Alex es mi abogado y en ocasiones asesor, Angie mi asistente y ayudante financiera, nunca necesité de un chofer honestamente era innecesario, debido que yo manejo; pero como mis padres tienen uno pensaban debía tenerlo, pero al final no lo necesité; si estoy con ellos dos, cualquiera de ellos maneja, aunque francamente da miedo que Angie maneje, tiene un estilo muy de película de terror, piensa el asesinó viene por ella.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora