No tardan mucho en servir la cena y Effie va a avisar a Katniss para que coma algo. La esperamos todos hasta que al final aparece con la cara roja y los ojos hinchados. Se sienta a la mesa sin mirarnos a ninguno y empieza a sorber la sopa a cucharaditas. Todavía se le escapa algún hipido involuntario por el llanto, a pesar de que parece mucho más calmada que antes. La miro hasta que ella se percata de mi mirada y levanta la cabeza. Arqueo las cejas en señal interrogante pero ella sacude la cabeza y vuelve a desviar su atención al plato.
Finalmente Haymitch nos pregunta cómo de mal nos ha ido. Yo respondo en seguida que de todas formas da igual, porque nadie me estaba prestando atención. Cuando todos miramos a Katniss esperando saber por qué está tan disgustada nos suelta de sopetón:
-Les tiré una flecha. Bueno a ellos no, a la manzana de su estúpido cerdo, es que no me estaba haciendo ni caso. Después me largué sin más, me di permiso a mi misma.
Después de decir esto se derrumba y se dedica a rascar la mesa con la uña. Miro a Haymitch, tal vez esperando a que la regañe, pero a pesar de eso suelta una carcajada que nos deja sorprendidos. Empieza a animarla diciendo que no se puede hacer nada para remediarlo y yo sigo su ejemplo y comento que lo que pasa en las sesiones privadas debe ser secreto. Finalmente, Katniss se anima y recupera su sonrisa. Cuando nos cuenta que hubo un vigilante que se cayó a la ponchera del susto, todos nos reímos y el ambiente se relaja. Descubro entonces que tengo bastante hambre y me dedico a deleitar el exquisito manjar que tenemos hoy de cenar: lubina al horno con salta de naranja, patatas asadas y de postre una fuente enorme de tres tipos de chocolate caliente con multitud de frutas diferentes para mojar en él.
Cuando acabamos, nos llevan al salón de la tele gigante para ver nuestras puntuaciones. Los profesionales sacan las mejores notas y los demás están ahí. Llega el turno del distrito 12 y me sorprende enormemente mi nota, un ocho. Al menos algún Vigilante debió de prestarme atención. Pero no hay tiempo de celebraciones porque todos esperamos conteniendo el aliento a que anuncien la nota de Katniss.
Finalmente saca un once y todos nos emocionamos y Effie empieza a gritar con su voz aguda y su acento del Capitolio. Katniss está imensamente aliviada, aunque parece confusa y no se termina de creer su nota.
Después de que nos sigan felicitando un rato más, por fin nos dejan irnos a dormir porque según Effie, mañana es un "día muy, muy, muy, muy importante".
-Felicidades.-Le digo a Katniss cuando estamos los dos solos en el pasillo.-Ha sido una nota impresionante, nunca había visto que diesen una tan alta.
-Sí, bueno... gracias-Responde ella azorada.-Tú también lo has hecho bien.-Admite, tal vez por compromiso.
-Pero no tan bien como tú.-Las palabras salen de mi boca tal vez con más dureza de la que había pretendido. No es que esté molesto, pero muchas veces me sorprende la falta de confianza de Katniss en si misma. Ella vale mucho más de lo que se cree.
Al menos, ella parece no darse cuenta del tono de mi voz. Nos quedamos callados en otro de nuestros incómodos silencios hasta que ella dice:
-Hasta mañana.-Y se aleja pasillo a través.
Me voy a mi habitación y me meto en la cama. Estoy cansado, al fin y al cabo llevamos tres días entrenando sin parar, pero no consigo dormirme. Me levanto y me siento en el alféizar de la ventana. Tal vez el aire fresco me ayude a conciliar el sueño, pero en cuanto abro, el intenso ruido de gente hablando y bocinas de coches hace que vuelva a cerrar inmediatamente. Eso es otra cosa que echo de menos de casa, el silencio. Me dedico a observar la ciudad, perdiéndome entre tantos colores y dejando que la belleza me hipnotice.
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ASI lo ve petta desde su punto de vista de los juegos del hambre
RandomY por aqui aleta Llega el cebador Capítulo de Los Juegos del Hambre Desde el Punto de Vista de Peeta, espero Que Lo disfrutéis Y Que os guste Mucho