- Capítulo 21 -

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Disfrutamos de un tiempo en la tina, el agua caliente y su cuerpo apoyado en el mío nos daba tranquilidad, Amelia me ha contado tanto que aún no sé cómo digerir toda esta información, sé que no pensaba verle y que quizás no aspiraba a poder tener algo con ella un día, pero hoy está entre mis brazos y tengo la oportunidad de convencerle que no tiene por qué seguir la vida que lleva, que hay buenas cosas y personas en el camino.

Sé que tres meses es poco tiempo pero hare que valga la pena, voy a lograr tenerla junto a mí para siempre; nosotras de conocernos tendremos dos meses y poco más no sé cómo me enamore tan rápido de ella, pero este es mi sentir y no quiero perderle; quiero sea mi compañera de vida y darle el mundo si es posible. Es muy joven y ha pasado por tanto, que es tiempo viva la vida como alguien de su edad y sin tantas preocupaciones, entiendo perfecto está sola ya que perdió a sus padres, yo no sé qué haría sin los míos aunque estén un poco locos.

Hoy si ella aceptaba verme sabía le contaría algunas cosas y proyectos, espero esté abierta a toda posibilidad ahora, porque es cuando más quiero acepte lo que pienso pedirle esta noche. Al salir de la tina la ayudo a secarse el cuerpo y su cabello, le digo que vaya avanzando a la habitación; así me da tiempo de secarme el cabello y el cuerpo; al salir la veo con ropa interior y sacando la ropa que usará, yo camino hacia mi closet a buscar ropa interior que una vez puesta, me dispongo a ponerme una camiseta negra con letras blancas, jeans azules rasgados; los cuales por cierto adquirí en LA, estoy consciente tenía como tres exagerado, ahora veo más; pero bueno busco unas sandalias planas tono verde y dejo el cabello suelto así peinarlo para que se me seque natural.

Salgo y ya está vestida, lleva un suéter con degrades celeste con azul, short blancos y tenis Nike negros, se está terminando de cepillar su cabello "¿Tienes hambre? Porque pensaba que bajáramos y preparar el almuerzo, pasar un tiempo aquí y luego alistarnos para salir a cenar" comente "Al parecer lo tienes todo calculado, podemos bajar y quizás ayudarte en pequeñas cosas, la cocina no es mi fuerte" dijo, mientras miraba un poco hacia el suelo cuando dijo lo último.

"No te preocupes me basta con tu compañía, pero si quieres aprender yo encantada de ayudarte en algunas cosas, aunque no estoy siempre en casa, Sarah es quien cocina y es estupenda" la veo con el ceño fruncido y recuerdo que los días que ella pasó aquí, nunca miro personal en mi casa; pero yo no quería tener a nadie aquí y les di el día, pero normalmente viene una persona encargada de la limpieza, Sarah me ayuda con la comida y llevar un poco la casa, aunque no viva conmigo pero si en el edificio; siempre suele estar aquí al pendiente pero cuando Amelia está en casa ella no está.

Ya en la cocina comienzo a ver que tengo y creo saber que hacer "¿Comes carne cierto?" pregunte, ella asiente con la cabeza "Si realmente quieres ayudar, puedes hacer la ensalada, lavas todo y luego lo cortas, este tazón es para cuando esté listo" comente dándole una sonrisa "Bien, soy capaz de hacer eso, no es que sea completamente nula, pero platillos fuertes como quizás lo que vayas hacer con esa carne, es que no puedo" explica tranquila, mientras la veo lavar los tomates. Tomo mi móvil y lo conecto al sistema de audio que tengo en casa, para tener algo de música y no estar en un silencio terrible, trabajamos cada quien en lo suyo y pude notar en ocasiones ella tomaba mi móvil y colocaba música, la dejé y me ayudaba a conocer sus gustos.

El clima estaba perfecto y la mesa en el balcón estaba bajo techo, así que pensé sería bueno comer ahí ya que el sol no molestaría, ordenamos todo en la mesa y aunque se ella no toma alcohol a menos de que sea pequeños tragos, abrí igual una botella de vino blanco para acompañar la comida y además es su cumpleaños número veintiuno; legalmente puede beber.

"¿No pensarás embriagarme?" Se le nota de buen ánimo "No, pero es para acompañar la comida, aunque sabes bien tengo otro tipo de bebida" asegure "Esta bien, por ahora estamos bien así, gracias" dijo, comenzamos a comer y ella a decir le gustaba la vista, la verdad es que de este lado de mi apartamento ver los edificios, las calles y un parque cercano te daba tranquilidad. Para el postre yo había comprado un pastel súper pequeñito, unos cupcakes que formaban el Happy 21st Birthday y lógico ella no lo esperaba.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora