―Me alegra mucho que hayas vuelto, pensé que ya no lo harías ―miro avergonzada a la señora O'Donnell.
Si bien no es normal faltar varios días a tu trabajo, pero no me sentía del todo cómoda, además tenía asuntos familiares qué atender.
Luego de la fiesta papá y David han estado más animados y atentos conmigo, estamos trabajando en conocernos y llevar la paz.
Yo por mi parte sigo trabajando en sanar mis heridas, no ha sido fácil; hasta he pensado que no lo lograré.
Los pensamientos negativos que rondan por mi cabeza se niegan a dejarme tranquila, sin embargo, he puesto más esfuerzo en ello para ganarles la guerra.
―Lo siento mucho, no volverá a suceder ―mascullé, mientras me acomodaba en el sofá.
―Tranquila ―me sonríe y luego se va hacia la planta de arriba.
Al menos no me ha regañado. El pequeño Adam está durmiendo, lo que se deduce que estoy aburrida y sin nada qué hacer.
Excepto seguir preparando mi historia, la maestra Sallow ya nos pidió un borrador para ver cómo vamos y debo entregar eso a tiempo.
―Lisa, ¿podemos hablar? ―levanto la vista y me encuentro con el bicho raro.
Oh cierto.
Ya había olvidado que teníamos una conversación pendiente.
Pero la cuestión es, ¿de qué quiere hablar conmigo?
―Claro ―contesté.
Me incorporo y lo sigo hasta que llegamos al jardín, el día está bastante soleado y sopla una brisa fresca. Nos sentamos en las bancas que están ahí y juntos disfrutamos del cantar de los pajaritos.
¿Quién lo diría? Jamás pensé que entre Alex y yo ocurriera esta amistad.
Antes no lo soportaba debido a mis problemas internos, ¿sabían que podemos llegar a herir a personas cuando ciertas cosas nos afectan y buscamos un culpable en otro lado?
Pues eso me pasó, por lo de mi padre me ponía tan a la defensiva con él que terminaba hiriéndolo a propósito, yo sabía que estaba mal, pero ¿qué podían esperar de alguien que lo único que tiene en su interior es odio, dolor y resentimiento?
De lo que hay en tu corazón eso mismo vas a proyectar a los demás.
Lástima que lo aprendí un poco tarde.
―Nunca le he dicho a nadie lo que pasó el día de la muerte de mi hermana ―dijo, sacándome de mis pensamientos―. Solo a mi psicóloga, pero hoy quiero decírtelo a ti.
Lo miro extrañada.
―¿A mí por qué?
―Porque siento que de alguna manera tú y yo conectamos y que puedo confiar en ti ―confesó.
―Entonces ten la libertad de contarme.
Suspira profundo y clava su vista en aquel jardín.
―El día de esa tragedia yo no estaba en casa.
¿Qué?
―¿Ah no?
―No. Había salido a la casa de unos amigos a jugar, mamá y papá sí estaban, pero ellos tuvieron que salir.
―¿Entonces a tu hermana la dejaron sola en esta enorme mansión? ―inquiero.
Es una locura, si hasta a mí me da cierto temor andar por esta casa, no me imagino a una niña vagando sola por aquí.
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Quiero Vivir ✅ A LA VENTA EN AMAZON✅
Подростковая литература¡A LA VENTA EN AMAZON, FÍSICO Y DIGITAL! Ella, una chica soñadora, pero lamentablemente su entorno no la deja ser; destruyen sus sueños, su autoestima y dignidad. Pero dependerá de ella si quiere que les sigan cortando sus alas o definitivamente las...