Porque nuestra conexión es más fuerte que ese forzado vínculo.
¿Qué importa que seas de otro mundo?
Nuestro lazo es único, especial y adictivo.
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• Fanart de la portada: @Reii_70707 en twitter.
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Perdido en sus cavilaciones y sumergido en sus fantasías.
Así estuvo minutos sin siquiera poner un dedo en el teclado. Su reacción fue tardía, pero necesaria; pues sus pasos fueron sus guías improvisados después de cuestionarse el acercarse a ella o no.
Se quedó quieto frente a la puerta del baño, la impaciencia lo estaba comiendo y movía su pierna con nerviosismo, su deseo interno necesita ser cumplido; quería saber más, mucho más. Hasta que finalmente salió, vestida y con sus cabellos goteando mientras estos eran secados por una toalla que llevaba en las manos. Una tímida curvatura se posó entre su expresión confundida, no era usual que Seven la buscase, así que creyó que era algo importante.
Sin embargo, se quedó embobado admirando lo linda que estaba con un estilo desordenado; incapaz de pronunciar algo.
—Qué sorpresa —ladeó la cabeza, alzando sus oscuras cejas— ¿Pasó algo?
Carraspeó la garganta volviendo en sí mismo y asintió esbozando una sonrisa, acercándose unos pasos.
—¿Sabes? Realmente hay algo que no me cuadra —soltó un tanto burlón, para mantener una conversación animada al principio—, así que me gustaría oír una aclaración.
—¿Eh? ¿Sobre qué?
—Mmmh —fingió estar pensando—. Veamos... sobre ayer, Cassy.
La muchacha palideció y separó sus labios sutilmente ante la finalización seria de Luciel, cosa que él notó al segundo.
Bingo, se dijo a sí mismo confiado.
—... ¿Qué pasó ayer? —Tragó saliva.
—No lo sé —se encogió de hombros atento a cada movimiento de ella—, tú dime.
—... N-no me acuerdo.
—Mmmh —expresó dudoso—, bien. Podrías empezar por decirme la verdad, ¿No te parece?
Según Jaehee, no había bebido lo suficiente como para no recordarlo.
—¿Q-qué verdad?
—No lo sé, tú dime —repitió.
—Seven —rió, escondiendo su tensión—, no entiendo q-
—Lo sé~ —canturreó interrumpiéndola—. Sé que nos mientes, Cassy. No es necesario que lo sigas ocultando, tu memoria sigue intacta desde el día uno. Eres toooda una despistada, te delataste —se burló—. Entonces, ¿Qué tal si me explicas? Así sería más sencillo todo, ¿No crees?
Su sonrisa se esfumó.
Pretender conocer acerca de un objetivo ya le había sido de utilidad en otras ocasiones, justo como ahora. Lo primero que hizo fue balbucear cosas sin sentido, murmuraba soluciones rápidas para lo dicho por el chico; sin éxito. La impaciencia del mencionado se incrementó, no tenía todo el día para esperar sus respuestas, aunque sabía que pudo haberle interrogado más la noche anterior, con el efecto del alcohol sobre ella hubiera confesado todo. Pero la gente borracha nunca había sido de su agrado.
