—Mmh... —asintió rendida, ladeando un poco la mirada.
La emoción del momento invadió al pelirrojo, quien sonrió victorioso y conforme ante la respuesta dada por ella. Un sutil brillo se manifestaba en sus dorados iris, y un rubor por lo tierna que se veía su acompañante.
—Siempre quise hacer el avioncito con alguien —mencionó Seven—, pero mi sirvienta... bueno, digamos que se ponía un poco agresiva.
El pelirrojo remembraba cada corto instante en el que Vanderwood lo amenazaba con impactarle un puñetazo en la cara si volvía a acercarse más de medio metro con algo de comida en sus manos. Sintió un escalofrío recorrerlo.
Ella rió, captando a medias la referencia hecha por él. Sin embargo, lo que más le causó gracia fue el rostro desconcertado e inquieto del muchacho gracias a aquel recuerdo.
Su cabeza estaba en proceso de análisis con cada movimiento que realizada el de anteojos. Debido a las notorias acciones suyas, Cassy dedujo que el «avioncito» era prácticamente acercar comida de una forma extraña a otra persona; pues, eso estaba haciendo Luciel. Hacía círculos en el aire e imitaba ruidos raros de autos de carreras, como en las películas que había visto ella junto a Jaehee; los infaltables «fiumm» y «brrr» que —según Luciel— le agregaban acción y vida al avión de pizza.
Con lentitud y una actitud juguetona, aproximaba el trozo cuidadosamente —para no ensuciar nada dentro— hacia la azabache. Antes de continuar acercando más la pizza, su mano libre viajó con delicadeza hasta el rostro de la fémina; precisamente situándola en un lado de su mandíbula, para así levantarla unos centímetros. Cassy se sonrojó al segundo en que notó los dedos del muchacho en contacto con su piel, y buscaba de reojo algún sitio al cual observar por el nerviosismo que aún le producían este tipo de acercamientos con él. Mas, se percató de algo que la dejó todavía más nerviosa.
La mirada del muchacho se había quedado quieta en sus labios por seis segundos, contados por ella misma.
Cassy lo vió hundiendo las cejas en confusión, y su mente se inundó con sospechas, pero lo que más le hacía ruido mental era que le esperaba alguna broma.
Un tenue carmín decoró espontáneamente las mejillas del pelirrojo.
Qué lindo, pensó curvando sus labios, sin darle demasiada importancia a sus sospechas, pues; ya se estaba acostumbrando a los peculiares juegos suyos.
Él gruñó y murmuró algo casi imperceptible para la pelinegra, dejándola todavía más desorientada. ¿Ya no quiere darme pizza? Se cuestionaba, preocupada de que en ese momento sí la quisiese para él solo.
Su inquietud creció al no sentir la calidez de sus yemas en su mandíbula.
Esos orbes dorados la estaban estudiando directamente y sin discreción alguna, había dirigido su vista a una zona precisa para ponerla nerviosa. Ella tragó saliva al captar el claro brillo con el que observaba ansioso la oscuridad de sus ojos.
Lo que más le pareció raro fue el inexpresivo rostro de su acompañante, sumándole confusión a su cabeza.
Decidió esconder un tanto su nerviosismo para preguntar qué ocurría.
—¿Seven? ¿Pasa algo?
Dejó el pedazo que tenía con anterioridad dentro de la caja de pizza, junto con el resto. Pero sus mirada seguían conectadas, resplandeciendo al ver la belleza del contrario. Hasta que se acercó, un segundo fue más que suficiente para que el pelirrojo fuese ágil y la atrapase en un dulce beso que tenía muchas ganas de repetir desde la última vez.
ESTÁS LEYENDO
connected ;; saeyoung
FanfictionPorque nuestra conexión es más fuerte que ese forzado vínculo. ¿Qué importa que seas de otro mundo? Nuestro lazo es único, especial y adictivo. ══════ • Fanart de la portada: @Reii_70707 en twitter.