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Odiaba la fisioterapia

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Odiaba la fisioterapia... corrección odiaba la fisioterapia con Katy ¿Por qué? simplemente porque ella no era aquel hombre cuya cara parecía esculpida por los mismísimos dioses y ni hablar de su cuerpo.

—¡Ni siquiera lo intentas! —exclamó Katy.

—Estoy cansado —murmuré— ya fue demasiado por hoy.

—Winter apenas llevamos cinco minutos —regaño ella.

Me tire en la cama una vez más, llevaba apena una semana.

Los chicos venían todos los días, si no era Santi era Balder, Lu se la pasaba aquí con el pretexto de verme pero yo sabía bien que solo venía a que lo alimentran, Rae me había traído galletas todos los días y estaba a dos de que mis pantalones no me entraran.

—Hey —me llamo ella— vamos Wint tienes que esforzarte.

—La ultima vez me esforcé y aun así estamos aquí —gruñi.

—Esa actitud no la quiero —prosiguió.

—Bueno yo quiero otro terapeuta —mencione.

—Veamos uno que es alto, bien dotado y qué tal vez su nombre inicie con J —arqueó la ceja.

—Si, tal vez —mencione.

Ella se sentó a mi lado agotada.

—Yo se que no nos la estamos poniendo fácil entre los dos, y si quieres cambiar de terapeuta te transferiré —anuncio lo que me hizo sentir mal.

—No —dije recostando mi cabeza en su hombro— perdón, solo estoy cansado jamás te cambiaria.

Ella suspiró para besar mi frente.

—Lo sé, la vida no te la pone fácil pero eres tan fuerte Wint, esto solo es momentáneo —me aseguro.

—Ya, siempre me dicen lo mismo y termino así —me quejé— empiezo a creer que el ser malévolo que escribe mi destino me odia.

Ella soltó una pequeña risa y es que no podía negarlo.

—Venga Wint a ver ¿Cómo te vez en diez años? —preguntó .

—Ahora harás de psicóloga — me burle.

—No puedo avanzar en la terapia si mentalmente no estás bien —mencionó— así que venga cuéntame.

Me quedé pensándolo, no tarde tanto en pensarlo pues ya sabía la respuesta.

—Me veo aquí, muchos están desesperados por irse pero yo no, yo quiero vivir aquí tal vez en una casa un poco más grande —conté— con un consultorio, casado y con un hijo, quiero ser padre más que nada en este mundo.

Ella sonrió para revolver mi cabello.

—Tienes metas Wint, te vez en un futuro que debes construir, aferrarte a él y luchar porque cariño nada viene solo —me sonrió— quieres ser padre por lo que supongo quieres cargar a tu pequeño, jugar con él o ella, llevarlo a la escuela y caminar a su lado.

Winter Jones, un nuevo invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora