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Jeremy.

Hace ya dos semanas que había comenzado a nevar, todos los colores de otoño se habían reducido a blanco y grises de invierno. Como yo.

Ya habían pasado dos semanas que salí del hospital, había guardado reposo por órdenes del médico pero ahora al fin regresaría al instituto, no es que la idea me agradara pero no quería perder el año.

Bajé las escaleras con pasos lentos y cuidadosos, la costilla rota aún estaba. Aquella noche en la que Jason se expresó de mamá me hizo perder los estribos, me abalancé a él sin importarme que fuera mi progenitor, recibió una buena paliza, pero también la dió.

Mamá últimamente estaba demasiado deprimida, se encargaba de darme el medicamento, hacer la comida y luego solo se encerraba en su habitación. Jason por el contrario no había cruzado la puerta de esta casa. Era mejor así.

—¿Seguro que quieres ir? Podrías reposar unos días más— sugiere mamá al verme de pie junto al umbral de la cocina. Niego con la cabeza y ella tuerce los labios— siempre tan terco como...— guarda silencio— decidí algo anoche.

—¿Qué decidiste, mamá?

—Iremos a vivir unos meses con George, dentro de unos días regresa a la ciudad— suspira— voy a pedirle el divorcio a Jason. Esto ya no puede seguir así, no voy a permitir que te vuelva a poner una mano encima.

Sentí como la tranquilidad llenó mi pecho.

—Tío George estará encantado con la idea. El viejo solterón necesita a su hermana y sobrino favorito ¿eh?

—Eres su único sobrino.— rueda los ojos.

—A veces me pregunto porque la abuela solo tuvo dos hijos— comento con una sonrisa divertida.

—Mamá fue una mujer difícil —ríe— ¿nos vamos? Llegaras tarde al instituto.

***

Al vajar del auto de mamá -sí, me prohibió usar mi motocicleta- me adentro en el enorme instituto de Arligton topádome con muchas miradas curiosas.

En uno de los pasillos alcanzo ver como Eddie le jala el cabello a Lucas, este se inclina gritando un "auch" los demás se ríen divertidos. Me sorprende ver que ahí se encuentra Tristán junto con Jud. Esperaba que ya hubiesen arreglado los problemas y regresar a ser la pareja de siempre.

¿Mis sentimientos por Jud? Con seguridad podía responder que ya no existían, pues como lo dice la frase nada es para siempre, así fueron mis sentimientos, mi amor por ella se evaporó con el tiempo. Fueron seis largos y difíciles años enamorado de mi mejor amiga, seis años que me hicieron aprender cosas nuevas y madurar, todavía no era un sabio, habían tantos errores por cometer y tanto que aprender de ellos. Empezaba a sentirme listo para una nueva etapa de mi vida.

—¡Pero si es el enfermo!— Eloy levanta las manos al cielo con una sonrisa eufórica— te vez del asco, ah no, espera, esa ya es tu cara por naturaleza... ¡No, no, suéltame!— Eddie pellizca uno de sus pezones y los retuerce con brusquedad.

—Son peor que niños de cinco años— bufa Lily con una pequeña sonrisa.

—Concuerdo con eso— asiento con la cabeza una par de veces. Mi mirada viaja a una cabellera rubia entre el pasillo abarrotado de adolescentes. Al verme, una sonrisa aparece en su rostro.— ¡Pero si es la chica más hermosa de este instituto!

—Deja de decir tonterías— chista al llegar hasta mí dejando un beso fugaz en mis labios— te ves mucho mejor.

—Tú te ves preciosa con ese corto vestido— susurró en su oído.

In My Skin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora