DISTURBIA (Kakarin) (Kakayama)

Parte 20

-No tienes pensado despertar ¿eh?- Rin acaricio ese rostro con tanta calma, en ese cuerpo delgado y pálido quedaba poco del hombre que amó - ¿sabes? conocí a dos personas bastante extrañas, de alguna manera me siento bien a su lado, no te podrías imaginar todo lo que nos ha pasado, tampoco lo mucho que he perdido, ni lo jodida que estoy sin ti- respiro profundo y dudó de las palabras que usaría para continuar -ellos están tan rotos como yo, somos un trio que solo suma desastres, me gustaría que los conocieras, pero parece que no será posible- el llanto comenzó a desbordarse por sus ojos nuevamente- me gustaría que me dieras una señal, una puta pista de que debo hacer ahora ¿Qué harías tu si estuvieras en mi lugar? ¿me dejarías ir? –

La semana de hospitalización de Kakashi había pasado estúpidamente rápido. La ridícula y pálida habitación con su incómodo y asqueroso silencio, le habían dado el espacio propicio para organizar sus acciones, además de un sentimiento caótico casi desconocido para él, la gente solía llamarlo arrepentimiento, él podría definirlo sencillamente como una carga en el pecho, como la necesidad constante e inevitable de querer regresar al pasado y hacerlo mejor. La puta vida debería venir con la opción CRTL + Z, pero no es así, solo le quedaba hacer lo que podía con el presente.

-Creo que lo mejor es dejar todo hasta aquí- ver el rostro del doctor lo incomodaba –lamento mucho haberte lastimado, pero no siento lo mismo que tú, no lo podré llegar a sentirlo ¿tú ya lo sabes cierto? –

- ¿hay alguien más? - con una tormenta en los ojos y un terremoto en sus manos, el doctor logró articular esa frase

-desde siempre, no es que haya alguien especial, han sido muchas personas, ni siquiera se sus nombres- honestidad, era lo único que le podía regalar a Iruka en estos momentos- te he fallado y te he mentido como a nadie, no te pido una disculpa por que no la merezco-

- ¿es por ese chico Yamato? - el doctor creía que si miraba firmemente el suelo su dolor se desvanecería y no se sentiría tan humillado

- ¿me estas escuchando? te dije que te he sido infiel un sin número de ocasiones y ¿me preguntas por él? – Kakashi no podía entender esa pregunta

-estos días los he visto y con él te comportas muy diferente a como lo haces conmigo- pronunciar esas palabras era doloroso, ese pensamiento lo había invadido desde que los vio riendo días atrás.

-él es mi amigo- dijo esto con tanta confianza, con tanta naturalidad y con tanta sinceridad. De corazón así lo sintió, no sabía los límites de una amistad, pero que increíble poder confiar y contar con él, con ellos. –y por si no lo notaste el día que lo conociste, él estaba interesado en ti-

Yamato escuchaba toda la conversación desde la puerta de la habitación. Quería morirse, maldito Kakashi y su nueva lógica de la honestidad. Entró con rapidez, quería interrumpir ya mismo la conversación.

-hola Iruka –dijo levantando la mano animadamente de la manera más torpe, recibir una respuesta hubiese sido un milagro, pero ya sabemos que no existen

-el doctor me entregó tus papeles de salida- dijo Yamato con la cara más roja que un tomate –nos vamos ¿sí?

En ese momento el doctor salió tan rápido, que no pudo ver su cara llena de lágrimas, vergüenza y celos.

-¿escuchaste algo? Le pregunto el peliplateado

-el final- dijo con mucha rabia el castaño - ¿Por qué me aventaste de esa manera? - El castaño sentía incomodidad y dolor, escuchar decirle al doctor que eran solo "amigos" le punzó el pecho. Los últimos días habían creado algo que no sabía cómo explicar, era obvio al menos para él, que se regalaban miradas fugaces, miradas únicas y cómplices.

-te intente ayudar, sé que la última vez que lo viste te gustó y yo la cagué- dijo Kakashi agachando la cabeza

- ey ¿Dónde dejaste al idiota engreído que conocí? – le decía el castaño ayudándolo a pararse de la cama

-ya te lo dije, ahora haré las cosas bien- decía el peliplateado sentándose en la silla de ruedas, mientras el castaño se ubicaba detrás para empezar a sacarlo de la habitación - ¿Dónde está ella? -

-ella está pidiendo el taxi, está esperándonos en la entrada principal, pero aún no acepta quedarse en mi departamento, está más que decidida a dejar de vernos-le respondió el castaño recordando la conversación que tuvo con la mujer días antes.

En silencio llegaron al departamento de Yamato, con mucha dificultad lograron llegar al piso, Yamato había organizado la habitación principal para el mayor, lo dejaron sobre la cama. Rin tenía la intención de salir del lugar se despidió agradeciendo a ambos con mucha rapidez.

- por favor hablemos, quédate esta noche y hablemos- le dijo e peliplateado

Durante los días de hospitalización los dos hombres se habían contado casi todo lo que sabían de Rin, así que Yamato ya sabía más detalles de sus encuentros, entre algunas anécdotas incluida la de Iruka y Kakashi del embargo y de su situación económica, pero ninguno había hablado de sus propias mierdas.

-tranquilos sé que todo lo que ha pasado en estos días ha sido de locos, pero no paso a mayores, no debes sentirte culpable, yo fui quien decidió ir a ver a Iruka cogiendo y yo decidí salir ese día del baño- la mujer termino de hablar y retomo el rumbo –yo sola me metí en esta mierda, yo sola me puedo sacar-

-eeey espera, te debo mucho dinero, déjame pagártelo... sé que no tienes donde quedarte, no podrás seguir quedándote en el hospital a escondidas por mucho- gritó el peliplateado

La mirada de Rin apunto con una rapidez sorprendente hacia Yamato - ¿y a ti quien te dio permiso de contar mis cosas? – ella se sintió vulnerable y perdida, la voz le tembló, se sintió traicionada - ¿Por qué putas no te preocupas de tus problemas y de tus putos ataques de pánico? Yamato eso de ser el gran samaritano y ayudar a una jodida como yo ¿no te va a joder más? –

Los dos hombres quedaron en completo silencio, habían pensado que ella terminaría cediendo con facilidad. Kakashi era aún más idiota, pues ya sabía que a pesar de ser calmada y serena también podía ser violenta y caótica.

-Y tú...- dijo caminando con seguridad hacia el peliplateado - ¿Qué putas esperas viviendo conmigo? - decía mientras se subía la manga de su camisa y mostraba su cicatriz- ¿qué esperas de vivir con dos personas con varios intentos de suicidio? ¿un suicidio doble? –

Kakashi no salía de su asombro ¿ambos se habían intentado suicidar?

-me imagino que eso no se lo mencionaste ¿cierto? - le decía la mujer al castaño que no podía hablar, el llanto volvió y la arrastró con tanta fuerza –estoy segura de que ninguno quiere esa mierda, solo nos vamos a untar más-

- Hay que aprender a usar como abono toda esa mierda y crecer- dijo Yamato abrazándola –perdóname-