Happy pills [Dekubowl] PAUSADA

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Después de la calma llega la tormenta

-Creo que aquí todos tenemos una sola cosa en común- Yaoyorozu hablaba con su característico tono calmado mientras observaba el té verde que había servido en aquellas tacitas transparentes, aquel té le recordaba a Izuku

-Aún no sé de lo que están hablando malditos extras, además ¿por qué me hablaron para estar en esta estúpida reunión?- el molesto tono de Bakugou se hizo notar en la sala de estar, siempre sería un desafío tratar con él

-Bakugou-kun a todos nos gusta Deku-kun- el fiero sonrojo que se apoderó del rostro del rubio causo una leve risa en casi todos los presentes- y él no esta bien, no esta nada bien- el silencio que se formó en el lugar solo indicaba una cosa, Uraraka tenía razón.

-Yo- el pelimorado soltó un largo suspiro, lo que iba a decir era difícil hasta para él- creo que Izuku esta jodido, y no sé porque, y eso me inquieta, pero tampoco quiero saber, porque lo que sea que le este destrozado por dentro es demasiado hasta para alguien tan fuerte como él y hay muy pocas cosas que se me ocurran puedan dañar a alguien como él. Tengo miedo de que un día aquello termine por hacerlo pedazos y ya no pueda ver esa hermosa sonrisa de nuevo en su rostro- en alguna parte de las palabras bajo la mirada y sostuvo su cabello entre sus manos con un poco de desesperación, se sentía desesperado.

-Él no quiere la lastima de nadie- la calmada voz de Todoroki se hizo presente en el lugar- y no creo que termine de comprender que solo lo queremos ayudar, parece tan temeroso de las miradas de los demás, creo que no quiere que nadie sepa que es lo que le esta pasando. Se ve tan asustado de las personas, de sus palabras, de sus acciones; actúa con cautela, como si cuidara cada cosa que hace para no ser descubierto, es solo que no lo sé, el parece tan perdido, como si su alegría tan característica ya no estuviera ahí.

Las palabras de Todoroki causaron un pequeño escalofrío en los presentes porque él dijo las palabras que nadie quería escuchar, que Izuku ya no es feliz, o probablemente nunca lo fue.

-Después de lo que pasó en clases fui a verlo en su habitación- la mirada de todos se posó sobre el pelirrojo- quería ver como estaba pues desde hace tiempo sospechaba que algo no andaba bien con él, se deshizo en lágrimas en cuanto me vio; creo que guarda algo en su interior, un peso que puede vencerlo en cualquier momento, solo hace falta el más pequeño roce para que él se deje caer. Por eso yo quiero estar con él para cuando eso pase, quiero apoyarlo, deseo que para ese momento el pueda compartir ese peso conmigo.

-Midoriya-kun no es ese tipo de persona y creo que todos lo sabemos- Iida buscó hablar justo después de las palabras del pelirrojo- él no buscará el apoyo ni la ayuda de nadie, es demasiado terco y querrá resolver las cosas por si solo, dudo mucho que cuando llegue el momento él acuda a alguno de nosotros; por eso hay que estar preparados para dar el primera paso. Hay que actuar con cautela y tener especial cuidado con lo que decimos- Katsuki pegó un pequeño brinco desde su lugar ¿él había sido cuidadoso con sus palabras? ¿cómo era posible que aquellos extras conocieran más a Izuku que él? Demonios, se suponía que el amigo de la infancia era él y a penas si sabía que decir respecto al pecoso.