No digas adiós [Levi x reader] (En edición)

Capitulo 29

—Pensé que eran más. Solo son dos.— Susurré para mi, viendo como ambas siluetas se acercaban. 

Optamos por amarrar al señor de bigotes en un árbol, para evitar que escapara por la existente posibilidad de que hubiese un ataque justo ahora por parte de soldados de la Policía Militar. 

Estaba a punto de acercarme y atacar, no obstante al ver como ambas personas se quitaban la capucha detuve cualquier movimiento al ver que se trataba de Hange y Moblit. 

Todos salimos de nuestro escondite para acercarnos a ellos más aliviados. Enseguida Hange sacó una hoja de papel doblada en cuatro partes.

—Esto es el informe de todo lo que ocurrió esta tarde. Les interesará a todos verlo.— Hange le tendió la hoja a Levi, quien tomo asiento en un pequeño tronco de árbol, mientras que todos optábamos por rodearlo. 

Antes de que comenzara a leer, Armin trajo consigo una lampara de aceite, el cual prendió con bastante facilidad para que todos pudiésemos leer cada oración en el papel sin problema. Me costó un poco de trabajo seguir la lectura, pues yo al posicionarme atrás la altura de todos me bloqueaba la vista, pero gracias a Jean quien notó esto me hizo un pequeño espacio justo enfrente suyo, algo que le agradecí. 

Cuando por fin pude comenzar a leer, sentí que todo comenzaba a tomar color. Lo primero que me impactó fue que declararon a Fritz como un falso rey algo que el gobierno sabía perfectamente bien y que había preferido mil veces callar y mentirles a los ciudadanos. 

—El golpe de estado fue un éxito.— Inició Hange. —El general Zackly ahora controla toda la capital y el distrito administrativo. Por ahora, la nobleza no se rebeló. 

—¿Y que sucedió con el caso del señor Reeves?— Preguntó Armin aún asimilando.

—La Policía Militar confesó que nos inculparon. Su hijo Flegel nos está ayudando.— Mi boca se había abierto hasta formar un perfecta "o". —La prensa escribió que nos habían inculpado y que hubo un abuso de poder. También pusieron que Fritz era un falso y que sus acciones corruptas fueron en defensa propia.— Me giré a la castaña. —Para resumir todo, ahora somos.. Libres.

Esa palabra es la que tanto había anhelado escuchar. 

Jamás en la vida había visto como la Legión de Reconocimiento había sido tan presionada por el gobierno, tan buscada y tan odiada por ellos. El gobierno por eso quería desmantelarla porque temía que nosotros habláramos sobre su realidad. Sabían muy bien que la Legión hablaría con la verdad. 

Conecté miradas con todos y en sus ojos pude ver ese brillo de felicidad, felicidad absoluta. Habíamos ganado nosotros contra el gobierno. 

Y como si todos estuviésemos conectados dimos un gran brinco con un grito eufórico de alegría. 

—¡Lo hicimos!— Me gritó Jean con una sonrisa de oreja a oreja. —¡Lo hicimos, hermana!— Se acercó a mi para abrazarme dando en ese lapso pequeños brincos. 

—Lo hicimos, Jean.— Correspondí a su abrazo repitiendo la misma acción de dar pequeños brincos. —La Legión lo logró, aún hay esperanza.— Me separé de él para poder vernos a la cara. 

—Si, aún la hay.— Deshizo el abrazo aún sin borrar su felicidad. 

—Los tres soldados que dejaste a mi cargo murieron. Lo siento.— Las palabras del azabache llamaron mi atención —Aún nos falta por saber en donde se encuentra su líder, Historia y Eren. Debemos encontrarlos pronto. 

Era verdad, aún no podía estar del todo feliz, aún nos faltaban ellos dos. Aún teníamos trabajo por hacer, pero creo que lo que más aliviaba todo esto es que dejaríamos de enfrentarnos a más soldados, ¿verdad?