No digas adiós [Levi x reader] (En edición)

Capitulo 40

No puede ser. 

Lo único que se podía dentro del distrito de Shinganshina era destrucción y todo esto justo después de que se escuchara esa gran explosión. Aunque ahora eso no debería importarme a mi pues mi batalla estaba justo frente a mis narices. 

Anclé mis pistones directamente en el cuello del gigante, gracias a que este me daba la espalda pues estaba enfocado únicamente en el soldado enfrente de él. Ese soldado era Levi y solo estaba atrayendo su atención.

Con ayuda del gas logré acercarme a su nuca y con precisión logre cortar una gran parte de esta, haciendo el ataque mortal. Al ver caer el cuerpo, enseguida pude situarme en el mismo lugar que el azabache. A estas alturas optamos por trabajar juntos, así cuidábamos las espaldas del otro.

Ya ni siquiera importaba ocultar la identidad de todos nosotros, por ello la capucha desde hace tiempo dejó de cubrir mi rostro. 

Me tomé mi tiempo para tomar aire, pues cada vez más, esto me estaba cobrando energía. 

—Todavía no es tiempo para que te canses, aún nos falta muchos más, sobre todo esa bestia. Tienes que resistir.

—Lo sé, Levi.— Tuve que soltar una fuerte bocanada de aire para después ponerme en posición de combate —Gracias por los ánimos, me servirá de mucho.— Le dediqué una sonrisa de boca cerrada. 

No tardó mucho para que se pudiera escuchar un equipo de maniobras cerca de nosotros; se trataba de uno de nuestros compañeros. 

—Acabé con los de este lado.— Informó —Los únicos inteligentes son los que están aquí.— Dirigió su vista hacía el frente, que era el lugar en donde se encontraban los titanes restantes —Pero, ¿cómo vamos a acabar con el titan bestia? Esta quieto sin mover un solo dedo. 

—Si, parece que es un cobarde.— Respondió Levi —No tiene las suficientes pelotas al fin y al cabo. 

—No nos confiemos tanto, por algo debe estar ahí.— Mencioné. —Incluso puede que este planeando o esperando. Por mientras, hay que enfocarnos en acabar a los titanes restantes, ya después deberemos actuar con los de mayor tamaño que aún se mantienen quietos. 

—No te preocupes por eso.— Mi camarada aseguró —Nosotros nos ocuparemos de ellos, por lo mientras ustedes dos descansen. Acabaremos con los inteligentes.— Se giró a ver a sus subordinados —¡Vamos!— Y sin esperar más activó su equipo de maniobras dejándonos a nosotros ahí solos. 

—Rayos.— El azabache se giró hacía los muros, en donde se alzaba una enorme capa de humo negro. —¿Cómo estarán ellos después de la explosión? ¿La habrán evitado?

—Confiemos en que están bien.— De igual forma yo volteé a ver a esa dirección. —Ellos saben lo que ha—

Una roca.. Una pequeña roca había aparecido en mi campo de visión repentinamente y esta había venido justo de donde se encontraba ese titán bestia, desde el frente. Todo había sido tan rápido que mi visión se había tornado lenta. Al tratar de voltear hacia delante más rocas con un tamaño mayor pude visualizar, todas en una misma dirección. Hacía nosotros y con una fuerza indescriptible.. 

Por instinto, reaccioné colocando mis brazos frente a mi cubriendo mi rostro en un débil intento de protegerme. Finalmente, pude sentir como las rocas habían impactado brutalmente en cada espacio a nuestro alrededor. Fue una fortuna que nada me haya rasgado el cuerpo y que saliera ilesa de este sorpresivo ataque. 

Aunque al mirar al levantar la vista  solo pude ver muerte, la muerte de todos nuestros soldados y camaradas que peleaban en primera línea. Su dolor pudo ser confirmado al escuchar esos horribles lamentos. Incluso, una capa muy fina de color carmesí se hizo presente en cada alrededor.