Happy pills [Dekubowl] PAUSADA

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Momentos memorables

Aquel jueves a penas sonó la campana que anunciaba el receso su compañero y mejor amigo Iida estaba frente a su banca esperando por él. No lo tomó por sorpresa, después de todo Iida siempre había sido de las personas que más se preocupaban por él, era un chico bastante dulce.

-Midoriya-san, me preguntaba si podría hablar un poco contigo, me imagino que ya sabrás sobre que- pero lo que si era sorprenderte era el avergonzado gesto de su amigo, evitaba su mirada, un fiero sonrojo coloreaba su rostro y la palma de su mano sostenía su nuca en busca de ocultar su nerviosismo, Iida estaba actuando un poco fuera de su personaje; no parecía aquel chico serio y recto de siempre.

-Claro Iida-kun, podemos hablar aquí, es más privado- y no se equivocaba, pues aquel día ni uno de sus compañeros había decidido almorzar en el salón, solo eran él y el chico azabache; le pareció un escenario un poco curioso, las coincidencias a veces daban miedo.

-En ese caso- volteó la silla de la banca frente a él y tomo asiento, parecía un poco recatado, como si estuviera pensando con detenimiento lo que iba a decir- Yo, primero quiero disculparme por lo que paso en el último entrenamiento, realmente no te veías en la mejor condición, debí haber sido más consiente de eso antes de haberte noqueado- ¿en verdad tenía que rememorar aquella ocasión? ¡Que vergonzoso!

-No te preocupes, creo que el más imprudente fui yo, debí haberme percatado de mi estado, no te sientas culpable, en ese entonces hasta el viento más ligero me hubiera noqueado- soltó un risilla en busca de aligerar un poco el ambiente, pero la seria cara de su amigo le decía que ese no era un tema que le pareciera particularmente gracioso- lo siento

-No te disculpes, siempre has sido así Midoriya, preocupándote por todos menos por ti, eres verdaderamente descuidado cuando se trata de tu persona, eso es lo que me preocupa- ese fue un golpe bajo, tan cierto que dolía un poco, la verdad siempre duele- Así fue cuando pasó lo de Overhaull, te guardaste todo para ti, la angustia, la preocupación, el temor y al final explotaste en lágrimas; de hecho por eso no me sorprendió mucho cuando explotaste de esa manera, de cierta manera lo esperaba, siempre estas intentando llevar toda la carga por ti mismo- e Iida siempre era sincero, por eso era que sus palabras dolían- ¿Sabes? Algunas veces puedes confiar en nosotros Midoriya, por eso somos amigos ¿no? Cuando pasó lo de mi hermano dijiste algo parecido, por eso me gustaría que hicieras lo mismo; si alguna vez estas a punto de explotar, si sientes que el mundo se te derrumba y las cosas se te salen de control puedes venir a mí, soportare todos tus gritos y lloriqueos. Así que por favor, confía en mí

Seguramente sus ojos estaban cristalizados, porque sentía la comisura de sus ojos mojada, pero no lo podía evitar, ¿cómo se supone que reaccionara a tales palabras? Realmente tenía amigos demasiado buenos para alguien como él. 

Fue la cálida sensación de los brazos de Iida lo que lo trajeron de vuelta a la realidad, el azabache lo abrazaba con fuerza mientras acariciaba con delicadeza su cabello. Ahí, en la protección de los brazos de un amigo, se dejo hacer, dejando caer unas cuantas lágrimas en los anchos hombros del contrario.