Porque nadie se dio cuenta que Izuku se forzaba a ser feliz hasta que perdió su milagroso prozac.
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AU donde Izuku sufre depresión
Dekubowl
Advertencia: se tocan temas sensibles como el abuso infantil, depresión y baja autoestima
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El amor era complejo por definición propia, era un sentimiento enredado que causaba más problemas que alegrías, pero al final del día las alegrías eran más perpetuas; Shinsou estaba enamorado, cursi y torpemente enamorado del chico de mirada jade de la otra clase, pero hasta un torpe enamorado como él podía entender que el amor termina.
Sí, él era consiente que que el amor era una etapa en la vida que aparecía y desaparecía a voluntad propia; lo descubrió cuando tenía cinco años, cuando aquella linda niña de castaños cabellos y ojos avellana ya no le parecía tan linda, y era el hermoso niño de cabellos rojizos y gigantescos ojos el que llamaba su atención; así como en ese entonces su inocente gusto por la castaña se esfumó así algún día el amor por Midoriya se iría.
Pero hasta él sabía que era complicado, era difícil deshacer todas las hermosas ilusiones en su cabeza, mirar con indiferencia los momentos que pasaron juntos, solo Midoriya y él, y que aquella profunda mirada verdosa no le provocara un revoltijo en su estomago, era difícil renunciar a Midoriya, porque lo amaba.
Y es que ¿Cómo no iba a amarlo? Si aquel tonto peliverde se había metido en su corazón casi a horcajadas, aún recuerda como justo después del festival deportivo este llegó hasta su clase lleno de emoción y un montón de cuadernos, con le firme decisión de matarlo de ternura.
-Shinsou-kun, y-yo en verdad quería ayudarte con tu práctica para ser héroe y por eso traje estos cuadernos, a mí realmente me han ayudado para formar estrategias, además de que recopilan mucha información de héroes que podrías usar en tus movimientos, digo no es por ser pretencioso, yo tan solo quería ayudar un poco y no necesitas tenerlos todos porque de hecho yo también los necesito, aunque los he memorizado todos pero aún así puede que los olvide, yo creo que lo mejor es que les tomes copia, bueno en caso de que los quieras porque si no podrías decir que no y yo no tendría ningún problema, creo que he dicho que no muchas veces- el peliverde rio, y el contrario, con la mirada aún atónita sintió muy profundamente el leve retumbar de su corazón
-Espera, espera, ¿Qué?- la confusión que era palpable en su cara solo avergonzó al peliverde, y pinto su rostro de ese hermoso color carmín que lo hacía parecer una fresa
-Y-yo- suspiro rindiéndose ha sus nervios y la necesidad de balbucear tan tiernamente- quiero ayudarte Shinsou-kun, ¿Qué te parece entrenar juntos?
Obvio que había caído ante él, ante su amabilidad, su perspicacia, su positividad, aquella testarudez tan única que lo haría morir por sus ideales, su fuerza, la alegría en su mirada, aquella que parecía contagiar a todo el mundo, sí, él se había enamorado de todas esas partes que ahora tan solo parecían una ilusión, ¿Dónde había quedado aquel soñador niño que iluminaba vidas?
No había dejado de amarlo, pero ese amor le hacía doler el corazón al verlo tan destrozado, tan solo aquella vez que había cobijado sus lágrimas entre sus brazos sintió que una parte de él era aplastada sin piedad alguna, solo pudo preguntarse, qué tanto daño le habrían hecho a aquel pequeño ser de luz para que se desmoronara de esa manera; le tomó por sorpresa porque la personas más fuerte que conocía en el mundo se había desmoronado en sus brazos. Y después de lo sucedido en el auditorio lo supo bien, que a aquel hermoso pecoso lo habían hecho pedazos.