A la semana siguiente del partido, durante el desayuno, la lechuza de Atenea entró por la puerta del Gran Comedor y le dejó el periódico de "El Profeta" sobre la mesa.
Si había algo peor que empezar la semana en un lunes, era una foto de Dolores Umbridge con el titular de: "El ministerio emprende la reforma educativa y nombra a Dolores Umbridge primera suma inquisidora".
– Esto no puede estar pasando – susurró Atenea, mientras apretaba las hojas causando que se arruguen, para luego girar el periódico hacia sus compañeros.
– ¿La profesora Umbridge "Suma Inquisidora"? – leyó Blaise – ¿Eso qué significa?
Atenea empezó a leer el artículo en voz alta:
"Anoche el Ministerio de Magia tomó una decisión inesperada y aprobó una nueva ley con la que se alcanzará un nivel de control sin precedentes sobre el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Hace tiempo que el ministro está preocupado por los sucesos ocurridos en Hogwarts. Recientemente, el 30 de agosto, se aprobó el Decreto de Enseñanza numero 22 para asegurar que, en caso de que el actual director no pudiera nombrar a un candidato para un puesto docente, el Ministerio tendría el derecho a elegir a la persona apropiada. Así fue como Dolores Umbridge ocupó su actual puesto como profesora en Hogwarts."
Atenea terminó de leer, dejó el periódico y miró a sus amigos.
– ¡Vamos a morir! – exclamó la chica dramáticamente mientras dejaba caer su cabeza sobre sus brazos cruzados, apoyados sobre la mesa.
Al lado suyo se encontraba Draco, quien, involuntariamente, miró la mano derecha de Atenea, viendo el débil trazo de las palabras que la profesora Umbridge le había obligado grabarse en la piel.
Un escalofrío bajó por su espalda, al pensar lo que podría pasarle a su amiga estando bajo el mando de Umbridge.
– Bueno, basta de melodramas. Vámonos antes de que empiece a supervisar las clases y lleguemos tarde.
Atenea esperó a que Draco se levantase de su asiento para así poder dirigirse a las clases.
Desde que pasó el accidente la semana pasada durante el juego, Atenea estuvo acompañando a su amigo, quien se quejaba por el dolor que sentía en su tobillo, sin embargo, desde el momento en que la enfermera le dio ese vaso con el líquido humeante, él ya no tenía malestar alguno. De hecho, además de gustarle la atención que le brindaba, le gustaba la compañía de su amiga.
– Ya pasó una semana y todavía te duele. ¿No quieres que te acompañe a la enfermería para que te den un calmante más fuerte? – le preguntó Atenea, con el ceño fruncido.
– ¡No! No. Estoy sintiendo que voy mejorando – se apresuró a contestarle.
Atenea le iba a insistir nuevamente, pero antes de que hablase se escuchó el grito de una mujer fuera del comedor.
– ¿Quien...? ¿La voz viene del vestíbulo? – preguntó confundido.
Ella asintió tras la pregunta de Draco, y nuevamente se escuchó como la mujer volvió a gritar. Atenea agarró el brazo de su compañero para caminar a paso rápido hacia la puerta del comedor.
Los gritos se escuchaban cada vez más fuertes a medida que se acercaban hacia el vestíbulo. Cuando llegaron, los estudiantes ya se habían aproximado, rodeando la escena, para ver qué pasaba. Caras asombradas y aterradas veían como la profesora Trelawney estaba de pie frente a Umbridge, junto con dos grandes baúles, completamente alterada.
– ¡No! ¡Esto no puede ser! ¡Me niego a aceptarlo!
– ¿No se imaginaba que esto iba a pasar? – preguntó la profesora Umbridge – Pese a que usted es incapaz hasta de predecir el tiempo que hará mañana, debió darse cuenta de que su lamentable actuación durante mis supervisiones, y sus nulos progresos, provocarían su despido.
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Feel Something |Draco Malfoy|
Fanfiction- ¡Expecto Patronum! - gritó Draco con todas sus fuerzas. Pero, sin ver resultado alguno, Atenea tuvo que invocar ella misma a su Patronus, para encerrar nuevamente a los dementores a la caja. - No puedo hacerlo. - Si puedes, sólo tienes que pensar...