Felix empuja al hombre de su cuerpo, mira a la oscuridad e intenta calmar su respiración y la sensación de angustia que le está asfixiando lentamente.
Al inicio, ambos estaban juntos todo el tiempo. Son los mejores amigos, almas destinadas que se conocieron en un buen momento y a una buena edad. Felix muestra una sonrisa incómoda. Recuerda muchas cosas cuando está triste y la mayor parte de ellas son asuntos triviales. Recordó, por ejemplo, que antes era muy fuerte. Casi invencible.
Supuso que se debía a que era feliz.
Cuándo Hyunjin era un estudiante, actuaba tranquilo y se avergonzaba con facilidad cuando demostraban su amor en público. De hecho, podía decirse que incluso era algo ingenuo.
De joven, a Hwang le gustaba saludarlo diciendo:
—¡Pequeño Lix, pequeño Lix, mira! ¡Estoy aquí!
Ese era un buen regalo... Al menos mucho mejor que las peleas de ahora.
Ellos se abrazaban, hablaban, se apoyaban y lloraban juntos. Felix realmente extraña los árboles del campus, extraña las flores del peral. Los capullos aplastados bajo sus pies, cuando ambos iban allí y se recostaban sobre el césped durante los descansos.
Antes y después de la temporada de florecimiento, ellos irían a la escuela, se sostendrían de las manos y harían una recolecta de semillas y de ramas. Una de las cosas más románticas y atrevidas que hicieron debajo del peral en la escuela durante un día festivo... Fue darse un profundo beso. Se tocaron, se entregaron al amor juvenil y... Era perfecto. Era como se supone que debía ser.
¿Pero qué significa esto ahora? El amor que una vez fue caliente y efusivo, se ha gastado durante todo este tiempo. El deseo de rejuvenecer, de volver, se hace más fuerte a medida que los dolores incrementan también sobre la parte baja de su espalda.
No hay nada, ni una sola cosa que le ayude a consolarse.
Todavía tiene fuerza. Pero se da cuenta de que es difícil levantarse y cubrir a Hwang Hyunjin con la colcha. Debería haber sido una noche húmeda y estupenda. Deberían estar abrazados suavemente, fundidos, cubiertos del sudor que antes le parecía ser un dulce néctar.
Lee Felix le dio la espalda y se mordió los dedos para resistir los fuertes espasmos que le estaban atacando otra vez.Era muy tarde, Felix miró el cielo que comenzaba a iluminarse. La luz fría pasó a través de la tela de las cortinas, que era muy delgada. Este año trajo consigo un invierno frío, el más largo que recuerda. Si pudiera construir un muñeco de nieve con Hwang, al menos uno pequeño... Tal vez sus huellas permanecerían por un poco más de tiempo en los recuerdos de Hyunjin.
Baja y se apresura a ducharse. Su cuerpo está muy delgado y los rastros de la lujuria de la noche anterior le tienen densamente cubierto. Se siente sucio y lastimado. Piensa que es asqueroso.
Sabe que no le queda nada que hacer y realmente no quiere llamarle a Minho porque se niega a causarle todavía más problemas.
Es un hábito amar a ese hombre y él lo soportará valientemente hasta el final.
Lee quitó con cuidado las cosas que Hwang derramó en sus muslos, deja que todo se resbale por el baño de mármol y mientras retira el semen con sus dedos, las cejas se le van juntando cada vez más y más. Los ojos le arden...
No quiere hacer esto otra vez.
Lee toma su medicamento al terminar de vestirse y baja para preparar el desayuno, aunque no tenga hambre.
Hwang Hyunjin bebió mucho más anoche que Felix, y este le prepara entonces un poco de Topokki para asentar su estómago. Felix se sienta en el pequeño sofá y se concentra en leer un libro mientras espera a que esté listo.
Cuando Hwang se despierta, ya es más de medio día. Parte de su cabello se encuentra desordenado, se muestra medio dormido y sorprendió entonces a Lee, abrazándole por la espalda. Él es mucho más robusto que Felix, y se ha mantenido presionándole entre su cuerpo.
—Mañana me voy a un viaje de negocios. Volveré dentro de medio mes.
La mano de Felix se detiene abruptamente sobre una hoja:
—¿Medio mes?
—Si te sientes solo, siempre puedes llamarme. ¿No?
—¿Vas a ir con alguien que conozco?
Lee se separó de los brazos de Hwang y fue a la cocina para servirle el Topokki dársela de comer.
Hyunjin suspiró:
—Varios compañeros del piso y asistentes.
Felix sonrió como si no le importara y le dio el Topokki a Hyunjin en un pequeño plato hondo.
—No abuses demasiado de Kim. Es todavía un niño y no puede hacer todo lo que le pides. Aunque parezca que sí.
Hwang toma el mango de una cuchara y contesta sin pensar:
—No voy a llevar a Kim Seungmin. Cuando viajo fuera me llevo a otra persona. Un académico graduado de la facultad de arte. Vamos a estar en Francia y él conoce a todos los diseñadores novatos. Es muy bueno en lo que hace.
—¿Lo he visto alguna vez?
Hwang rio.
—Imposible. Jisung nunca viene por estos rumbos.
Hyunjin de repente cerró la boca y se concentró en comer. Las manos de Lee se enfriaron repentinamente, y sintió, mientras escuchaba el sonido de su corazón retumbándole en los oídos, que ese hombre estaba claramente en una posición mucho más alta en la que Felix estaba. Al menos para Hwang Hyunjin.
Volvió a tener náuseas.
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Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇
Fanfiction𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚌𝚑𝚊𝚛á, 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚜𝚎 𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚌𝚎𝚍𝚒ó, 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍ó 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘, 𝚜𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚛𝚟𝚘 𝚢 𝚘𝚛𝚍𝚎𝚗ó 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚍𝚊𝚣𝚘𝚜 𝚛𝚘𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚓𝚊𝚛𝚛ó𝚗 𝚍𝚎 𝚙𝚘𝚛𝚌𝚎𝚕𝚊𝚗𝚊; 𝚂𝚘...