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Michaela

Sin darse cuenta, estaba preparándole el desayuno mientras él se despertaba.

Aún recordaba la conversación bajo la lluvia con Harris.

- Vamos al departamento y te explicaré todo.- Le dijo ella luego de ver la foto que Simon le había enviado a Harris.

- ¿Ahora sí quieres ir al departamento? Michaela... esto me supera. Sabes muy bien que tengo que ir con la policía.- Le había dicho él.

Pero ella fue tras él y lo detuvo, con lágrimas en los ojos le suplicó que hablaran en el departamento.

Michaela hizo lo mejor que pudo para tratar de convencerlo de no ir con la policía.

Hasta incluso jugar el papel de los malos padres, o el del amor.

No sabía hasta cuándo iba a poder mantenerlo callado, ni cuánto más iba a fingir que nada estaba pasando.

- Wow. ¿Esto es por lo de Andrew? Siendo sincero...- Él la rodeó por detrás y comenzó a besarla por el cuello.

- No hables, solo come.- Lo calló.

Harris se sentó a comer y ella se lo quedó viendo con admiración, hasta que un mensaje llegó a su teléfono móvil.

Era Simon.

"Disfruta de tu hermosa relación con Harris, mientras puedas. Muy pronto nos veremos las caras"

Suspiró y guardó el teléfono.

Bonnie

Buscaba toda la información que fuera necesaria para terminar todo esto de una vez. Para que Sonya cayera o al menos para tener algo en su contra.

Laurel seguía moviéndose por la casa y cuidando de Christopher.

- ¿No planeas volver nunca a tu casa?-
Inquirió Bonnie mientras buscaba en la laptop.

- Mi madre está volviendome loca, así que... Le dije que me había ido con una vieja amiga a pasar unos días, pero si quieres que me vaya...

- Espera, mira esto.- Bonnie le inclinó la laptop para mostrarle una foto de instagram.

Laurel se acercó a verla.

- ¿Esa es...?

- Emily SinClair, el agente Lanford, la agente Pollock y Andrew Goffrey. Todos ellos eran amigos y esta es la prueba que necesitamos. Annalise me dijo que cuando Sonya la confrontó en su casa le dijo que ella le había quitado al amor de su vida, Emily.- Informó Bonnie con una media sonrisa.

- ¿Cómo conseguiste esa foto?

- Tengo mis ases bajo la manga.- Contestó Bonnie con aires de superioridad.

Laurel escuchó que su hijo la llamaba y ella fue a verlo.

- Y Laurel... Puedes quedarte el tiempo que quieras.

Laurel asintió y sintió que las cosas con Bonnie nunca habían estado tan bien.

Connor

No iba a quedarse atrás de la investigación. No después de lo que había pasado con Oliver.

Tras dejarlo en su casa y recostarlo en su cama, esperó que cuando despierte se haya olvidado de todo lo ocurrido, incluso de lo que pensaba que ellos habían hecho.

Le acarició el cabello e iba a recostarse a su lado cuando recordó que las cosas ya no eran como antes.

No sabía cuánto duraría todo esto.

La casa estaba más limpia y ya no había botellas de cerveza acumuladas junto a la nevera y el tacho de basura.

Sonya no era tan torpe como para dejar evidencia en todas partes, pero estar con Oliver tenía más cosas buenas de las que pensaba: Sonya tenía un hermano que estaba en coma. Gracias a ellos llegó a una conclusión fugaz relacionada con un accidente automovilístico.

- Es culpa de ella...- Dejó de prestarle atención a sus sospechas y comenzó a ver la televisión.

La noticia era mucho más impactante que el descubrimiento de Sonya.

- No puede ser...- Murmuró con la boca abierta.

Annalise

Era algo casi imposible, pero estaba bebiendo. Había estado tanto tiempo sobria que todos los esfuerzos fueron en vano.

Tegan se había ido.

- ¡No puedo creerlo! ¿Qué hice mal?- Gritó Tegan en cuanto Annalise volvió a la casa pidiendo perdón, aquella noche de navidad.

- Tegan... Por favor, escúchame.- Le suplicaba ella mientras lanzaba el abrigo sobre el sofá.

Tegan estaba enloquecida, hecha un desastre.

- ¡Te dije! ¡Yo te dije que no podría hacerte feliz, que no podría darte lo que querías!

- ¿Así que esto es mi culpa?- Espetó Tegan mientras metía toda su ropa en una valija y atravesó el vestíbulo.

Annalise fue tras ella para intentar convencerla de que se quedara. Se lanzó al suelo y le imploró con lágrimas en los ojos.

- ¡Por favor, perdóname!- Le imploró.

- No.- Tegan dejó de mirarla a los ojos y se marchó.

Así estaba ahora, bebiendo de un vodka barato que compró en un supermercado.

Encerrada en su oficina y llorando, pasaron muchas cosas por su cabeza.

Desde la muerte de Frank hasta la de Nate, desde la liberación de Connor hasta la aparición de Sonya.

Con los ojos cansados de llorar y de todo, fue a la caja fuerte y tras fallar dos veces en la contraseña, logró abrirla.

Sacó la pistola y se sentó en su escritorio.

Venía arrastrando muchas cosas.

Se colocó la pistola en la sien y estaba dispuesta a terminar con todo.

Pero recibió unos golpes en su puerta que le salvaron la vida. Los golpes no paraban y tuvo que ir a abrir.

- ¿Eve?- No sabía si estaba contenta de verla o harta.

- Annalise... Dime que la muerte de Nate fue solo una coincidencia desafortunada y que no tiene nada que ver con la liberación de Connor y contigo.- Comenzó metiéndose a la casa.- ¿Dónde está Tegan?

Annalise rodó los ojos y trató de recomponerse para echarla.

- Tienes que irte.

- Dime qué está pasando.- Insistió ella.

- ¡Tegan descubrió lo que pasó la otra noche! Se fue... Todo esto se está yendo de control y no es mi culpa.- Rompió en llanto pese a que intentó controlarse con todas sus fuerzas.

Annalise cayó al suelo y Eve fue directo a consolarla.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora