Carta 25

461 71 46
                                    

Querido Cinco:
¿Cuánto pesa el corazón ?
El corazón es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo, bombea sangre y nos mantiene con vida...pero aún que se que en realidad no es físico ¿Por qué duele y pesa tanto cuando te rompen el corazón?
La noche inicio bien...conseguí lo que que te iba a dar...supongo que ahora es mío.
Hay tantas cosas en este mundo, había tanta luz, tanta gente, tantas emociones...se había olvidado lo que era un mundo fuera de la academia... me encanto.
Tenía miedo, miedo de perderme, miedo de que notarán mi ausencia y estuviera en problemas, todos esos pensamientos me recorrían la mente mientras me apresuraba de vuelta a casa...entonces te ví.
Estabas arreglado, estabas sonriendo, llevabas unas flores en la mano, entraste a una cafetería...ella te vio.
Ella...la misma chica de la fotos...la misma que era tan perfecta y tan hermosa que cualquier otra mujer pensaría que no es mujer...la que te saludo con un beso en la boca.
El dolor llegó instantáneamente...ni siquiera supe en qué momento habían rodado lágrimas por mi cara...ni siquiera entendía porque pesaba y dolia tanto mi corazón.
¿Por qué no me contaste de ella? ¿Por qué no le dijiste a Diego que no te gustaba? ...¿Por qué no fuiste honesto?
Sabía que me haría daño verte con ella, sabía que en realidad no necesitaba ver todo para entender que no me querías...pero me detuve ahí...me detuve para que se terminará de romper mi corazón...me detuve para que mis lágrimas calleran al piso...para que aún que sea la calle fuera testigo de mi primer corazón roto.
Estuviste tanto tiempo con ella, se veían tan felices...tan perfectos...como si en realidad estuvieran destinados a ser...
Te fuiste del lugar con una bolsa de donas en la mano... era cerca de media noche...ibas a verme...¿Cuántas veces hiciste esto?
Espere a que te alejaras y me metí a la cafetería...me senté y pedí un café...hacía mucho frío y quería entrar en calor...la señorita fue buena conmigo...me regaló el café y me dió una sonrisa...creí que iba a poder tolerar estar ahí un rato, mínimo hasta que dejaras mi cuarto...no quiero verte...no una temporada.
Me fui de ahi...me lleve una servilleta y una pluma del lugar...soy tan patética que aquí estoy sentada en la calle, escribiendo en una servilleta esperando que pase el tiempo...con el corazón roto...y no es tu culpa es mía por creer que me querías.
Atte.una chica llorando.
P.d: aún tengo los 20 dólares...supongo que después de todo los usaré para su propósito inicial.

Cartas para un Cinco que no me ve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora