Capitulo 14

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Por la mañana me despiertan unos golpes. Al principio me siento desconcertado, pero luego me doy cuenta de que alguien está llamando a la puerta. He dormido toda la noche de golpe, sin sueños, y sé que otra noche tan buena como esta va a ser difícil de conseguir. Me levanto todavía adormilado y echo una mirada por la ventana. Apenas está amaneciendo. Abro la puerta y Portia entra apresuradamente. Lleva puesto un vestido de seda, de colores y muy elegante. Tiene el pelo amarillo decorado con plumas de pájaros tropicales y está muy maquillada, con sombra de ojos azul y pintalabios verde. Se da cuenta de que la estoy mirando con curiosidad y me dice:

-Había que celebrar vuestro éxito de anoche-Se excusa.

Ahora entiendo por qué había tanto ajetreo anoche en la ciudad. Los habitantes del Capitolio se van de fiesta por las noches y duermen durante el día. Portia se deja caer sobre la cama desecha, como si estuviera exhausta y me siento a su lado. Noto que me mira con pena y no entiendo por qué hasta que saca de su bolso algo que yo conozco muy bien. Son mis dibujos. Se los quito de las manos apresuradamente y los arrugo todavía más cuando los acerco hacia mi. No sé por qué pero me avergüenza que los haya visto. También me da la canica naranja. Recuerdo entonces que la mañana que llegamos al Capitolio me los guardé en el bolsillo, pero no me acordé de ellos cuando me cambié para el desfile.

La mirada de Portia lo dice todo, lo sabe y creo que también lo siente por mi. Hay algo en sus ojos que puede ser compasión, incluso ternura. Pero, ¿son los habitantes del Capitolio capaces de sentir esas cosas? No lo sé, es un misterio para mi lo que pasa por la mente de estas personas.

Me acuerdo de cómo nos dijo Cinna que nos cogiésemos de la mano en el desfile, como si fuésemos un equipo, incluso como si fuésemos amigos.

-¿Lo sabe Cinna?-Pregunto. Portia asiente con la cabeza, me lo imaginaba.

-Le he enseñado los dibujos pero dice que solo ha confirmado algo que ya sabía. Él es muy bueno intuyendo los sentimientos de las personas, creo que lo sabe desde la cosecha.

Éso me deja sorprendido. Tenía la seguridad de que yo era bueno ocultando mis sentimientos hacia Katniss, es algo que llevo haciendo toda mi vida. Jugueteo distraído con la canica sin mirar a Portia a la cara mientras esta sigue hablando:

-Me ha dado tanta pena cuando los he visto. Los trágicos amantes del distrito 12...

Voy a replicarle que no somos amantes cuando me doy cuenta de que está verdaderamente afectada, parece que esté haciendo un esfuerzo por no llorar y su cara refleja tal desdicha que parece que sea ella la que va a ir a la arena y no yo. Hago un intento de consolarla, pero ella se levanta y me dice que debe irse. Me da un abrazo rápido y noto que esta vez huele a piña y a coco. Antes de irse murmura algo que me hace pensar:

-Es una pena que no pueda apostar, si no lo daría todo por vosotros, siempre he sentido debilidad por los enamorados.

Después se aleja rápidamente sin poder contener las lágrimas. Me quedo anonadado mirando los dibujos pensando en esa frase. ¿De verdad el hecho de que seamos dos enamorados podrá darnos alguna ventaja? Pienso en algo que me dijo Delly cuando nos despedimos "si quieres que ella gane, consíguela patrocinadores". Acabo de descubrir como conseguirlos. Seremos los trágicos amantes del distrito 12. Cuando me visto con la ropa que me ha dejado mi estilista y me dirijo al comedor me doy cuenta de que no estoy equivocado acerca de los patrocinadores, Portia y Cinna han pensado lo mismo, ya que Katniss y yo vamos vestidos iguales de tal manera que no parecemos rivales, parecemos un equipo, parecemos los trágicos amantes del distrito 12 aunque ella aún no lo sepa.

ASI lo ve petta desde su punto de vista de los juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora