Las tragedias nos unen

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Annalise estaba en su casa, pero no estaba sola. Alguien más estaba en la casa, pero la luz se había ido y la única aliada allí era la luz de la luna entrando por la ventana.

- ¿Qué quieres?- Imputó Annalise enloquecida.

Aquí se desataba un caos, pero en el bosque había otro diferente.

- Lo quiero TODO. Tú me arrebataste tanto, no solo a mí.- Quién estaba allí era Sonya Harper, y estaba sosteniendo un cuchillo.

- ¿Esto es por venganza? ¡¿Qué fue lo que te arrebate según tú?!

- Emily SinClair, ella era mi novia. ¡Tú me la quitaste!- Decía mientras lloraba y se aproximaba a ella con el cuchillo.

Semanas antes

Connor

No tenía donde quedarse, después de todo tampoco tenía mucho dinero más que el que su padre le había depositado en el banco. Había salido de la cárcel pero no podía viajar ni salir del país, además debía hacer servicio comunitario dos veces por semana durante 6 meses.

Por suerte, Bonnie le consiguió un departamento bastante bueno.

- Te quedaras aquí hasta... No sé. Te quedaras aquí.- Le dijo Bonnie enseñandole el lugar.

La notó rara porque no dejaba de revisar su teléfono.

- ¿Pasa algo?- Quiso saber Connor.

Bonnie no iba a contarle hasta que llegaran todos.

- Ya están aquí.- Se limitó a decir mientras abría la puerta del cómodo apartamento.

Cuando esta se abrió, Connor que estaba sentado en el respaldo de un sofá medio viejo, se levantó cuando vió que Michaela y Laurel entraron.

Laurel fue directo a abrazarlo, pero Michaela permaneció distante.

- Creí que nunca volvería a verte.- Le dijo ella al oído.

- Yo a ti. ¿Dónde está Christopher?- Quiso saber de inmediato cuando no lo vió.

- Él... Está con Enzo, mi novio.- Se sonrojó Laurel.

Michaela, no podía dar ese paso: no después de haber hecho un trato mejor y salvarse.

- ¿Cómo estamos?- Quiso saber ella.

- Las tragedias nos unen. Estamos bien.- Fue él quien la abrazó.

Pero el reencuentro se interrumpió con una Bonnie sería y rara.

- Hay algo que tengo que contarles.- Y comenzó...

Annalise

El miedo volvía a recorrer su cuerpo, la sangre corría por sus venas. Todo volvería a pasar si no actuaban rápido.

Tomó su bolso y arremetió con ir hacia la puerta.

- ¿Adónde vas?- Pero Tegan apareció justo detrás de ella.

- No puedes detenerme.- Le dijo ella abriendo la puerta sin mirar atrás.

- Más te vale que no vayas a un bar, Laurel me contó lo del otro día...- La voz de Tegan se desvaneció poco a poco.

Annalise fue directo a C&G. Iba a confrontar a esa tal Sonya Harper.

Entró pero solo vió un lugar vacío donde estaba su placa y las demás personas trabajando. Todo esto le traía recuerdos; buenos y malos.

Tenía ganas de romper algo, pero en cambio agarró su teléfono y llamó a Bonnie para que venga a la oficina y puedan hablar.

Se sentó en el escritorio de Bonnie y la esperó.

Quince minutos después llegó y vino acompañada por toda la patrulla, casi toda.

Hubo mucha tensión y miradas indescifrables.

- ¿Les contaste?- Annalise se dirigió a Bonnie.

Ella asintió y ocupó el lugar de Annalise: estaba agotada y además tenía mucho trabajo qué hacer.

- No sé que vamos a hacer, no sabemos cuántos son ni si vienen solo por mí o por ustedes también.- Sondeó Bonnie revolviendo su escritorio para buscar una lapicera y jugar con ella.

- ¿Lanford y Pollock? Es que no puedo creerlo.- Escupió Michaela estresada.

- No puedo involucrarme en esto, es...

- ¿Demasiado? Creo que lo que es demasiado es que ustedes no hayan ido a verme una sola vez en estos tres meses que estuve en prisión. No saben lo que se siente. Bonnie fue la única que me sacó de ahí y ahora está en problemas. Me lo deben.- Sentenció Connor.

Annalise levantó las cejas sorprendida y le sonrió pese a que este no le importaba mucho lo que ella dijera.

- Yo no les debo nada, no me miren así. Esto es por Bonnie.- Fue lo único que dijo.

Michaela y Laurel se inmutaron a mirar el suelo y asintieron.

- ¿Qué sabemos hasta ahora, Bonnie?- Quiso saber Laurel cruzada de brazos.

Bonnie se levantó a cerrar la puerta luego de revisar el pasillo. De todas formas las paredes eran de cristal.

- Pueden escucharnos. Lo que sabemos es que ellos dos no actúan solos. Alguien más está trabajando para ellos y tenemos que averiguar quién es.- Explicó.

Pero lo que no sabían era que el enemigo estaba más cerca de lo que ellos creían.

Sonya Harper estaba en casa de Pollock donde habían instalado todo un equipo de espionaje y estaban escuchándolos en ese momento.

El día que Bonnie regresó a su oficina y se encontró a Sonya allí, fue cuando puso el micrófono debajo del escritorio.

- ¿De verdad son tan peligrosos? Es decir... No tienen absolutamente nada contra nosotros.- Decía Connor despreocupado.

- Lo tendrán.- Anunció Annalise.

Sonya se rió de ellos y posó su mano en el hombro de Lanford mientras oía todo.

- Ya lo tenemos.- Dijo Sonya mirando las fotos de ellos en una pizarra clavadas con dardos.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora