Cartas para un Cinco que no me ve.

Carta 38

Querida hoja:
Hoy me desilucione de Cinco...
Salí de mi encierro solo para ir a bañarme y en el pasillo encontré lo que parecía una revolución hasta que me di cuenta de que eran todos contra Klaus y este estaba llorando diciendo eso "no es mío" una y otra vez.
Preocupada por Klaus que en las últimas semanas había sido muy bueno conmigo me acerque y las vi...tres de mis pastillas...se le debieron caer a Pogo cuando subió a esconder unas en mi cuarto... entonces entendí.
Klaus había usado antes algunas drogas y alcohol para poder con los fantasmas pero estaba limpio hace tiempo todos lo sabiamos.
Todos gritaban y le decían que esa no era una solución, asustada simplemente me acerque a Cinco que era el que tenía las pastillas en la mano...sabía que si las tomaba y confesaba se iban a ir contra mi pero no era justo que Klaus sufriera por mi culpa.
Se las quité a Cinco y les dije "son mías... esto fue lo que compre la otra vez que me vieron en la calle"...nunca habíamos hablado de ese día porque era la primera vez que ellos me veian...todos parecían sorprendidos pero también enojados, comenzaron a gritarme pero la verdad es que no me importó hasta que lo escuché " no puedo creer que la ordinaria sea tan idiota" conocía esa voz a la perfección...yo amaba esa voz.
Sin dudar corri a mi habitación y antes de cerrar la puerta puse las pastillas en mi boca y las trague para después dar un portón.
Mínimo sabía que con esa dosis no había riesgo de que el moustro saliera y que no les quedaría dudas de que eran mias...aún que la verdad es que no me ayudaba a olvidar esa frase.
La pastilla comenzó a darme sueño y pude escuchar como Pogo llegaba y les pedía explicación, cuando le dijieron que yo me estaba drogando con médicamente este no tuvo más remito que explicar la "verdad" de las pastillas,ahora ellos también pensaban que era una loca que alusinaba y no se si alguien respondió o no... yo solo dormí triste otra vez.
Atte.una Vanya adolorida por dormir sentada en el piso.