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Capítulo 5

Lisa.

Dolor.

Esa sola palabra abarcaba todo lo que sentía.

Muchos en algún momento hemos sentido dolor; ya sea por la pérdida de un ser querido, un corazón roto, el rechazo de tu familia, las palabras ofensivas que en un momento dado te expresaron, el bullying recibido en el colegio por ser gordo, flaco, nerd o inteligente.

Sin embargo, el dolor que sentía en ese preciso momento era como si estuviera cayendo a un vacío sin la mínima intensión de pisar un lugar seguro, era como si estuviera tomando cada parte de mi, se sentía demasiado asfixiante.

No es lo mismo que te llamen por teléfono y te digan que un familiar tuyo murió, a que tengas que verlo con tus propios ojos, porque al momento de verlo no sabes de qué forma vas a reaccionar, si irás corriendo en su auxilio o entrarás en shock como lo hice yo.

Ver la muerte de adrián fue lo más horrible que pude haber presenciado, está claro que no teníamos la mejor relación pero aún así era mi hermano y no lo quería muerto.

Pude ver como alguien me hacía señas para que reaccionara, pero no podía hacerlo, me encontraba entumecida, no podía mover ni un músculo, quise hablar para decirle algo, pero mi voz se negaba a salir.

Un nudo en la garganta comenzó aproximarse, sentía como mi estómago era un revoltillo de emociones, un dolor agudo me atravesó el pecho y comencé a sollozar. No había lágrimas, sólo sollozos que me sacudían todo el cuerpo, no podía hablar, sentí que me estaba ahogando en aquel instante, no sabía cómo explicarlo, pero la sensación era demasiado abrumadora.

-¿Qué mierda? ¡Has algo Alex! ¡No sé que le pasa! Joder Lis, ¿que te pasa? ¡Reacciona de una buena vez!

-Sólo la pondrás peor como sigas gritandole así, déjala que se calme.

-¿Que se calme? ¡No ves que se me muere la muchacha idiota!

Escuchaba voces a mi alrededor pero no lograba identificar quiénes eran y qué hablaban, los sollozos iban en aumento y creía que me iba a dar un ataque, no lograba parar todo lo que estaba sintiendo; me comenzaba a sentir mareada, todo me daba vueltas, alguien me tomó la cara y me daba pequeños golpes para que reaccionara, no pude visualizar de quién se trataba, pero parecía que estaba gritando.

Pasados unos minutos, esa sensación que me ahogaba se estaba disipando y los sollozos comenzaron a disminuir, una calma comenzó arroparme, esa calma que no había sentido nunca, pero me ayudó para que pudiera ver en qué lugar me encontraba y quién era la persona que estaba frente a mi.

-¿Lis? ¿Te sientes mejor? -preguntó Noah, estudiandome con esos ojos cargados de preocupación.

Mi garganta se sentía seca cuando intenté pronunciar una palabra.

-¿Noah? -pregunté, aún aturdida por aquél extraño episodio.

Algo me martillaba la cabeza, era demasiado fuerte.

-¡Al fin! Dios escuchó mis plega...

Y eso fue lo último que escuché, antes de que mi vista se oscureciera.

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Un dolor de cabeza me trajo de vuelta a la realidad, intenté abrir los ojos pero fue una tarea bastante complicada por que los sentía demasiado pesados, era como si hubiera dormido por horas.

Finalmente abrí los ojos e intenté acostumbrarme a la luz, recorrí con mis ojos el lugar donde me encontraba y por suerte estaba sola y en mi habitación.

Menos mal no era el hospital, por que si no, quien sea que me haya traído podía ir declarándose muerto.

Mi habitación estaba como la dejé, todo en orden y en su lugar, ah no se crean, la habitación era un completo caos, pero me daba igual; para limpiar yo tengo que inspirarme y créanme, hace mucho no tengo una de esas inspiraciones para hacerlo.

Alguien comenzó a tocar mi puerta, así que me senté en el espaldar de la cama y dejé que entrara quien sea que estaba tocando.

Noah apareció en mi campo visual con una bandeja.

-Ya era hora de que despertaras mujer, me iban a salir canas de tanto esperar -fue lo primero que dijo nada más entrar y colocar la bandeja en mi mesa de noche.

-También me alegro de verte, querido -contesté.

-No te hagas la graciosa, me diste un susto de muerte, pendeja -dijo, dándome una mirada de reproche ligada con preocupación.

¿Acaso dijo muerte?

Y todos los recuerdos de esta mañana me invadieron de golpe.

Adrián no podía estar...

¿O si?

Noah debió darse cuenta de que algo me estaba atormentando porque inmediatamente se sentó frente a mi, no me estaba gustando la mirada que me estaba dando, tenía esa misma mirada cuando mi abuela falleció.

Así que eso solo podía significar una cosa...

-Lo siento mucho, nena -y eso fue todo para terminar de confirmarlo.

No dije nada, me quedé inmóvil, tratando de asimilar que mi hermano se había ido y no había regreso alguno.

¿Podía ser más jodida mi vida?

Por supuesto que sí. Y justo hoy me lo había demostrado.

¿Quería que el día de hoy me sorprendiera? Pues si.

Y vaya sorpresa me he llevado...
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Uhhh esas sorpresas de la vida

¿Les gustó el capítulo de hoy?

💔R.I.P adrián💔

Noah es un amor y un exagerado❤😂😂😂

Nuestro difunto Adrián en multimedia ❤💔