Bonnie Winterbottom

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- ¿Qué hiciste? ¿Qué fue lo que hiciste?- Repetía Michaela una y otra vez.

Connor estaba salpicado de sangre y de rodillas en la tierra húmeda.

Laurel estaba junto al cadáver, viéndolo desangrarse poco a poco del disparó que recibió en el cuello.

- ¿Está muerto? Dime qué no lo está.- Decía él homicida dejando caer el arma al suelo.

Ella se volvió a verlo hecha un desastre. Iba a perder a Christopher, eso era lo que más temía.

- Todo terminó para nosotros.- Fue lo único que dijo.

Semanas antes

Bonnie llevaba una vida ocupada desde que todo cambió hace unos meses. Vendió la casa que compartía con Frank (algo que le dolió tanto que cuando el camión de mudanzas se llevó todo, ella se dió la vuelta en el umbral y lloró de pie mientras veía marchitarse todo lo que habían construido).

Annalise convenció a Tegan de que le diera un puesto permanente a Bonnie en Caplan & Gold para que no piense tanto en Frank. También había retomó la terapia, aunque esta vez con una mujer.

Ella se había ganado su propio lugar en el mundo. Había progresado.

Ahora, estaba en la prisión donde Connor había sido enviado. Estaba dispuesta a poner las manos en el fuego por él.

- Hola, vengo por el señor Connor Walsh. Soy Bonnie Winterbottom.- Dijo en la recepción.

La mujer que atendía apenas la miraba y solo la hizo firmar un par de cosas.

Bonnie sentía pena por él, no sabía bien porqué. Tal vez porque Oliver había dejado de visitarlo y ya no estaban juntos.

Los sonidos chirriantes y los gritos eran moneda corriente aquí, Bonnie no tenía idea de qué había hecho Connor estos meses.

- Hola, Connor.- Le dijo ella al entrar al lugar de visitas y verlo allí sentado.

- ¿Bonnie?- Inquirió él como si ella fuera la última persona que esperaba ver, y así era.

- Voy a sacarte de aquí.- Le dijo sentándose frente a él.

Y aunque parecía imposible, Bonnie iba a romper las reglas una vez más.

Un mes antes

Bonnie había ido a un bar a beber sola, lo hacía casi cada fin de semana.

Ahora vivía apartada de todos, apartada del mundo. En una casa en la playa. No sabía irse del todo.

Estaba ebria pero no tanto como para no darse cuenta que quién acababa de entrar al bar era el agente Lanford y junto a él la agente Pollock. Ellos no la vieron y ella se encargó de que no lo hicieran.

Sacó su teléfono y les sacó fotos mientras charlatán y se tocaban.

Luego pasó algo inesperado: se mostraron unas fotos. Bonnie no puedo ver bien de lejos, pero sabía que se trataba de algo ilegal.

Se puso de pie y fue directo hacia ellos.

- ¿Ah, sí?- Inquirió de brazos cruzados, intentando no marearse por el alcohol.

Ambos estaban perplejos.

- Además de corruptos, son también racistas y homofóbicos.- Alegó Bonnie viendo las fotos de gente negra y de personas del mismo sexo besándose sin hacer absolutamente nada ilegal.

Estaban sin palabras, y Bonnie supo entonces que todo esto podría usarlo a su favor.

Salió disparada del bar luego de recaudar la evidencia, el agente Lanford la tomó por el brazo en mitad de la calle.

- No hagas algo de lo que te lamentarás después, Bonnie.- Le advirtió.

Ella iba a hacerlo de todas formas.

- ¿Una amenaza? Te entierras cada vez más y más. Ustedes dos van a caer.

Y no era tarea sencilla, sin decir imposible.

Ahora

- ¿Que estás diciendo? Bonnie, vete por favor.- Connor ya no era Connor así como también Bonnie no era Bonnie, ni Annalise era Annalise.

Todo había cambiado.

- El agente Lanford y la agente Pollock planearon todo esto, estoy segura de que la jueza estuvo con ellos. Vamos a utilizar discriminación y pruebas falsas.

Connor la miró a los ojos. Él tenía la barba muy crecida.

- ¡No!- Espetó él poniéndose de pie.

- Connor, escucha...

- ¡Se acabó Bonnie! Dije la verdad y ahora voy a pagar por ello. En 5 años estaré libre.

- Michaela también hizo cosas horribles y ella no va a pagar.por eso.- Recalcó Bonnie tomando su bolso y dirigiéndose a la salida.

¿Por qué solo él debía pagar por todo lo que hicieron? No tenía sentido.

- ¡De acuerdo! Lo haré.- Una sonrisa se dibujó en el rostro de Bonnie cuando Connor pronunció esas palabras.

Bonnie Winterbottom había vuelto.

- - -

Esa misma noche cuando volvió a su casa en la playa, mientras se quitaba los zapatos y le daba de comer a su gato, recibió una llamada.

Era de una voz masculina.

- Hola, buenas noches. ¿Tiene usted alguna relación con Julie Winterbottom?- Le preguntó la voz del otro lado.

- Sí, es mi hermana. ¿Por qué?

- Lamentamos informarle que fue asesinada. Un asalto al parecer.- Y en ese momento sintió un pinchazo en el pecho. Un dolor inexplicable.

Skyler había quedado desamparada y ahora ella debía hacer algo.

Pero no podía respirar, ni hablar.

Tuvo que ir hacerle frente a la situación, firmar un montón de papeles, llorar, gritar, beber y derrumbarse. Finalmente se llevó a Skyler y volvieron a la casa de la playa.

Ahora eran tres en la casa. Pero el vacío enorme.

- Todo sucedió tan de repente. Un momento estaba en mi casa tranquila e intentando hacer el bien y luego esto... Mi hermana está muerta.- Le explicó a su terapeuta.

Ella le dió un pañuelo y le habló sobre Skyler. Nada de lo que ella dijera iba a solucionar esto.

Cuando volvía a la casa, Skyler estaba durmiendo o viendo la televisión. Apenas hablaban.

Bonnie sabía que lo de Julie no fue un simple asalto, sabía que el agente Lanford y la agente Pollock habían metido mano en esto.

Tenía que hacer algo.

Entonces recibió la llamada de Annalise cuando estaba a punto de quedarse dormida, hacía tanto tiempo que no dormía.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora