Cuando los cuatro amigos entraron en el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, la profesora Umbridge ya se encontraba sentada en su sitio. Llevaba la suave y esponjosa chaqueta de punto de color rosa que había lucido la noche anterior, y el lazo de terciopelo negro en la cabeza.
Al costado de Atenea estaba Harry con una cara de disgusto igual a la de ella. Antes de entrar a la clase, ella hizo un comentario sobre la vestimenta de la profesora que hizo reír a su compañero.
– Parece una mosca sobre un sapo rosa ¿verdad?
– Justo en eso estaba pensando.
Atenea buscaba con la mirada a cualquiera de sus amigos para ver con quien sentarse durante la clase. Se llevó una gran decepción al ver que dos de sus amigos ya estaban sentados juntos. Ella no era una persona de muchos amigos, se conformaba con pocos. Fiel a sus principios, pasó de lado a Pansy y Blaise y se sentó al costado de Draco.
– ¿Qué haces? – preguntó Draco.
– Bueno... sentándome, ¿no es evidente?
– No seas sarcástica conmigo Avramidis.
– Pues si no quieres que sea sarcástica contigo, no preguntes "¿Qué haces?". Por Merlín, Malfoy, ni que te estuviese mordiendo.
Draco, riendo tras el último comentario de su compañera, sacó todos los libros necesarios para la clase.
Los demás alumnos guardaron silencio en cuanto entraron al aula. Nadie sabía cómo reaccionaría la profesora Umbridge, ni lo estricta que podría llegar a ser.
– ¡Buenas tardes a todos! – saludó a los alumnos cuando por fin se sentaron.
Unos cuantos respondieron con un tímido «Buenas tardes».
– Así saludan a su profesora? Me gustaría oírlos decir: "Buenas tardes, profesora Umbridge". Volvamos a empezar, por favor. ¡Buenas tardes a todos!
– Buenas tardes, profesora Umbridge – gritó la clase.
– Así está mucho mejor. ¿Ha sido tan difícil? Guarden las varitas y saquen las plumas, por favor.
Atenea volteó a ver a su compañero de mesa con una mirada de pocos amigos, la que fue correspondida. Todos guardaron su varita en la mochila y sacaron la pluma, la tinta y el pergamino. La profesora Umbridge abrió su bolso, sacó su varita, y con unos ligeros golpes en la pizarra, apareció escrito:
"Defensa Contra las Artes Oscuras: regreso a los principios básicos"
– Perfecto, hasta ahora el estudio de esta asignatura ha sido muy irregular y fragmentado, ¿verdad? – preguntó con un tono que parecía más una afirmación que una pregunta – Por desgracia, el constante cambio de profesores, muchos de los cuales no seguían, aparentemente, ningún programa de estudio, aprobado por el Ministerio, ha hecho que se encuentren, muy por debajo del nivel que nos gustaría que alcanzaran en el año del TIMO.
Un ligero grito de exclamación se escuchó en la sala, haciendo que todos mirasen a Hermione.
– Sin embargo, nos complacerá saber que ahora vamos a reparar esos errores. Este año seguiremos un curso sobre magia defensiva cuidadosamente estructurado, basado en la teoría y aprobado por el Ministerio. Copien esto, por favor.
Dolores volvió a golpear la pizarra y aparecieron escritos los «Objetivos del curso».
Durante un par de minutos en el aula sólo se oyó el rasgueo de las plumas sobre el pergamino, y uno que otro suspiro pesado. Cuando los alumnos copiaron los tres objetivos del curso, la profesora preguntó:
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Feel Something |Draco Malfoy|
Fanfiction- ¡Expecto Patronum! - gritó Draco con todas sus fuerzas. Pero, sin ver resultado alguno, Atenea tuvo que invocar ella misma a su Patronus, para encerrar nuevamente a los dementores a la caja. - No puedo hacerlo. - Si puedes, sólo tienes que pensar...
