Capítulo 26

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CAPÍTULO 26

Algo no iba bien. Todo estaba oscuro, estaba muy lejos del mundo real. Simplemente parecía irreal, tenía que salir de este lugar. Al abrir los ojos de forma lenta, sentí el suelo frío debajo de mí. Mi cabeza estaba a un lado y mi cuerpo se contorsionaba en un ángulo horrible que era muy incómodo. La habitación se volvió borrosa por un segundo antes de que todo pareciera muy oscuro, casi negro de nuevo. Mis brazos estaban detrás de mí e incapaces de moverse. El movimiento lastimó mi mano rota.

Haciendo una mueca de dolor, me levanté con las rodillas dolorosamente. Un cierto dolor en la parte posterior de mi cabeza me hizo llorar de dolor cuando mi cuerpo se puso de pie. Cuando estaba de rodillas, miré alrededor de la habitación que me tenía prisionera. Parecía una celda, todo a oscuras y con solo una pequeña ventana en la puerta que iluminaba la habitación. Había paja en la esquina de la habitación cerca de donde yo estaba. Pero aparte de eso, la habitación estaba muy vieja y vacía.

Poniéndome de pie, traté una vez más de quitar las cuerdas que amarraban mis manos, pero un grito de dolor escapó de mis labios nuevamente ante el movimiento brusco de mi mano rota. Genial... ¿Qué más podría salir mal ahora? Pensé mientras buscaba por la habitación algo que pudiera ayudarme en este momento. Lo único que podría ayudarme era la puerta.

Caminé hacia ella, me arrodillé, deslicé mi codo alrededor del pomo e intenté moverlo. Nada. Estaba cerrado con llave. Maldita sea... Golpeé mi hombro contra la puerta ni siquiera la movió pero me produzco un dolor punzante en el hombro. Obviamente, esa no fue una idea muy inteligente.  

De repente cuando estaba a punto de intentar golpear la puerta de madera de nuevo, se mueve lentamente. Di unos pasos hacia atrás y la puerta se abrió, revelando una gran cantidad de luz. Mis ojos se entrecerraron y alguien entró en la celda "Bueno Isabella, parece que estás despierta" Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar la voz del hombre. Era muy familiar y entonces sentí como mi ira se fue acumulando. El asesino de mi abuela. 

"James"

"Oh, ¿Entonces me recuerdas? Ustedes los humanos tienen bastante memoria..." Caminó hacia mí con sus ojos de color rubí, haciéndome temblar ante la frialdad que irradiaba su forma demoníaca.

"¡Mataste a mi abuela... eso es algo que nunca olvidaré, monstruo!" Intenté mover las manos una vez más, pero no se movieron. Solo sentí el dolor de mi mano rota por el esfuerzo de nuevo. James se rió de mi lamentable esfuerzo y la ira me invadió, dándome fuerzas. "Hijo de..." No me dió tiempo a terminar la frase que ya me tenía agarrada por mi cuello y me levantó en el aire, cortando mi suministro de aire. Jadeando por respirar, traté de patearlo con todas mis fuerzas pero él se rió entre dientes. ¿A quién engañaba? ¿Una humana contra un vampiro? No tenía ninguna posibilidad.

"Tu lamentable esfuerzo me hace reír, Isabella" dijo James. "Tu abuela había intentado pelear conmigo. Lástima que no duró mucho. Ah, sus llantos eran para morirse."

La ira hirvió en mi sangre y el recuerdo inundó mi mente.

Lenta y cautelosamente, mi abuela soltó mi brazo y se acercó para recuperar la lata del hombre. Cuando extendió la mano, su brazo salió de la nada y la agarró por la muñeca. La atrajo hacia él y fue a por su cuello. Podía escuchar a mi abuela llorar de dolor y llorar por mí.

"¡NO BELLA! ¡CORRE! ¡AHORA!" Ella gritó de más dolor. Sus gritos eventualmente se desvanecieron en gemidos y luego en silencio. Me quedé allí mientras todo el color desaparecía de mi rostro. No podía moverme.

El hombre dejó caer el cuerpo inerte de mi abuela al suelo y con la manga se secó la sangre de los labios.

La había matado sin ningún remordimiento. Una sonrisa sádica se extendió por su rostro mientras me miraba fijamente, todavía asfixiándome. "Quiero ver si tu sangre es tan deliciosa como la de ella" Lo único que hice fue escupirle en la cara y funcionó. Su rostro reflejaba ira, y sus ojos brillaron con leve diversión e ira mientras planeaba su próximo movimiento.  

James me tiró contra la pared, provocando que algunos de mis huesos se rompieran por el impacto. Un grito de dolor brotó de mis labios mientras me deslizaba hasta el suelo, incapaz de moverme. "Eres igual que tu abuela. Siempre peleando batallas que no puedes ganar" Janas se rió una vez más y me acechó letalmente.

"No... hables así de ella..." fue mi débil respuesta. Sus ojos rubí hipnotizaban, casi parecía imposible apartar la mirada de ellos. Este asesino haría cualquier cosa para obtener su objetivo. Tosiendo muy ligeramente, James se arrodilló frente de mí y pisoteó mi pie, rompiéndolo instantáneamente.

"De esa manera no escaparás" murmuró mientras un grito de dolor se escapó de mis labios. El dolor llegó en oleadas rápidas. James pareció disfrutarlo pero este no fue el final de su placer. No, era tan solo el comienzo. "Si no quieres que hable de tu abuela, ¿Qué hay del chico que trató salvarte en Forks? Veamos... cabello bronce, ojos dorados, expresión enojada. ¿Te suena?" ¿Edward? ¿Había intentado salvarme? ¿Pero por qué? ¿Había tratado a su familia horriblemente y ahora él había tratado de ayudarme? Las cosas realmente estaban cambiando... "Oh, se enojó cuando te vio en mis brazos, inconsciente y sangrando" Lamiendo sus labios, continuó hablando. "Había intentado correr detrás de mí pero... digamos que los cuatro humanos que había bebido antes de verte me dieron un pequeño impulso. Ahora él ni siquiera sabe dónde estás. Tu estúpido aroma se esfumó después de pasar el río. Pero ahora pagarás las consecuencias" advirtió mientras comenzaba su tortuosa diversión.

James me había torturado sin fin durante días. No había palabras para describir el dolor que estaba sintiendo. Fue intenso, doloroso, rápido... Esas palabras describen parcialmente lo que siento en este momento. La otra parte es principalmente entumecimiento, el cual se estaba apoderando de mi, haciéndome perder el conocimiento de vez en cuando. Estaba tendida en la paja, incapaz de moverme. Me costaba respirar y cada parte de mi cuerpo me dolía.

De repente, la puerta se abrió con un crujido, revelando un rayo de luz brillando sobre mí. Mis ojos se entrecerraron de nuevo contra la fuerte luz y una silueta oscura apareció en la entrada. ¿Era James de nuevo? ¿No se había divertido lo suficiente conmigo? Me había golpeado tan ferozmente que no había ni un centímetro de mi piel sin colorear. Tomando una respiración entrecortada, abrí los ojos y traté de ver quién entraba en la habitación. Lo único que podía ver de la silueta negra eran unos ojos dorados. Un vegetariano...

"¿Bella?"


Nota: ¡Hola! ¿Quién es el hombre misterioso? ¿Será Edward? Puede ser que sí o puede que no. Si quieres saber qué pasará con Bella, James y el hombre misterioso, tendrás que esperar a leer el próximo capítulo y votar este capítulo :)


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