Hwang Hyunjin no ha dormido durante varios días porque siempre extraña a la misma persona. No puede dejar de pensarlo y no puede evitar sentir una terrible pena en su corazón. Para Hwang todo es muy doloroso, desde el día en que salió del hospital hasta el momento actual.
Cuando encontró a Lee Seok-min, creyó que el tema de su pareja sería un asunto razonable que pensaría a profundidad. No esperaba que ese hombre estuviera loco y tuviera a un idiota por hermano. Estaba claro que Seok-min estaba protegiendo a Minho y en ese momento, Hyunjin se desanimó y detuvo cada engranaje que movía su vida mientras se autocompadecía y pensaba que más hacer.
Hoy, Hwang Hyunjin se quedó dormido en su escritorio. Estaba demasiado cansado y lo suficientemente agotado como para hacer algo más que respirar. Aunque adopta una posición muy cómoda sobre su mullido asiento, Hyunjin no durmió bien. Parece que su cuerpo todavía está conectado con el mundo exterior y con Felix, Minho y el cáncer... Comenzó a tener sueños muy reales.
En ese sueño, Hwang Hyunjin sintió que todavía estaba en la escuela secundaria, en el aula de química. Le dijo al maestro que tenía sueño y antes de quedarse dormido sobre el pupitre, la última mirada que ve es la del adolescente sentado a su lado. Estaba vestido con un uniforme escolar, su pelo era rubio y suave, y realmente parece prestarle atención a la clase. Su aura, es clara y pura.
—Mi pequeño Lix...
Hwang Hyunjin escuchó a alguien llorar, pero cuando se despertó, se dio cuenta de que tenía un líquido frío y húmedo corriendo por su mejilla. No se movió de su escritorio, sus pestañas se cerraron un par de veces, y su voz era tan baja que parecía al punto de un quiebre:
—Regresa. Regresa a mí y permíteme cambiar.
Pueden tener gatos y cachorros. Pueden ser una familia verdadera esta vez y criarlos los dos juntos. Trabajarán duro y cuando él vuelva a casa, lo abrazará y lo besará por una infinita cantidad de tiempo, hasta que se haga de noche. Solloza y le deja su corazón entero al Lee Felix que no puede oírle.
En medio de la noche, Hwang Hyunjin conduce por la carretera lo más lejos posible de su casa, porque hay todavía un soplo de Lee Felix por los alrededores. Tal vez era su libro de poesía con olor a tinta o su ropa con fragancia a Vainilla. No había sensación de tranquilidad, no podía encontrar paz...
Hwang Hyunjin también está de mal humor.
Parte del dinero que utilizó para amenazar a Seok-min y parte de lo que gastó intentando localizar a Felix, es el capital de la compañía. La junta directiva ya no está satisfecha con él, pero afortunadamente ha estado en el poder durante los años suficientes como para evitar que le despidan.
Entrada la madrugada, al volver al edificio de departamentos y cuando finalmente se abrió la puerta del ascensor, vio a un joven delgado, sentado en la oscuridad junto a la puerta de su casa. Su corazón saltó, pensando de pronto... Que tal vez podría tratarse de Lee Felix. Tiene una figura delgada y parece absolutamente triste mientras se abraza las rodillas. Hwang Hyunjin se encuentra un poco nervioso, su corazón comenzó a correr en su pecho como si fuera un caballo desbocado y se sintió terriblemente arrepentido. Se esfuerza en atreverse a moverse, por tener el control de sus pensamientos... Pero entonces escucha:
—Jinnie Hyung...
El otro hombre deliberadamente puso una voz suave, el sonido es asfixiado por las prendas que cubren su boca. Extiende las manos y casi se arrastra hacia él. Hwang Hyunjin tiene la mirada oscurecida, siente la cabeza pesada. Cuando se pone de pie, Hwang no se mueve y finalmente contesta:
—¿Qué estás haciendo aquí?
Jisung dijo:
—Vine a disculparme... Vine a pedirte que regreses a casa.
Hyunjin de repente se echó a reír, burlándose con ganas de lo que escuchaban sus oídos:
—¡Pero que descarado!
Dejándose llevar por sus impulsos, Han se levantó y corrió hacía la cintura de Hyunjin... Sin embargo, fue lanzado de inmediato. Jisung se encuentra severamente golpeado al impactar con la puerta de atrás e incrustar su piel con la manija, aunque este dolor no puede compararse con las heridas que tiene en el corazón:
—Jinnie Hyung. ¡No me dejes! Por favor, sé que estuvo mal lo que hice... —El rostro de Jisung se ve pálido, luce débil al dejarse caer contra los mosaicos—: Podemos volver a hacer lo mismo que hacíamos antes... ¡Tomaré mi distancia! ¡Seré bueno!
La mirada de Hyunjin es salvaje y se ve increíblemente incómoda. Camina hasta llegar a su lado y lo sujeta con fuerza de la camisa:
—No digas palabras tan repugnantes en mi puerta.
Hwang no quería escuchar más. Es asqueroso. Palabras asquerosas de un hombre asqueroso. Pronto, se siente disgustado por haber sido tan indulgente con él.
Han Jisung se queda sin habla, llorando a mares. Las lágrimas escurrían sin parar por sobre sus mejillas de melocotón y le provocan suspirar involuntariamente. Después de mucho tiempo, habló de nuevo. Gimió:
—... Hwang Hyunjin, realmente... Realmente me gustas. —Lo ama de verdad, incluso si el hombre no es amable con él. Incluso si lo trata como una puta y solo lo utiliza para jugar. ¡Puede jugar con él si quiere! No son las lágrimas su pena. ¡Las gotas son su sangre! Su expresión está muy vacía, la mirada que le muestra es igual a la de un niño regañado—: ... No tomé tu anillo para hacerte daño... Jinnie Hyung, no te enojes... Jinnie Hyung, me dijiste que esperara por ti en la casa, pero casi nunca llegabas. Me has dado dinero y no lo he usado, ni siquiera lo de la tarjeta... No tomaría jamás ventaja de ti.
Su llanto es demasiado pesado, no se reprime y deja que Hwang Hyunjin escuche su pánico reprimido. Los dedos de Hwang tiemblan ferozmente, entendía los sentimientos profundos de Jisung y entendía el dolor que le obligaba a sollozar. Miró a Felix nuevamente en las pupilas de Jisung.
Hwang Hyunjin le soltó, pestañeó de nuevo y asintió un poco confundido.
—De acuerdo. —Suspiró, esperando que todo el asunto terminara si cooperaba con él—. Yo... Iré contigo mañana, pequeño Lix.
Jisung, sonrió y se rio como si hubiera recuperado el alma:
—¡Bien! Jinnie Hyung, ¡te encontraré mañana entonces!
Jisung salió, aturdido. En realidad, Hwang Hyunjin no había dicho un nombre equivocado para hacerle daño, ¿verdad? Era lo normal, era lo que merecía... Caminó sin rumbo, su mente no estaba clara. La luz verde al final de la calle se encendió y un Maserati negro lo golpeó cuando se quedó parado justo en medio.
La sangre manchó el camino.
Su vida, a los ojos de las personas que no tuvieron nada que ver con él, solo merece una pequeña sección en el periódico del día siguiente.
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Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇
Fanfiction𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚌𝚑𝚊𝚛á, 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚜𝚎 𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚌𝚎𝚍𝚒ó, 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍ó 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘, 𝚜𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚛𝚟𝚘 𝚢 𝚘𝚛𝚍𝚎𝚗ó 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚍𝚊𝚣𝚘𝚜 𝚛𝚘𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚓𝚊𝚛𝚛ó𝚗 𝚍𝚎 𝚙𝚘𝚛𝚌𝚎𝚕𝚊𝚗𝚊; 𝚂𝚘...