CAPÍTULO 28
El fuego seguía ardiendo en todo mi cuerpo, cada vez más y más caliente conforme pasaban los minutos. Parecía que habían pasado horas desde que las llamas empezaron a quemarme desde mis células hasta el mínimo tejido vivo en mi organismo. Intenté tanto como pude de evitar que los gritos salieran de mi boca, pero fue imposible. El dolor era demasiado intenso.
La lucha continuó frente de mí y nadie pareció darse cuenta de que mi cuerpo estaba en llamas. Rechinando los dientes y los puños cerrados tanto como me era posible, el dolor nunca se detuvo. Era como si todos los nervios de mi cuerpo hubieran sido hechos ceniza. Mi corazón parecía latir mucho más rápido de lo que se suponía y mi cuerpo parecía haber comenzado a temblar con un dolor horrible.
De repente, se escuchó un sonido metálico rasgado y el olor a humo entró en mis fosas nasales. ¿Qué está pasando? Mis ojos se cerraron con fuerza cuando las llamas se volvieron más calientes.
"¿Bella?" La voz de Eleazar resonó en mis oídos mientras mis ojos se abrían levemente. Estaba agachado frente a mí, con la ropa un poco rota, pero no parecía tener ningún rasguño en su piel. Detrás de él, había un gran fuego en la habitación, pero pronto tuve que cerrar los ojos ante el intenso dolor que me atravesaba.
"¡Haz que se detenga! ¡Por favor, haz que se detenga! ¡No puedo soportar más el dolor!" Grité sin querer mientras los temblores empeoraban y el fuego se volvía más intenso, consiguiendo más dolor.
"¿Bella?" Eleazar colocó sus dedos a lo largo de mi cuello y vió la marca de media luna ligeramente sangrando en mi cuello. "Oh no..."
¿Qué está pasando? En un instante, Eleazar colocó sus manos debajo de mi cuerpo tembloroso, me levantó y corrió a velocidad vampiro lejos de la mazmorra en llamas. En el siguiente instante, Eleazar se paró junto a los Cullen. "Carlisle, tenemos que darnos prisa. Él la mordió." Explicó Eleazar. ¿Qué? ¿Estaba en transición? ¡No! ¡No puedo convertirme en uno de ellos! ¡No puedo convertirme en un monstruo de la noche que mata a los humanos para satisfacer su sed! ¡No puede ser real!
"¿Qué? Déjame ver." Dijo Carlisle mientras el temblor empeoraba. Algo tocó mi herida y la voz de Edward apareció en pocos segundos.
"¿Qué pasó? ¿Está bien?" Preguntó con voz aterrorizada. Parecía como si realmente le importara lo que me había pasado. Aunque la voz de Edward me tranquilizó un poco, el ardor nunca se detuvo. Seguía haciéndose más y más intenso con cada segundo que pasaba.
"La mordió, Edward. Intenta succionar el veneno, todavía puede haber esperanza" Escuché a Carlisle decir mientras mi cuerpo se sacudía más fuerte.
"¿Y si la mato? Yo... jamás podría lastimarla" Dijo Edward y de alguna manera, hizo que mi corazón se sintiera mejor. Edward parecía ser un vampiro al que ya no podía odiar. Él se preocupaba profundamente por mí y quería mi bienestar.
"¡Edward, hazlo ahora antes de que sea demasiado tarde!" Carlisle gritó y en un momento, la sensación de unos dientes perforando mi piel me hizo gritar.
Parecía como si el fuego creciera cuando Edward hundió sus dientes en mi cuello y trató de succionar el veneno. Pero sentí como si me estuviera drenando más que cualquier otra cosa. Mi fuerza se estaba desvaneciendo y el fuego seguía ardiendo. Pero de repente, alguien me soltó del cuello.
Mi fuerza era mínima, mi cuerpo todavía seguía temblando y el fuego no se detuvo.
"El veneno se ha extendido demasiado por su sistema. No puedo extraerlo..." dijo Edward con tristeza. En su tono de voz parecía que no quería que me convirtiera en vampiro. Francamente, tampoco quería convertirme en uno de ellos. "Llegué demasiado tarde..." Su tono parecía culpable. ¿Se estaba culpando a sí mismo por esto? Es cierto que fue un vampiro quien me hizo esto, pero no fue él. Fue un bebedor de sangre humana, no los Cullen... Espera, ¿Estoy... empatizando con los Cullen? ¿Por lo que pasó? Era impactante cómo ser capturado y torturado puede cambiar la opinión a un ser humano.
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Surf, mi estilo de vida
ФанфикBella Swan es una chica que nació en Hawaii y desde siempre ha practicado surf. Decide mudarse a Forks para darle tiempo a su madre Renée y Phil. Allí conoce a los Cullen. ¿Qué pasará cuando ella conozca a Edward Cullen uno de los chicos más hermoso...