CAPITULO 10

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 ERES EL AMOR CON EL

QUE SIEMPRE SOÑE.

EL QUE BORRO DE MÍ, EL DOLOR

CON EL QUE DESPERTABA EN LAS

MAÑANAS.

EL AMOR QUE SIEMPRE ESPERE.

ERES EL SOL QUE CALIENTA MI

MUNDO, Y LA LUNA QUE ALUMBRA

MI CAMINO EN LA OSCURIDAD.

ERES TODO LO QUE SIEMPRE HE

BUSCADO

Y LO QUE AL FIN ENCONTRE TE AMO.

CRISTINA MARTÍNEZ

Saliendo del hotel al llegar a la recepción, veo que Zamir está discutiendo con unos hombres los cuales al verme, se quedan callados, y me señalan con la cabeza para que el me vea.

El viene hacia mí, me toma de la mano y me lleva afuera donde hay un chofer esperándonos, nos abre la puerta del auto y Zamir me empuja dentro de este.

Cuando él está dentro, cierra la puerta con fuerza, su mirada está llena de ira y decido por el momento no hablar de lo sucedido en la habitación, porque él es el único culpable de que ese hombre me hubiera violado, y si él no hubiera llegado no sé qué sería de mí en este momento.

El auto arranca, y el hunde un botón que hace que un vidrio separe el asiento del conductor al de nosotros, y sé que es para que tengamos más privacidad.

— ¿Dónde está Madelein? ¿Porque no vino conmigo?

— Ella esta con quien debe de estar, que es con su esposo en el otro auto, tienen asuntos que resolver.

En el transcurso del trayecto, me quedo mirando por la ventana la belleza que es Dubái, los edificios iluminan de noche toda la cuidad con diferentes colores, la brisa de la noche acaricia mi piel, y es de la única manera que me siento un poco viva, hay pocas personas caminando por las calles, miro hacia el cielo y veo la luna que con todo su esplendor, va guiando mi camino, lagrimas caen por mis mejillas y es que para mí es muy difícil la situación por la que estoy pasando, no creo que haya hecho algo malo, para que el karma me esté castigando tan duramente.

Siento las manos de Zamir que toman mi rostro, limpia las lágrimas que corren como si un rio se hubiera desbordado.
Antes su toque hacia que mi cuerpo se estremeciera, pero en estos momentos solo siento asco, puede ser un hombre muy hermoso por fuera, pero por dentro es solo un monstruo, quito sus manos de encima de mí, porque jamás voy a permitir que el vuelva a poner ni la punta de un solo dedo en mi cuerpo, el entiende mi rechazo y se aparta hasta el otro lado del carro, y así quedamos los dos sumergidos en un silencio incomodo todo el resto del viaje, yo tratando todo lo posible de evitar que mi mirada busque la suya, pero es imposible, luce un poco atormentado, pero no sé si es por lo que me sucedió, o porque no ha podido recuperar a su hermana de las garras del mío.

Amo a Nicholas con todo mi corazón, siempre hemos estado el uno para el otro, pero si todo esto es verdad, y él se llevó esta chica secuestrada, solo para que sea unas más de su colección, jamás se lo podre perdonar.

El auto va más despacio, miro hacia al frente y hay una reja enorme, que a medida que nos acercamos esta se va abriendo, permitiéndonos el ingreso. Seguimos por un camino que al ser de noche, no se ve muy bien y no puedo memorizar nada de este, por si algún día logro escapar de las garras de él, saber porqué camino coger.

El auto se detiene del todo, salgo de inmediato de este, siento que me estaba asfixiando estando en el mismo lugar que Zamir, frente a mi hay una mansión inmensa, si mi madre la viera se desmayaría de la envidia, o le exigiría a mi padre vivir en una igual.

ENGAÑADA POR UN JEQUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora