Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇

𓆟 27 𓃠

—¿Qué pasa? —Hwang Hyunjin sostuvo el rostro de Felix, con los ojos llenos de preguntas—. Estás actuando muy extraño.

Felix negó con la cabeza, las manos de Hwang Hyunjin en sus mejillas.

—Me... Duele.

—¿Me disculpo por descuidarte? Dime, ¿es culpa mía? —El tono de Hyunjin es igual al de un niño pequeño e incluso, algunas sonrisas ridículas se revelan sobre su cara—: No volveré a irme. ¿No es una promesa suficiente?

Lee Felix estaba listo para intentar dormir de nuevo, pero algo le atravesó el cuerpo. Una especie de descarga eléctrica que le provocó estremecerse y después, abrir los ojos con ganas. Las pestañas del pecoso son densas y largas, y están silenciosamente cubiertas de lágrimas. Sus rasgos le hacen parecer una persona inocente, buena y cuidadosa, alguien de buen comportamiento...

Y piensa con todas sus fuerzas que no debería ser así.

Hwang Hyunjin recordó repentinamente la llamada telefónica de Felix a Francia aquella tarde. No estaba seguro de que Lee no escuchara la voz extraña del otro lado de la línea. En realidad, había pasado gran parte del día pensando en una explicación perfecta en caso de que le preguntara.

Cuando colgó el teléfono esa vez, Hwang Hyunjin no sabía cómo extinguir el fuego que se había extendido por su corazón. Odiaba los pensamientos que le llegaban con su amante cuando la voz de Felix le penetraba. No quería ser cuidadoso, no quería ver los ojos de su pareja sobre las pupilas de alguien más... Se sentía intoxicado y abrumado a partes iguales. Hwang Hyunjin canceló todos sus planes y le dio a Jisung un boleto de regreso a Corea.

Hwang probablemente supuso que Felix sospechaba de él, pero no esperaba que fuera tan extremo.

—¿Te gusta que pasemos tiempo juntos verdad? —Lee se da cuenta de la sonrisa creciente sobre la cara de Hyunjin al momento de besarle suavemente la mejilla—: Podemos comenzar a planear nuestras vacaciones de año nuevo. Te llevaré a pasear, a nadar, tú dime el lugar y yo lo cumpliré.

Lee no dice nada, tampoco parece emocionado con el beso de Hyunjin, y las largas pestañas tiemblan como las alas de una mariposa en sus párpados. El corazón de Hwang se siente adolorido y culpable, de su nerviosismo surgieron las disculpas y la vergüenza que no se había manifestado durante mucho tiempo, parece ahora explotar y salir por sus poros. El movimiento de sus manos contra su piel fue más suave:

—Pequeño Lix... Me gustas. Pequeño Lix por favor no me ignores.

De repente Felix se da cuenta de que sus lágrimas están bajando, tiene los ojos cerrados, no se mueve, ni respira, el color abandona su rostro cuando susurra con una voz absolutamente herida:

—Hwang Hyunjin ... Yo ya no te quiero.

—Pero yo te quiero mucho a ti.

Es poco probable que así sea.

Lee sabe que Hwang se encuentra molesto y abrumado desde que llegó a la cama en el dormitorio. Realmente quería preguntar y que Hwang Hyunjin confesara todo de un solo golpe sin importar que tan doloroso o incómodo le resultara. Pero su plan no parece funcionar. Y ahora, que ese hombre fuera con su amante más joven a un viaje fuera del país, solo queda dentro de su mente.

Se ha fallado así mismo, piensa.

Hwang puede ver, con tan solo darle un vistazo a su cuerpo, que la boca de Felix está equivocada. Dice cosas que no siente. Dice cosas que no deberían estar allí... Lee Felix no puede escapar de la suave trampa de Hwang Hyunjin cuando lo envuelve y murmura:

—¿Podemos permanecer así?

El pecoso tembló con suavidad. La sensación de Hyunjin sobre su cuello fue verdaderamente abrumadora.

—Si... apagas la luz entonces, te daré permiso.

—Oye, vamos... —Hyunjin le mordió la barbilla y después, sonrió de una manera encantadora y atractiva—: ¿Qué está pasando con mi linda esposa? ¿Está tímida hoy?

El aliento del rubio es algo inestable, no solo tiene miedo de que Hwang lo tome en sus brazos y lo derrita sobre las sábanas como si fuera un caramelo... También le aterra que note las marcas de la aguja que cruzan su piel.

La voz de Lee Felix suena un poco tonta, excitada, e inmediatamente después gritó como si fuera algo de vital importancia. Necesitándolo con fuerza:

—¡Apaga las luces!

A Hyunjin no le importa complacerlo. Está bien que este oscuro mientras pueda poseer el cuerpo completo de Felix.

—Mi amor.

Los movimientos de Hwang son muy rápidos. Tiene un gran deseo de incrustarse por completo dentro del cuerpo del menor mientras lo tiene bajo sus brazos. Lee muerde sus labios, cierra los ojos y se adentra en una profundidad sin precedentes. Al sostenerse de los anchos hombros de Hyunjin, no puede evitar gemir y soltar un jadeo de agonía total desde lo más profundo de su garganta. Ya está llorando.

—Hwang... Hwang Hyunjin ... Ah... — El australiano finalmente está gritando bajo las extremidades del hombre y al cabo de un momento, no pudo evitar sollozar más lastimeramente—: Lento... Más lento... ¡Ugh!... No... ¡Ah!...

—¿Qué pasa?

Las acciones de Hwang se detuvieron abruptamente. Le sostuvo de la cintura, le acarició el abdomen y luego repasó con las yemas de sus dedos su delicado rostro.

Está completamente conmocionado, Lee llora como si estuviese siendo torturado por él.

—Jinnie Hyung...

—¿Qué está mal?

La conciencia de Felix se encuentra un poco confusa, y ahora se descubre a sí mismo sacudiendo la cabeza de una manera caótica sobre el colchón. Parece como si se ahogara:

—No... No sé... No...

Hyunjin cayó sobre su espalda desnuda, respiraba agotado y estaba visiblemente confundido. Con una suave voz ronca, dijo:

—Dime ya, por Dios. ¿Qué pasa?

Lee sollozó:

—No sé si me quieres... No sé si te quiero.

Hyunjin de repente sintió que su corazón se había vuelto de piedra, y hay un leve sentimiento de incomodidad incrustándose en su pecho. Le asentó un suave beso en el lóbulo de la oreja y prosiguió a hacerlo con sus labios también. Él conoce a Lee, su comportamiento. No puede estar hablando en serio y trata de convencerlo:

—Te quiero. ¿Me escuchas? Te quiero de verdad.

Hyunjin no sabe que piensa Felix, no lo escucha, ni siente que se mueva. El inmenso calor del momento se enfría muy rápidamente y ahora solo existe dentro suyo un infinito sentimiento de decepción, un poco de dolor.

—Entonces no me trates como a un tonto.

Cuando todo el drama parece estarse extinguiendo, Felix se arrodilla sobre la cama y Hyunjin lo toma para recargarlo con ternura contra su pecho. Esta es una acción que ambos solían hacer muy a menudo. En los primeros años, Lee en realidad disfrutaba de esto... Pero para este momento no bastaba para calentar su cuerpo ante el tormentoso invierno.
Felix se estremeció y Hyunjin lo mantuvo entonces en sus brazos, envolviendolo cuidadosamente  con una colcha.

Hwang no puede dormir, y en la oscuridad, hay un momento en el que comienza a tocar el cabello de Felix. ¿Por qué está dispuesto a seguir tirándolo contra el barro solo para salir a jugar todas las noches? Posiblemente, sea algo que no podrá dejar de hacer ni siquiera cuando observe que ya todo está destruido.