Lo extraño tanto

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Navidad

Mientras todo se descontrolaba, el reloj marcaba las doce en punto.

Tegan y Laurel intentaban separarlos inútilmente mientras Bonnie y Annalise intercambiaban miradas de duda.

Sin saber qué la noche tomaría otro camino oscuro: alguien se uniría a la cena.

- Llego a tiempo, al parecer.- Oliver se presentaba en el momento más oportuno.

Todo se detuvo un momento.

- ¿Cómo entraste?- Inquirió una Bonnie incómoda.

- La puerta estaba abierta, es un peligro porque... Cualquiera podría entrar.- Y de repente un cañón se asomó a la vista de todos para dar vuelta la tortilla.

Connor se reincorporó con el rostro ensangrentado, y lo mismo hizo Chester.

Laurel y Tegan no podían moverse de donde estaban. Christopher quería ir con su madre a toda costa.

- Oli...- Balbuceó Connor dirigiéndose hacia él.

- ¡Basta! ¡Estoy cansado de sus mentiras! Los atrapé justo donde quería.- Un enloquecido y vengativo Oliver descorrió el seguro de la pistola.

Bonnie vió que Michaela estaba rodeando la casa para atacarlo por detrás.

- Esto es una locura, y lo sabes.- Saltó Annalise.

- Lo que ustedes hicieron es una locura. ¡Sé que mataron a Andrew y van a decirmelo o dispararé!

- Escucha a Annalise, esto no es más que un malentendido...- Se sumó Tegan dando un pasó hacia adelante.

Pero la mirada de Oliver y el cañón apuntando a su dirección, la detuvo en seco.

- ¿Un malentendido? ¿Cómo el de Annalise ocultandote que estuvo un largo tiempo a solas con Eve? Vaya malentendido...- Reveló Oliver obligando a Tegan a mirar con confusión a Annalise.

- Puedo explicarlo...- Espetó esta.

- No hay nada que explicar. Iba a confrontarte en tu departamento y la vi entrar, entonces decidí asomarme y tomar unas fotos.- Decretó Oliver sacando su teléfono celular y exhibiendo las fotos a todos.

Tegan se desilusionó por completo.

- Confiesen de una vez y dejen de mentir.- Al momento que dijo eso, Michaela entró por detrás de él y tomó un jarrón de la mesita.

Bonnie la observó y el corazón le latió a mil, al igual que todos.

- ¡Digan que lo mataron ustedes!- Gritó una vez más.

- ¡ESTÁ BIEN! ¡YO LO MATÉ!- Sorprendió Chester no solo metiendo la pata sino también poniendo en riesgo la vida de todos.

Por suerte, Michaela le golpeó la cabeza con el jarrón noqueandolo al instante.

...

Connor se llevó a Oliver a su casa mientras todos afrontaban las consecuencias.

- ¿Cómo pudiste hacerme eso?- Se escuchó casi gritar a Tegan.

Y un silencio...

- Me voy, no puedo con esto.- Exclamó Tegan tomando sus cosas y marchandose sin darle pie a nadie de hablar.

Bonnie estaba hecha un desastre, sentada en las escaleras. Laurel se le unió.

- ¿Qué pasa?- Le preguntó.

- ¿Además de lo que pasó hoy?

- Estamos todos hundidos en esto, así que... Largalo.- Le solicitó Laurel mirándola con compasión.

Sus miradas se encontraron y ambas supieron de qué se trataba.

- Frank... Lo extraño tanto.- Dijo Bonnie poniéndose a llorar sobre el pecho de Laurel.

Ella también lloró y ambas se apretaron las manos.

Por otra parte, Michaela llevó a Chester a una habitación aparte.

- Lo que hiciste... Acabas de arruinarlo todo. ¡Eres un idiota!- Repetía Michaela una y otra vez mientras daba vueltas en círculos.

- ¿Arruinar qué? De todas formas ustedes iban a entregarme, no soy idiota.- Contestó Chester de manera cortante y desafiante.- Ahora todos caeremos del mismo bote.

Michaela iba a contestar pero su teléfono celular sonó en su bolsillo.

Lo sacó y vió que era una llamada de Harris, ya la había llamado cinco veces durante este asunto con Oliver.

- Tengo que irme, ruega por que Oliver no recuerde nada.- Le dijo antes de marcharse.

Salió para contestar la llamada mientras percibía la mirada de las personas que quedaron deambulando por la casa.

Annalise tenía un vaso de vino justo frente a su cara, y era su peor enemigo.

Por suerte, Bonnie se lo arrebató y lo tiró por el fregadero antes de que pudiera tomarlo.

- No es la forma.- Le dijo mirándola.- Vengan todos.- Los llamó a los pocos que quedaban.

Pronto, Chester, Laurel y Michaela se sumaron. Mientras Annalise permanecían inmutable junto a ella.

- Las cosas hoy se salieron de control. El detective Smith ya no es problema porque Sonya se encargó de eso para cubrir su propio rastro.- Dijo dejando a un lado sus sentimientos y enfocándose en los sucesos.- Lo que sí es un problema es Simon y más si se juntan estos dos.

- ¿Qué planeas hacer?- Quiso saber Laurel sentados cruzados echando un vistazo a la habitación junto a ellos donde descansaba Christopher.

- Hay que buscar algo con que extorsionarlos. Sonya debe tener un par de trapos sucios, al igual que Simon. Ese será nuestro trabajo.- Dijo Bonnie.- ¿Qué dices Annalise?- Pero cuando se voltearon ella ya no estaba.

Mañana siguiente - Cafetería

Sonya fue a tomar un buen café y unas ricas galletas.

Simon lo tenía todo planeado, quería tenerla de su lado para poder vengarse de Annalise Keating y sus secuaces.

Estaba ahí también.

Mientras bebía el café y comía un muffin, Simon se presentó y se sentó frente a ella sin previo aviso.

- ¿Hola?- Espetó ella mientras seguía bebiendo, sin bajar la taza.

- Creerás que es una locura, pero amo este lugar. Pero no es de eso sobre lo que quiero hablar. Esto se trata de Bonnie y de todos los demás. Sé que tienes algo que podría contribuir a sus arrestos.- Comenzó Simon con una sonrisa vehemente en su rostro.- ¿Qué estás esperando para llevarle "eso" a la policía?

Y Sonya bajó la taza inmediatamente.

- Porque si hago eso él jamás podrá perdonarmelo.

- ¿Quién es él?

- Frank. No puedo fallarle a mi hermano, no puedo.- Soltó Sonya mientras sus ojos se cristalizaban.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora