Capítulo 15: Sentimientos

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Capítulo 15: Sentimientos

BPOV:

Suspiré antes de entrar en su coche. Me encontraba en neopreno, el único problema era que tenía bastante frío y recibía algunas miradas extrañas.

La calidez de su coche me estaba invitando mientras me acurrucaba en el asiento de cuero caliente. Poco a poco se alejó del hospital y me llevó a casa. Durante todo el tiempo él estaba sentado con una expresión de desconcierto.

''Esto no cambia nada.'' Le dije.

''Ya has dicho eso.''

''Sólo te lo recuerdo. En serio, tu familia va a pensar que somos buenos amigos, especialmente tu hermana... la duendecillo?''

Edward se echó a reír. ''Sí, Alice puede ser un poco atrevida. Sólo espera hasta que te lleve de compras.''

''No lo ves.. . ¡Lo estás haciendo otra vez!'' Casi grité. La mirada de asombro regresó a su cara.

''No entiendo.''

''Estas suponiendo que todo va a estar bien pero no es cierto. ¿Por qué no te das cuenta que sólo quiero que me dejéis en paz?''

''¿Es eso realmente lo que quieres entonces? He pasado 109 años por mi propia cuenta y no es mucho de una vida. No tienes idea de lo afortunada que eres Bella, tienes toda tu vida por delante para encontrar a alguien. Mi tiempo se acabó.'' Suspiró.

''¿Así que te sientes solo? Estas atascado en un adolescente y nadie puede sospechar que eres un vampiro, todo lo que tienes que hacer es hablar con la gente en vez de rehuir con su familia y tendrás amigos.''

''En primer lugar no puedo hacer amigos porque constantemente los dejaría atrás cuando tenemos que mudarnos. En segundo lugar, no es divertido con mi familia porque todos tienen el uno al otro y en tercero no estaba hablando sobre los amigos.''

''Entonces... ¿De qué estabas hablando?'' Le pregunté, la curiosidad sacaba lo mejor de mí.

Él no me contestó, simplemente me miró, una gran variedad de emociones se mostraron en sus ojos.

''Hay otros vampiros por ahí...''

''Bella, quiero a alguien que no sea un monstruo como lo soy yo!'' Dijo. ''Soy un monstruo Bella pero trato de hacer lo mejor que puedo perdonando a los humanos. Aún así encontrar a alguien que es menos de un monstruo que yo es agotador. Además, nadie que he conocido me atrae y la única persona que yo podría tener sentimientos por...'' Se detuvo cuando el volante comenzó a desmoronarse en sus manos.

''¿Así que hay alguien?'' Le pregunté. Suspiró. Me dio la sensación de que no quería seguir hablando de su vida personal y esto realmente me molestó un poco. Me crucé de brazos y resoplé con frustración.

''¿Qué pasa?'' Él preguntó realmente preocupado.

''Tú, vampiro. Tú felizmente te entrometes en las vidas de las personas, por ejemplo en la mía y luego te callas cuando se trata de tu vida personal. ¿Sabes que eso molesta mucho, no?''

''Si es así cómo te sientes en realidad entonces sal del coche.'' Él siseo. Parece que no era la única molesta. No me había dado cuenta de que el coche estaba actualmente aparcado fuera de mi casa. Abrí la puerta y me aseguré de cerrar de golpe detrás de mí antes de caminar hasta mi casa. Oí el chirrido de los neumáticos cuando él salió a toda velocidad.

''ARRR, ¡ODIO A LOS VAMPIROS!'' Grité una vez que estaba sola y escondida en mi habitación.

Había decidido llamar a mi padre para explicarle por qué estaba ausente y me dijo que el Dr. Cullen le llamó antes. Malditos vampiros buenos.

Había pasado una hora desde que llegué a mi casa, ahora estaba en mi cama preparada para dormir y me adentre en un recuerdo olvidado.

Tenía doce años, me encontraba paseando con mi abuela por la calle.

''Bella mira la bolsa, se está rompi... no importa.'' Mi abuela se echó a reír cuando la bolsa de comida que tenía en la mano se agrietó y la comida se había derramado por todo el callejón.

Simplemente me había unido a mi abuela riéndome y ella me ayudó a recoger la compra. Siempre nos divertíamos juntas como abuela y nieta. Yo amaba a mi abuela.

Nos adentramos en un callejón oscuro que puede dar miedo durante la noche pero en el día me pareció como cualquier otro callejón. Mi abuela y yo solíamos ir por el mismo camino cuando íbamos de vuelta a casa y siempre estaba vacío. Hasta hoy.

''Mira, sólo quiero una y luego podemos ir al bosque y puedes conseguir un ciervo o algo así.'' Oí una voz masculina decir débilmente mientras los dos hombres entraron en la entrada del callejón. Mi abuela siempre fue muy protectora conmigo y se apresuró a terminar de coger las bolsas. Simplemente me quedé allí y me quedé mirando a los dos hombres, sus ojos eran de color negro con toques de rojo y oro, su piel brillando en las franjas de la luz del sol reflejándose en las ventanas de los apartamentos cercanos. No podía apartar los ojos. Mi abuela me agarró del brazo y me arrastró hasta la salida en la cual me solté de mi trance.

''Hey!'' Uno de los hombres gritó. Mi abuela me puso detrás de ella y se volvió hacia el hombre que había llamado.

''¿Puedo ayudarle?'' Ella preguntó.

''Se te olvidó esto.'' El hombre dijo agachándose y recogiendo una lata de atún.

''Oh sí, gracias.'' Poco a poco y con cautela mi abuela soltó mi brazo y se acercó para recuperar la lata del hombre. Cuando llegó, ella extendió el brazo y de la nada el hombre la agarró de la muñeca. Él la atrajo hacia él y fue a por su cuello. Pude oír a mi abuela llorando de dolor y llorando por mí.

''NOOO BELLA. ¡CORRE AHORA!''Ella gritó de dolor. Sus gritos finalmente se desvanecieron en gemidos y luego silencio. Me quedé allí parada, todo el color desapareció de mi rostro. No me podía mover.

El hombre dejó caer el cuerpo de mi abuela en el suelo y con la manga se limpió la sangre de sus labios. Parecía que mi presencia había pasado desapercibida. Erróneo.

''James.'' El otro hombre dijo. Él dio una rápida mirada hacia mí. Mi corazón empezó a latir con fuerza contra mi pecho. El asesino miró hacia mí y suspiró.

''Déjala, ella nunca lo averiguará de todos modos.'' Tan rápido como habían aparecido, habían salido dejando nada más que una ráfaga de viento detrás de ellos.

Después de cinco largos minutos mi cuerpo reaccionó en lo que había sucedido. Poco a poco mis pies se arrastraron hacia el cuerpo completamente quieto de mi abuela. Me arrodillé junto a ella y la miré. No había ningún rastro de sangre en su cuerpo o ropa, su cara se veía tan blanca como una hoja cubierta de manchas de lágrimas.

''Abuela ... despierta ... por favor.'' Susurré. Ningún sonido, ningún movimiento. Podía oír las sirenas en el fondo. Alguien debió de oír los gritos. El sonido de la policía fue lo último que oí antes de que me desmayara.

Me desperté a causa del sonido repetitivo de los pitidos. Lentamente abrí mis ojos cansados. La habitación era blanca y vacía a excepción de las máquinas y mesas.

Gemí interiormente. ¿Qué había sucedido? Por favor, que todo haya sido un sueño horrible. Cuando mi madre entró con los ojos rojos hinchados seguida de un médico, sabía que no era un sueño.

''Mamá yo...'' No sabía qué decir. Sólo cerré mi boca.

Mi madre se acercó a mi cama y me envolvió en un abrazo. La consolé.

''Oh cariño está bien llorar, debe haber sido horrible, mi pobre pobre bebé.'' Ella susurró.

En ese momento me sentí sin corazón porque no podía llorar.

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Nota: Por fin sabemos lo que le pasó a la abuela de Bella... ¡Gracias por leer y por votar!

Surf, mi estilo de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora