Realidades, la búsqueda

8. Elm Street, Freddy Krueger

—Despierta, mijo, despierta ahora porfavor, llegarás tarde a la escuela —escuchó Alexi, sentía un calor extraño, como si estuviera en una cama reconoció esa voz mientras abría lentamente los ojos, estaba apunto de empezar a dar golpes hasta que vio a quien tenía enfrente.

—¿Mamá? Que... No, eres Freddy, lo sé, ¡Sonic! ¡Marinette! —gritó el chico con fuerza, quería llamar a sus amigos ya que se le hacía muy raro que no hayan aparecido en el mismo sueño— no me importa que uses imágenes de mi familia porque se que no... ¿Que?

Su madre parecía haberse asustado, salió corriendo de la habitación del chico, la cual estaba exactamente igual a como se encontraba antes de que este se fuera de esa realidad, obviamente el chico persiguió a la imagen de su madre, pero había desaparecido en la nada.

—¡Tobey! ¡Cap! ¿¡Dónde están!? —gritó el chico con todas sus fuerzas, no le importaba llamar la atención porque igual Freddy ya sabía donde estaba, solo le interesaba encontrar a los demás.

Siguió explorando por toda su antigua casa, no tenía su traje y estaba vestido con ropa casual, buscó por la cocina y sala, con el frío tenue de cuando él se levantaba de madrugada para ir a estudiar, tal era su frustración que empezó a tirarlo todo por todas las direcciones sintiendo impotencia ante esa situación.

BEEP BEEP BEEP

El chico escuchó como la bocina del bus escolar sonaba, era la misma que él escuchaba todas las madrugadas a las cinco de la mañana, incluso llegó a escuchar la voz del conductor pidiéndole que se apure.

—Ay carajo —dijo el chico cuando toda la casa parecía empezar a hundirse en la tierra hasta que empezó a caer el techo, no tuvo otra alternativa que salir a la calle, no quería entrar al bus, pero también todo el suelo estaba colapsando.

En una carrera a través del pasto fue capaz de llegar al bus sano y salvo, ni siquiera vio muy bien al conductor, incluso pensó que el vehículo también iba a caer, afortunadamente no fue así y parecía que aún sin suelo, este podía seguir su camino.

—Ya deja de hacer esto maldita sea, hoy te mueres puti... —iba a decir el chico hasta que al acercarse mejor al asiento del piloto encontró el cadáver en descomposición, incluso se impactó al ver la misma ropa de aquel tipo que lo estuvo llevando a su escuela.

El bus no se detuvo, cuando veía hacia afuera solo se observaba una noche oscura, sin suelo y nada, hasta que por la parte de atrás empezó a brotar sangre en los asientos, luego se escuchó ruido, como jóvenes llorando, se oían idénticos a los antiguos compañeros de Alexi suplicando por su vida, este chico no aguantó todo ese ruido y se tapó los oídos en un vano intento de apagar esos lamentos, no fue hasta que la puerta se abrió y esos lamentos dejaron de sonar por una voz femenina.

—¿Que te pasa? Te ocurrió algo... Alexi —se escuchaba dentro del bus, el chico reconocería ese tono en cualquier lado.

Era Sari, la niña que durante años fue la niña que quería, la misma que falleció enfrente del chico a manos de Sonic Exe, ahora se veía exactamente igual a como este la recordaba.

—No tengas miedo... Siempre estuve aquí para ti —le susurraba acercándose, el chico se confundió un poco, no sabía si esto era parte de una ilusión, pero al sentirla cerca sintió también la presencia de Neferet dentro de ella, como si fuese un fantasma.