No digas adiós [Levi x reader] (En edición)

Capitulo 39

Un fuerte resplandor justo en la entrada exterior del distrito de Shinganshina fue el comienzo de la operación 'sellar el muro'. 

Ahora solo lo que podíamos esperar era lo mejor, pese a las extraña circunstancias que envolvía al lugar. Por que desde que llegamos no he visto a ni un solo titan dentro del distrito ni cerca de los alrededores, algo que evidentemente era sospechoso vieras por donde le vieras. Sin embargo, la misión debía seguir.

No pasó mucho tiempo para que Eren con ayuda del endurecimiento sellara la puerta externa. Esto era visible desde la distancia para nosotros quienes aún nos manteníamos en la parte superior del muro, justo en donde aun se mantenía la abertura. La confirmación de que esta pequeña parte de la operación había sido un éxito llegó con el lanzamiento de dos bengalas verdes. 

—No puedo creer que tan fácilmente se logró sellar.— Mencioné.  

—No hay que cantar victoria tan pronto, ____.— Uno de los jefes de escuadrón llamó mi atención —Aun es muy extraño que no hayan atacado y otra problemática es que no hemos ubicado ningún titán.— El hombre se había posado a mi lado izquierdo. —¿Qué no se prepararon para este asalto?

—Eso espero.— Le respondió mi Comandante —Pero lo que encontró Arlet..

—Reviven las sospechas— Sentí que sus miradas se posaron en mi —Ellos de algún modo están preparados, o eso es lo que me dice la extraña calma que se vive aquí. Esperemos que no sea el caso, sin embargo también debemos mantener los ojos muy abiertos por cualquier movimiento. 

Repentinamente Armin llegó a nosotros con ayuda de su equipo tridimensional; este había aterrizado sobre el muro en apoyo de una de sus rodillas y con la mirada puesta en nosotros. 

—Descubrí indicios de un campamento.— Informó incorporándose —La tetera estaba fría y habían luces en el piso. Encontré tres tazas con este mismo líquido, bebieron algo parecido al té negro.— Por alguna razón tuve que tragar saliva por lo reseca que sentía mi garganta —Como mínimo habían tres personas sobre la muralla.

—¡¿Tres?!— Mi compañero preguntó alzando el tono de su voz. 

—¿Dices que la tetera estaba fría?— Volvió a preguntar Erwin a lo que Armin asintió. 

—Que extraño.— Murmuró el Comandante. —Hemos venido a toda velocidad con los equipos y caballos. Si nos vieron o nos escucharon  debió haber sido hace dos minutos cuanto mucho. 

—Pero una tetera no se enfría en dos minutos, debió haber estado medianamente tibia a estas alturas.— Aclaré. —Es posible que se dieran cuenta de nuestro movimiento hace unos cinco minutos.— Me giré a ver al Comandante con los ojos bien abiertos por la sorpresa —¿Cree que..?

—Si, puede que hayan tenido tiempo para prepararse. 

—¿Pero como?— Al parecer mi compañero, líder de un escuadrón apenas si podía asimilar lo dicho. 

—Creo que deberíamos asumir que hay más enemigos ocultos.

Repentinamente conecte mi vista con la de Erwin. 

La vaga idea de que gracias a aquella sospecha el comenzara a dudar de mi me perturbaba ya que sabía perfectamente que yo era inocente o al menos eso creo. No sería capaz de ser una simplona, ni una traidora, yo no soy así.

—Ya te lo dije Erwin, yo peleo por este lugar.— Me atreví a comentar sin importarme quien estaba rodeándonos. 

Él apartó la vista sin más —La prioridad es localizar al enemigo.— Sus orbes terminaron en Armin —Arlet, tu cerebro nos salvó en más de una ocasión. Lo necesitaremos de nuevo.— Se giró repentinamente a los soldados detrás nuestro. —Usa a los soldados que necesites para explorar los alrededores cercanos.