No somos Frank

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Annalise tenía sangre en sus manos y estaba perpleja, además el cristal de la ventana estaba roto y la casa hecha un lío.

La puerta principal estaba abierta: Sonya Harper ya se había marchado.

Tegan había vuelto y en cuanto vió a Annalise en ese estado comenzó a desesperarse.

- Annalise, por Dios...- Murmuró mientras la atajaba en sus brazos.

Tenía una herida en el brazo.

- Nate...- Dijo ella antes de quedar inconsciente en sus brazos.

Unos días antes

Annalise

Luego de la impactante revelación, todos quedaron perplejos y Annalise llevó a Bonnie a la cocina mientras Laurel y Michaela acompañaban a Connor al baño para vomitar.

- ¿Esto es cierto? ¿O es otra mentira?- Le dijo ella por lo bajo pero con los ojos entonados.

- Annalise, ya te dije todo lo que tenía que decirte, esto... Es real.- Confirmó Bonnie sin ánimo.

Annalise se apartó y cerró los ojos, evocó un suspiro y se agarró a la mesada.

- ¿Que vamos a hacer ahora? Sonya de seguro debe estar con Lanford y Pollock tramando nuestra muerte.- Quiso saber Annalise sin mirarla.

Todo estuvo en silencio y solo podía escucharse a Connor intentando vomitar.

- Tenemos que matarlos. A los tres.- Sorprendió Bonnie.

Annalise la miró con el ceño fruncido y negó.

- No somos Frank. Eso hubiera funcionado antes, antes solíamos hacer esas cosas, ahora...

Michaela reapareció.

- Hay que arreglar esto, y creo que es hora de que nos apartemos.- Dijo ella yendo por sus cosas.

Bonnie rodó los ojos y permaneció en su lugar, pero Annalise la confrontó.

- No me sorprende que siempre quieras huir de todo. ¿Ya olvidaste que Connor fue a la cárcel por ti?- La persiguió mientras está empinaba hacia la puerta.- ¡La gran Michaela Pratt! ¡Una abogada cobarde que me arrepiento de haber elegido!

Michaela se detuvo en seco y todos se quedaron viendo la escena. Laurel ya había acostado a Christopher antes de que sople la vela, y Bonnie estaba inquieta asomada desde la cocina.

Entonces, Michaela se volvió hacia Annalise y la abofeteó en la cara antes de irse.

La situación se volvió todavía más tensa.

Michaela

Michaela salió del edificio hecha un manojo de nervios, cansada y asustada.

No quería que todo lo que había construido se desmoronara.

Sacó su teléfono y le envió un mensaje a su amigo, ese con el que solía relajarse, ese que la hacía pasar buenos momentos. Le dió luz verde y ella pidió un Uber para ir a su casa.

Desde otro vehículo, en otra acera, Sonya Harper la espiaba.

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Cuando terminaron y se quedaron viendo el techo, Michaela comenzó a llorar.

- Hey, ¿qué pasa?- Inquirió Harris levantándose.

- Lo siento, yo... Me tengo que ir.- Michaela se reincorporó en la cama y comenzó a vestirse.

Harris intentó consolarla y saber qué le pasaba pero ella no le dió oportunidad de hablar.

Ambos se habían conocido en la agencia de abogados donde trabaja Michaela, comenzaron siendo amigos y luego más que eso, pero menos que una relación.

Su vida estaba bien, pero ahora temía que todo volviera a suceder.

Caminó hasta su casa, lo único que faltaba era que lloviera...

Y llovió.

Annalise

Cuando volvió a su casa luego del desastre que fue la cena, Tegan le preguntó si estaba todo bien porque estaba viendo a través de la ventana del cuarto, sin rumbo.

- Sí...- Contestó pero estaba mintiendo.

Tegan se sentó a su lado, sabía que estaba mintiendo y no era la primera vez que la atrapaba haciéndolo.

- ¿Qué está pasando?- Un rayo las iluminó y Annalise la miró.

Podrían huir y dejar todo esto, Annalise ya lo había estado pensando desde que salió de la casa de Laurel.

No podía mentirle, no a ella; entonces le contó todo.

Bonnie

Ya todos se habían ido, Connor se quedó dormido en la cama de invitados del apartamento de Laurel, y ella se quedó a ayudarla.

- Creo que arruinamos su fiesta de cumpleaños, ¿no? Lo traumamos de por vida.- Decía Bonnie tomando una copa de vino mientras la veía lavar los trastes.

Laurel estaba afligida.

- Si no lo traumaste aquella vez en la boda, esto es algo que puede olvidar fácilmente.- Le recordó Laurel con sarcasmo.

Bonnie le dió la razón inclinando la copa. A veces soñaba con ese momento cuando iba a dormir.

- ¿Y si esta vez no salimos de esta? ¿Y si esta vez no pueden arreglarlo? Es decir... Frank está muerto.- Laurel cerró el fregadero y se secó las manos mientras la miraba de repente.

Bonnie se deprimió al escuchar su nombre.

- Frank... Él nos habría expuesto más. No hace falta, la tenemos a Annalise.

- ¿Hasta cuándo? Nunca sabemos cuándo puede estallar e irse. Todos tuvimos esa idea esta noche luego de que nos mostraras el micrófono. Podría tomar a Christopher y huir del país y tú tendrías que arreglartelas sola.- Sentenció una oscura Laurel.

Bonnie estaba ebria, todo esto la cansó mentalmente y también la remontaba a unos meses atrás, cuando Frank estaba vivo.

- Esto no es por mí, es por Connor. Ojalá algún día dejes de ser tan rencorosa y veas que tú y yo no somos tan diferentes como piensas.- Congregó Bonnie yéndose.

Cuando salió del edificio, todo se sintió tan vacío y silencioso, aunque no lo estaba.

Su Uber llegaría en dos minutos.

Pero un coche se detuvo justo frente a ella, sintió miedo y todas las sensaciones relacionadas a esa.

Era Sonya Harper.

- ¿Te llevo?- Le preguntó con una sonrisa en su rostro.

El corazón de Bonnie dió un vuelco.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora