DinoCharms

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Me desperté en la madrugada, no sabía si era por los ronquidos de Louis o por los pequeños quejidos de Bal

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Me desperté en la madrugada, no sabía si era por los ronquidos de Louis o por los pequeños quejidos de Bal.

Trate de volver a dormir pero no podía, lo había intentado, contar patos, cantar en mi mente, respirar... terminé con media crisis existencial pensando en el tema de filosofía de la mañana.

Me giré para ver a Bal quien se veía tan tierno dormido, me sentía un poco acosador y probablemente su subconsciente lo sintió pues se despertó, me vió un poco asustado para después reconocerme y darme una de sus sonrisas.

—¿Tan feo estoy? —pregunté riendo.

Negó con la cabeza para verme medio adormilado.

—No estoy acostumbrado a despertar a lado de alguien —murmuro— bueno Jason duerme en la cama de a lado pero cuando despierto ya no está.

El chico solía pararse temprano para salir a correr en cuanto el sol aparecía, lo sé que raro era.

Bese su frente porque me encantaba besarle, el chico me sonrió para abrazarme.

—¿No puedes dormir? —preguntó recargando su cabeza en mi pecho.

—Con esos ronquidos —me reí— es un milagro que tú te hubieras dormido.

—Estaba cansado —murmuró.

—Oh mi bebé —dije besándole.

—Oye no soy un bebé... —se defendió riendo.

Si lo era...

—Déjenme dormir —gruño Louis.

—Si dejas de roncar podríamos —me quejé.

Él se levantó para subirse a la cama con nosotros.

—Lou no haremos un trío ahora bájate —gruñi.

—Tengo frío —se quejó.

El cabron no se bajó, por suerte era una cama grande y Balder pequeño, extrañamente me quedé dormido de inmediato.

Despertamos por el sonido de sorbo de la cajita de jugo.

—Los acusare con mamá —señaló.

—¿Por? —pregunté.

El pequeño solo levantó los hombros como respuesta.

—Simplemente porque puedo —aseguro.

El menor se fue pero al llegar abajo ya se le había olvidado, bajamos a desayunar las hamburguesas que habían quedado.

—Wint cuando acabes te llevo a consulta —me recordó.

—Tengo escuela... —recibí esa mirada aterradora que solo una madre puede dar— y con gusto falto.

—Solo a las dos primeras clases —me calmó.

Los chicos se fueron a la escuela, pobre de Bal tendría que sobrevivir a una hora de viaje con Lu.

Winter Jones, un nuevo invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora