Una semana después...
―Alex, Charlotte, ¿pueden callarse?, necesito concentrarme ―tenían una hora discutiendo sobre lo que realmente significa el arte, ¿curioso, no?, nosotros también habíamos tenido una disputa sobre eso.
La cuestión es que me sorprendía su riña, puesto que ambos eran personas tímidas y reservadas, aunque ahora no lo parecía.
Luego de aquella noche donde Oliver se marchó, el bicho raro y yo nos hicimos más cercanos, no entiendo cómo pasó, por lo visto teníamos más cosas en común y no eran precisamente buenas; aun así hemos podido tener cierta confiabilidad.
Sin embargo, no ha dejado de ser él mismo y yo tampoco. No tengo porqué opinar de lo que acontece en su casa, pero eso está peor de lo que había pensado. No les importa que yo esté ahí para hacer escenas de gritos, regaños y palabras ofensivas que estoy segura han dolido más de una vez.
Su padre es una persona extraña, cuando me mira lo hace de una forma que todavía lucho por comprender y aunque no me incumbe tengo ganas de averiguarlo; ¿loco, no?, pero algo me dice que ese señor no actúa así porque sí.
Es más que evidente que esa familia está rota, solo espero que cuando decidan arreglar sus diferencias no sea demasiado tarde; ellos merecían algo mejor que solo estar en una guerra constante.
― ¿Todo bien, mi niña? Me saludas al hermoso Noah ―ese mensaje de mi madre me tenía pensado desde hace media hora.
Hay algo extraño en ella, estos días ha estado bastante cariñosa y pendiente de mí, también está el hecho de que cada vez que está con papá lo obliga a tomarse unas pastillas.
¿Por qué será? ¿Está enfermo? Si es así, ¿por qué no me dice nada?
No es que él me preocupa, pero mamá y yo estamos reconstruyendo nuestra confianza y debería decirme si él lo está o no; obviando el hecho de que nosotros no tengamos una buena relación.
― ¿Cómo está lo más bello que tiene Stanford? ―bufo exasperada al escuchar a Noah decir aquello.
Niego con la cabeza al ver como empieza su coqueteo con la que ahora se está convirtiendo en mi amiga. Desde que la conoció ha quedado fascinado y tal vez flechado.
―Déjame en paz, Noah ―masculla, aunque con esa voz tan suave y tierna dudo que mi amigo le haga caso.
―Pero hermosa Lottie, solo será un día ―el castaño intenta hacer una expresión tierna pero falla en el intento, provocando que la chica estalle en carcajadas.
Y es que se ve ridículo, hasta yo me reiría.
―Está bien, pero deja de asfixiarme ―y para alegría de mi amigo ella aceptó.
― ¡Dijo que sí! ¡¿Viste, Lisa?! ¡Aceptó!
Qué horror.
―Ni que te hubieras ganado un óscar ―exclamé.
―No fue un óscar, pero sí la gané a ella.
Oh, cupido hizo bien su trabajo en flecharlo.
Fijo mi vista en Alex que no ha dicho nada en todo este rato, al percatarse de mi mirada rueda los ojos y con una velocidad impresionante recoge sus cosas y se levanta para marcharse.
―Pon tu trasero en la banca de nuevo ―le ordené.
Me mira como si analizara si estaba hablando en serio.
― ¿Cuándo dejarás de ser fastidiosa? ―preguntó, enarcando una ceja y volviendo a sentarse.
―Cuando se me dé la gana.
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Quiero Vivir ✅ A LA VENTA EN AMAZON✅
Подростковая литература¡A LA VENTA EN AMAZON, FÍSICO Y DIGITAL! Ella, una chica soñadora, pero lamentablemente su entorno no la deja ser; destruyen sus sueños, su autoestima y dignidad. Pero dependerá de ella si quiere que les sigan cortando sus alas o definitivamente las...