- Capítulo 10 -

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Me desperté con un suave beso "Me voy" dijo, en voz baja; me senté en la cama y abrí más los ojos, la luz del día ya se filtraba en la habitación, ella llevaba la ropa con la que llego, no quería se marchara; pero sabía que no había nada que pudiera hacer, además me tocaba volver también al trabajo, de momento el sueño había terminado.

Tenía una taza de café en las manos "Es para ti, el ultimo café en la cama" dijo ¿Había un destello especial en su mirada? Puede que sea solo idea mía, le cogí la taza estaba sentada a los pies de la cama, pero en sus gestos no había ni el más mínimo erotismo "Jamás pensé que lamentaría marcharme, menos después de la forma en la que pare aquí" dijo, parecía realmente sentir lo que decía "¡Oh basta ya!" dije, desviando la conversación; ¿Por qué tenía que torturarme de esa forma? "No" dijo, con firmeza "Ha sido maravilloso estar aquí contigo, quiero que lo sepas".

Se comportaba como si aquella fuera una despedida definitiva ¿Acaso era realmente lo que quería decirme? Sentí el miedo hasta los huesos, la mire y trate de adivinar sus pensamientos, en su rostro había una expresión sincera y amistosa, pero también había algo más que yo no acababa de entender. Extendí un brazo y apoye mi mano sobre la suya "¿Me llamaras esta noche?" pregunte, quería estar completamente segura de que no tendría que ser yo quien la llamara, le eche un vistazo al despertador "Estaré en casa a partir de las seis".

"No puedo antes de..." la corte "Puedes hacerlo cuando tengas un rato" dije, no quería saber cuánto tiempo estaría ocupada con otras mujeres, al parecer ella ya tenía algunas citas concertadas, antes de tener sus vacaciones. Así que no iba a quedarme más remedio que acostumbrarme, había sido yo quien la había perseguido, ahora no podía responsabilizarme de mi aprensión, le sonreí "Estaré esperando".

"Si" dijo, un poco como dudando; sentía que algo le pasaba pero no sabía el que era "¿Qué pasa?" le pregunte, ella negó con la cabeza "Nada, es que no quiero irme todavía" contesto "Pues quédate un rato" dije, aún era un poco pronto. "Por desgracia eso no es posible, tengo que..." se interrumpió, aunque yo ya había entendido de que se trataba, tenía una cita a primera hora, y por la forma en que lo había dicho parecía el día iba a ser pesado, ese día de las diez clientas.

Seguramente cuando llegue la noche no podría ni tocarla, bonita forma de empezar me dije, se inclinó y me beso en la frente "¡Oh!" proteste "¿Ni siquiera me vas a dar un auténtico beso de despedida? Toma en cuenta no nos vamos a ver en todo el día" se echó a reír "Sabes cómo convencerme" dijo de buen humor, se inclinó sobre mí y se apoyó en la cama, le puse los brazos alrededor del cuello y me beso muy despacio, pero estaba claro que ella se contenía. Sin embargo; su beso prendió fuego en mi interior, un poquito más y a lo mejor lograba se quedara.

La abracé con más fuerza y suspire entre sus labios, ella se apartó con cuidado "No" me dijo, en tono cariñoso pero firme "Basta" sonrió "Tengo que irme de verdad". Me quede mirando sus hermosos labios y me pregunte en que momento los besaría la próxima mujer ¿Qué pasa si ya esa mujer la estaba esperando? Me invaden los celos, pero trate de calmarme ya que no era ni el momento ni el sitio para una escena "Vale" dije, sin darle a mi voz ningún tono en particular "Pues hasta la noche" me rozo la mano y se marchó.

A lo largo del día no tuve tiempo para pensar en ella, debido a mi ausencia el trabajo y proyectos se habían acumulado, mi mesa estaba repleta de documentos, pero al finalizar la tarde ya podía ver la superficie de ella, cuando abrí la última su recuerdo volvió a mí, fue cuando la nostalgia me golpeo. Le eche un vistazo al reloj, en una hora estaría posiblemente en mi casa y no tenía idea de cuando llamaría y yo no podía hacerlo, a saber que estaría haciendo en ese momento, aunque la verdad prefiero no imaginarlo.

Luego de un rato ya estaba cansada deseaba llegar a casa y darme un baño, pedí mí choche estuviera listo; así que tome mi bolso y camine a la entrada, por suerte vivo relativamente cerca, ya que en menos de diez minutos estoy entrando ya a mi casa. Subí y de inmediato busque como darme un baño tranquilo, al tener tanto trabajo hoy me siento tensa, así que estar metida en la tina con agua caliente relaja un poco, por lo menos estaré unos minutos.

Mi Vida Entre Tus Piernas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora