CAPITULO 26

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"Tu corazón se ha invertido, alimentando las mentiras de todos".

—Motionless un White–Immaculate misconception.

...

— ¿Has sabido algo sobre Manson?—preguntaba travella a Carla mientras habría una caja de galletas en la cocina.

Cuando el estaba preocupado, le daba mucha hambre.

— No—contestó Carla algo pensativa y distraída— Hace un día que no lo veo, ¿Fui demasiado dura con él?—preguntó.

Travella la observó, llevándose una galleta de chocolate a la boca.

— Hay que llamarlo, Tenemos que disculparnos—dijo atragantandose con la galleta.

Carla lo observó con disgusto.

— ¿Disculparnos?—respondió cruzándose de brazos— ¡Te estaba ahorcando!, El merece disculparse, no tu, tu solo quieres ayudarlo, eres como su conciencia.

Travella le ofreció una galleta, ella se la arrebató frunciendo el seño.

— Igual, tenemos que contactarnos con el—suspiró observando la descripción de la caja de galletas— el hace tonterías cuando está enojado, y esas tonterías pueden ser muy peligrosas.

— Bien, tu ganas—respondió Carla quitándole la caja de galletas— Pero me darás esas galletas a cambio.

Travella entre abrió los ojos mientras Carla se iba con sus galletas.

— ¡Genial!, Los sacrificios que tengo que hacer por el—dijo para si mismo, entonces fue tras Carla para recuperar sus galletas.

...

¿A dónde me llevas?—preguntaba Manson, caminando con rapidez y siguiendo los pasos de Valentina.

La morena soltó una risa, se giró en su dirección observándolo con diversión.

— ¿Te cansaste de caminar tan rápido?—respondio Valentina dándole un par de palmadas en el hombro— Te creía más resistente.

— Y yo te creía menos irritante—respondió Manson enojado— Tu voz es muy molesta.

Valentina Rodó los ojos.

— ¿No te has escuchado hablar a ti mismo?, Pareces un robot con esa voz tan desinteresada y ronca.

Ignorando sus palabras, Manson continuo caminando, Valentina volvió a reírse de el con discreción y volvió a tomar la delantera.

Luego de un rato ambos llegaron a su destino.

Se trataba de una casa en el bosque, una hecha de madera oscura, con ventanas y puertas de vidrio.

— Bienvenido a mi hogar—dijo Valentina, acercándose a la puerta de su casa.

Manson siguió sus pasos observando el lugar.

— Hay mucho silencio por aqui—habló Manson.

— Me gusta la Tranquilidad.

Dicho esto ambos entraron a la sala.

Era un conjunto espacioso de una batería de sofás unidos entre sí, formando un arco, todos apuntando a la pared, donde se encontraba un televisor, bajo el televisor estaba un cajón lleno de libros.

Valentina desapareció por la puerta que conducía a la cocina, Manson procedió a sentarse en uno de los sofás, estaba observando el lugar, cuando fue interrumpido por su teléfono en una llamada, al ver que se trataba de Travella, decidió ignorarlo.

Valentina apareció tiempo después con un par de tazas de café, ofreciéndole una a Manson.

El la tomó.

— ¿Te gusta?—pregunto ella refiriéndose al lugar.

— es muy acogedor—respondió Manson tomando un sorbo del café.

Manson empezó a tener un poco de sueño, de repente su cabeza empezó a dar vueltas y se sintió mariado.

— Me siento extraño—respondió confundido, observó el cafe— ¿Que has hecho?—pregunto tratando de levantarse.

Sus pies temblaron y perdió el equilibrio.

Valentina se arrodilló y lo observó con astucia.

— Solo hice mi trabajo, dulces sueños querido—dicho esto ella se levantó.

Manson empezó a sentir un sueño profundo.

— ¡Valentina!—trato de gritar, pero su fuerza solo alcanzo a susurros forzosos.

Dejó de luchar contra el efecto y siguiendo de esto, se desmayó inconciente.

Valentina se apresuró y lo arrastró hacia uno de los cuartos amarrándolo a una silla.

— Lo lamento primito, aunque no lo creas, te estoy salvando la vida—dijo plantándole un beso en la frente.

...

Manson© ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora