Lee Felix hace un enorme esfuerzo por caminar correctamente, Minho lo lleva con lentitud a su oficina. Lo sostiene del brazo, le acaricia la espalda. En todo el camino, no hay palabras que puedan describir los sentimientos pulsantes de Lee Felix. Nadie puede saber lo mucho que le duele ni lo mucho que deseaba que ya se terminara.
El rostro de Felix tiene el mismo color blanco de las sábanas en la cama individual, sus ojos están vacíos y parece incluso estar respirando con mucha dificultad. Minho le sirve una taza de té:
—¿Quieres intentar beber un poco?
Lix se queda inmóvil. Después de un rato, tragó saliva y susurró:
—Tengo un poco de frío...
Minho está atónito. No descansa a menudo aquí por lo que no tiene ni una sola manta para cubrir a Felix. Lo mejor que puede conseguirle, es su propia chaqueta gruesa de lana de borrego.
Lo cubre, le extiende las manos, le frota los dedos y retira el primer botón de su pantalón... La prenda se adhiere dócilmente a sus delgadas curvas, lo que muestra una belleza muy frágil y extrañamente etérea. Minho, se siente un poco apenado por pensarlo.
—Tu condición física no es buena ¿Puedes recapacitar y pensar en la posibilidad de una hospitalización? —el castaño se sentó al lado del pequeño Lee, y pensó por un momento antes de volver a abrir la boca—: No puedes hacerlo tú solo. Es mejor decirle a tu pareja y a tus familiares. Estás demasiado débil como para mantenerte a ti mismo.
Las cejas de Felix suben lentamente, un suspiro de frustración escapa de sus labios. Parece próximo a comenzar a temblar. Aunque las emociones de Minho por los pacientes siempre están debidamente contenidas, está vez y tras sacudir la cabeza con suavidad, le sostiene de los hombros y le dice:
—Pero si no estás hospitalizado, puedes apoyarte en mí cuando sea.
Si amas a alguien a ese extremo, no puedes vivir por él, pero puedes estar dispuesto a morir en su nombre. Sabe que no puede convencerlo de inmediato, por lo que solo le queda seguirle la corriente.
Si tiene la suerte de morir temprano, su amor terminará temprano también.
El médico se dio cuenta repentinamente de que la vida de Lee Felix no era tan simple como lo imaginaba, pero no puede encontrar una pista sobre ello y es aún más difícil que le pregunte en persona.
Cuando el rubio despierta, sabe que le ha ocasionado demasiados problemas a Minho por un solo día, y ya que se encuentra en mejores condiciones, se inclina, se disculpa y le da las gracias a Lee Minho por su excelente cortesía y su extrema amabilidad.
—Te llamaré cuando sea el momento del próximo tratamiento.
Minho no puede quedarse con él por más tiempo, así que intenta ser lo suficientemente claro antes de dejarlo partir.
El castaño lo pensó y repentinamente, se vio embargado por la tristeza. Su rostro había perdido la sutileza y Felix lo miró entonces con curiosidad. Después de un rato, Lee Minho dijo:
—Tienes que dejar de tener una vida sexual tan activa. Tu cuerpo no va a soportarlo.
Felix siente vergüenza, pero la preocupación que le demuestra es suficiente como para llenarle de calidez el corazón.
Por el contrario, el de Minho está completamente destrozado.
Después de llegar a casa, Felix se acostó en la cama y permaneció inmóvil el tiempo suficiente como para reparar en lo que sentía. Vomitó cinco veces, y finalmente, escupió una amarga masa de bilis de un color verde oscuro.
Los cuatro pequeños gatitos están empapados en leche y maúllan alrededor de Lix. Un bebé comienza a hacerse bolita en el costado de su cuello, el segundo le está amasando el pecho... Y la suave sensación de las tiernas y acolchadas almohadillas en la parte inferior de sus patas, demuestra ser lo que necesitaba para entibiarle el alma.
No es demasiado tarde para cuando Hyunjin regresa. Pensó que no volvería, se siente ligeramente ansioso por su presencia. El mayor parece haber comido algo en el camino, así que ignora las sobras y pasa de largo por la estufa sin voltear a ver el cerdo que se están entibiando en un sartén.
Hyunjin parece haber recuperado cierto interés en Felix.
Ha comprado un poco de vino para esta noche, y hace feliz al pecoso cuando sostiene a un gatito sobre sus brazos. Le da un beso al segundo y al otro lo deja medio adormecido sobre el sillón.
Hyunjin tiene tan buena condición como un lobo joven. Es enérgico pero amoroso cuando le sostiene junto a su pecho y comienza a marcar un caminillo de besos húmedos por su cuello.
Las palabras de Minho son dejadas de lado...
Trata de seguirle el ritmo bajo sus piernas, y soporta la debilidad y la incomodidad que le está atacando de pronto todo el cuerpo. Hwang utiliza su fuerza feroz para impregnarlo rápido, en todas partes y, de todas formas. Sabe que le muerde los labios, siente que le ataca la garganta. No puede detenerse, no quiere pensar. Quiere placer en lugar de la agonía así que grita:
—Jinnie Hyung... Dame... Rápido... ¡Dame más rápido!
El hombre está animado, sus acciones son ahora más inescrupulosas y todavía más agresivas. Se hunde y se estrella contra el cuerpo delgado que está debajo del suyo, le llena de mordidas de la cabeza a los pies. Excitado, embriagado, feliz...
Al final, Hyunjin eyacula dentro del pecoso, susurrando al oído de Lee un único nombre:
—... Jisung. Oh, Jisung...
El corazón de Felix se desgasta, sangra, duele y se rompe en un instante.
—Yo no soy Jisung.
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Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇
Fanfic𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚌𝚑𝚊𝚛á, 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚜𝚎 𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚌𝚎𝚍𝚒ó, 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍ó 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘, 𝚜𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚛𝚟𝚘 𝚢 𝚘𝚛𝚍𝚎𝚗ó 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚍𝚊𝚣𝚘𝚜 𝚛𝚘𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚓𝚊𝚛𝚛ó𝚗 𝚍𝚎 𝚙𝚘𝚛𝚌𝚎𝚕𝚊𝚗𝚊; 𝚂𝚘...