『01』Obsesión.

4.2K 203 82
                                    

|Christopher Vélez|

Otro día más, y ahí estaba yo, mirándola. Desde lejos, pero lo suficientemente cerca como para notar cada detalle. Ella parecía irradiar luz, como siempre. Hoy llevaba un vestido floral que abrazaba su figura de manera perfecta, y sus labios rojos me quemaban la piel solo con mirarlos. Y su cuerpo... maldición. Era un tormento delicioso.

No podía ver a otra mujer, ni quería. Ella era todo lo que importaba. Las demás... simples sombras sin vida.

Pero, ¿por qué? Ni siquiera me he acostado con ella. ¿Cómo puede dominarme de esta manera? Es como si hubiera lanzado un hechizo sobre mí. Cruzo toda la maldita ciudad, todos los días, solo para verla, para respirar el mismo aire que ella.

La "dulce niña de papi". Eso dicen, ¿no? Pero algo me dice que es más de lo que parece. Los vecinos susurran que tiene cara de ángel, pero actitud de demonio.

Y ese pensamiento me gusta. Me encanta, en realidad.

Una sonrisa ladeada se dibuja en mis labios.

—¡Hola! ¿Le puedo ayudar en algo? —su voz me despierta del trance. Su sonrisa es cálida, inocente, como la de una muñeca. Pero yo solo puedo pensar en lo que haría con ella, en cómo haría que gritara mi nombre.

«Sí, quiero ayudarte... a quitarte la ropa».

—Un capuchino, por favor —mi voz suena más grave de lo que esperaba, mis ojos clavados en los suyos.

Ella asiente y se aleja, pero no puedo dejar de mirarla. Sus caderas se mueven con una suavidad hipnótica, como si estuviera hecha para ser admirada. Cada paso que da me enciende más.

Ella es todo lo que quiero. La única que necesito. La única que debería estar en mi cama, todos los días. Quiero tomarla, consumirla, hacerla mía en cuerpo y alma.

Sonrío cuando vuelve con el café. La taza parece insignificante en comparación con lo que realmente deseo de ella.

—Aquí tiene, señor Vélez —susurra, y sus labios se curvan en una sonrisita que me desarma.

Algo dentro de mí se retuerce, se aprieta. Dios, esta mujer me está volviendo loco. ¿Cómo es posible que alguien pueda provocarme tanto con tan solo una mirada?

—Gracias, señorita Miller —le respondo, mi sonrisa calculada, pero mi interior está a punto de estallar.

Ella me dedica una mirada inocente antes de alejarse para atender otra mesa. La sigo con los ojos, cada movimiento suyo está grabado en mi mente. Sé que parezco un acosador, pero la idea me excita. Me gusta observarla. Me gusta saber que es mía, incluso si ella aún no lo sabe.

De repente, la puerta de la cafetería se abre y él entra. El hombre rubio.

Mi estómago se revuelve con una mezcla de rabia y celos que me cuesta controlar. La forma en que ella lo mira... ¿por qué está tan feliz de verlo? En todos estos meses, nunca la he visto tan entusiasmada por la llegada de alguien. 

Él se sienta, y ella —como todas las malditas mañanas— parece iluminarse al verlo. Frunzo el ceño, mis dedos apretando el borde de la mesa. 

¿Por qué ese tipo? ¿Qué tiene él?

Lo sé. Ayer no vino, por eso está tan alegre. La diferencia es evidente, y me revienta.

Ella le entrega el delantal a su padre, compartiendo unas palabras rápidas antes de caminar hacia ese maldito hombre. Lo sigue con una sonrisa, la misma sonrisa que debería ser solo para mí. No para él.

Se dice que es su tío lejano, pero sus intenciones no me parecen nada familiares.

La forma en que la mira, mordiéndose el labio inferior, me hace hervir la sangre. Ella, tan ingenua, lo toma como algo inofensivo, una simple broma. Pero yo sé mejor.

«Maldito enfermo. Al menos yo soy más sutil».

Ella es hermosa, eso lo sé, pero la gente no se da cuenta de cuán única es. Nadie la aprecia como yo.

El rubio le dice algo, y ella se ríe, esa risa suave que solo hace que mis celos ardan más. Él debe tener, ¿qué? ¿Treinta y ocho años? No me importa. Es una amenaza, y las amenazas se eliminan.

Necesito saber quién es realmente este tipo. Qué quiere de ella. Y lo que es más importante: necesito asegurarme de que no se acerque demasiado.

Yo soy el único que puede protegerla. Soy el único que la merece.

||||

¡Hola dolcezzas! Sé que dirán "Honey, que onda contigo que andas editando todo pero sin actualizar las que realmente queremos?" Bueno amores, estoy en un proceso raro en el que quiero editar todas mis obras publicadas y darles realmente unas novelas de buena calidad.

Por eso ando editando todo, espero que de todas formas le sigan dando amor a esta obra.

POR CIERTO, la protagonista de esta novela como mis lectoras ya saben, se llamará Freya. Quizá cambie la modelo, pero no el nombre de la protagonista, pero no importa.

Recuerden que las quiero mucho, muaaaak

Subasta ||C.V. ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora