Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇

𓆟 30 𓃠

Felix tuvo un largo sueño. Soñó que estaba esperando en la estación del tren. Había niños cargando sus maletas sobre sus hombros y pacientemente, esperaban a que sus familiares regresaran a casa. Soñó también con un anciano grande y solitario en el patio. Vio la muerte de su abuelo. Estaba en el hospital y el pasillo que conectaba las habitaciones era infinito, blanco y se sentía triste. Se quedó en la entrada y no pudo parar de llorar.

El niño con una sola bolsa en el hombro creció y se convirtió en Lee Felix que esperaba a que su padre regresara a casa. Las flores y los capullos de jazmín en su sueño se marchitaron, y Lee intentó entonces levantarlos y hacer que volvieran a tener su color original.

Para cuándo el pecoso se despierta, ya está oscuro. Se sorprende y empuja la puerta del dormitorio para abrirla. La luz de la sala de estar está apagada, no se escucha ruido, pero hay smog. Hyunjin estaba parado, fumando junto al enorme ventanal cercano a la cocina.  Inhala un poco, lo suelta y acumula infinitas colillas de cigarrillo en el cenicero.

—¿No dijiste que dejarías de fumar? -dijo Felix, sus movimientos son un poco tontos.

Hwang se sorprendió e inconscientemente apagó el cigarro:

—Lo siento.

Felix presionó el interruptor:

—No puedes controlar fumar cuando estás molesto. ¿Por qué estás preocupado esta vez?

Felix se sentó a su lado, un poco lejos de la ventana. Hwang sonrió, se inclinó y le tocó el cabello:

—No te preocupes por eso, es el trabajo.

Lix no dijo nada, solo se sintió mareado y pronto, su pijama azul se cubrió con dos gotas rojizas. Las manchas de sangre no fueron percibidas por Felix de inmediato, pero pronto eleva sus dedos, toca su piel y siente la sangre. El flujo incrementa, pero Lee ya no experimenta ningún sentimiento, ni siquiera parece sorprendido.

Hyunjin lo vio, suspiró y antes de hacer cualquier otra cosa, estiró el brazo y le elevó la cabeza. Parece una hemorragia nasal que no puede detener.

—¿Qué pasa? ¡Mira hacia arriba, apúrate! ¡Mira hacia arriba!

Hwang Hyunjin  estaba ansioso, y se apresuró a dejar que Felix se recostara en su regazo. Su ropa estaba pegajosa y repleta de sangre.

Tomó mucho tiempo detener el sangrado. Hyunjin tomó el brazo de Felix para llevarlo al baño y ajustó cuidadosamente la temperatura del agua.

—¿Cómo es que te ha dado una hemorragia nasal de repente?

Lee frunció el ceño, su pérdida de sangre era demasiado insignificante:

—El aire de la casa está seco.

—El invierno en el Noroeste es seco y frío. Mañana le diré a alguien que te compre un humidificador.

Hyunjin limpió el rostro de Felix, y le quitó la ropa que estaba manchada de sangre. Quería darle un baño o vestirlo con algo más grueso...

Pero el pecoso reaccionó de una forma exagerada. Empujó a Hwang y apretó las solapas de su pijama. Sus uñas se veían blancas. Hyunjin se sorprendió:

—¿Qué pasa? — Estaba un poco alterado, un poco enojado, y también sentía algo inexplicable creciendo dentro de él —Tu ropa está sucia.

Los ojos de Felix no cayeron en los de Hwang. Todavía se sentía avergonzado y en realidad, no sabía exactamente la razón. La cara de Hyunjin estaba oscura, fría y parecía molesta. Cuándo le soltó, dijo:

—Estás tan sucio, tienes sangre. No tengo ese interés.

Lee sabe que no le está entendiendo bien, pero no hay nada más que hacer que verle alejarse. Las manos de Hwang enrojecieron por la ira y luego salió del baño.

Después de cinco minutos, la puerta de la entrada cruje. Lee Felix sabe que Hwang Hyunjin ya no está en la casa tampoco.

Esto es bastante bueno. Ya no tiene la capacidad para soportar su temperamento ni hacer el trabajo de un esposo comprensivo. Felix se desvaneció lentamente en el suelo, se deshizo de su ropa, sus manos están heladas y tiemblan mientras las entrelaza y las observa como si no las conociera. El pecoso sabe que está empapado con el agua caliente de la bañera que se está derramando, y de repente está un poco asustado.

Sintió que era hora de tomar alguna clase de decisión, por ejemplo, en qué tipo de lugar debería encontrar el final. No importa dónde mueras, es problemático de todas maneras. Si muere en casa, nadie lo encontrará durante diez días y medio. Su aspecto definitivamente será feo, y no es bueno asustar a Hwang Hyunjin de esa manera. Felix lo pensó y de repente sonrió. También sintió que el proceso de la muerte no estaba siendo tan difícil.

La parte complicada, la sufriría alguien más.

Lee se levanta, vierte burbujas al agua caliente y se comienza a sumergir. No ha tomado un baño en tina por mucho tiempo, y aunque se siente bien, ya no tiene tanta fuerza cuando se enjuaga, se limpia y se levanta. Se pone con cuidado la pijama más gruesa que tiene, la que lo calienta mucho. En la sala de estar, todavía hay un olor a humo que no se disipa fácilmente. El olor de los cigarrillos importados no es desagradable, pero le provoca recordar a Hwang y lo hace sentir absolutamente confundido y apagado.

Cuando los dolores de cabeza hacen su aparición, Felix descubre que se ha olvidado de tomar sus medicamentos especiales, por lo que se obliga a caminar para hervir un poco de agua. Se recuesta en el sofá y espera que la cápsula le haga efecto. El gatito está jugando con él y las garras pequeñas de sus patitas le perforan la parte más baja de la pijama al pecoso.

Al escuchar que una llave abría la puerta, Lee pensó que era una ilusión y cerró un instante los ojos... Hasta que el hombre cuyo rostro aún no tenía un semblante bueno se paró frente a él.

—No juegues con los gatos, ve a lavarte las manos y vamos a comer. - Hyunjin tenía un aura fría, pero de todos modos le había traído comida —Traje hígado, escuché que es bueno para restaurar la sangre.

Hyunjin vertió el hígado en un plato hondo, su tono no es cálido, pero sus cejas tienen una curva suave. Lee se sienta en la parte más alejada de la mesa y observa detenidamente a Hwang.

Realmente no iba a perder la paciencia por una cosa tan pequeña como esa.